EMOLTV

"Yo soy un varón sometido, absolutamente"

09 de Agosto de 2006 | 19:35 |
imagen
Rosenzvaig nació el 14 de julio de 1945 en Argentina. Tiene 61 años de los que se siente orgulloso pues, dice, él es uno de esos hombres que se mantienen vitales a pesar de la edad. Se declara adicto al spinning y lo practica por lo menos tres veces a la semana para conservarse en buena condición física.

Se vino a Chile a principios de los '90, tras una "muy buena oferta de profesionales chilenos para generar un lugar de docencia e investigación clínica en sexualidad que, en ese momento, no existía en este país".

-¿Por qué te especializaste en sexualidad?
"Llegué, primero, como terapeuta de adultos; después, me interesó el mundo de la pareja y en 1980, época en que empecé a trabajar clínicamente, existía toda una onda de eclosión de los conflictos de pareja; empezaban a visualizarse como elementos relevantes de la vida cotidiana y comenzaban a adquirir importancia las terapias. Dentro de ese campo, la sexualidad parecía ser un campo bastante poco explorado, en término de tratamientos específicos".

Comenzó a formarse con la gente que venía de Esalen (la primera y más grande escuela de pensamiento del movimiento sincretista de dinámica de grupo) y de la Universidad de California (UCLA), que eran los que tenían las últimas investigaciones sobre temas de sexualidad y cambios de comportamiento en la sociedad.

"Yo soy terapeuta, no alguien que piensa las cosas, técnicamente, desde un punto de vista sexual; las veo desde la intimidad, del vínculo, de la conexión, de la emoción. Hoy me resulta imposible pensar la sexualidad desligada de todos esos fenómenos", dice.

Aclara, además, que "los sexólogos, entre comillas, son un mito del pasado; se preocupaban de los temas que ocurren sólo de la cintura para abajo. Eso ya no existe".

-¿No sientes que cuando recién llegaste a Chile eras una especie de "novedad"?
"Sí, creo que sí, por la característica de ser argentino y, que yo sepa, en televisión sólo había habido una experiencia anterior con una pareja de psicólogos que había trabajado con Mario Kreutzberger y no existía experiencia clínica, ninguna.
"Además, el uso de un lenguaje más revelador, menos condicionado, menos lleno de máscaras, fue otra de mis características. También coincidí con un momento de muchos cambios en los medios".

Después de 16 años en Chile se siente casi un compatriota más. "Estoy tan distante de la forma de interactuar de los argentinos que ya el lenguaje, la forma de pensamiento, todo, lo siento muy lejano", dice.

-¿Qué piensas de los programas de sexualidad en televisión?
"Detesto la vulgaridad y la trivialización que se hace en algunos programas de sexo, donde se cree que la gente se educa hablando de la sexualidad como si fuera un proceso fisiológico como la digestión. No es un fenómeno fisiológico".

-¿Los que creen que hablar de sexo es pasar por sobre la intimidad?
"Exacto. La construcción de la intimidad no pasa por, de alguna manera, perder la capacidad de jugar con los límites; de retroceder, de avanzar; de decir esto sí, esto no. Si no todos nos disfrazaríamos de hipersexuados y ¡no es así la cosa!
"Además, la sexualidad se ve bastante afectada en este minuto por un medioambiente bastante hostil, de exigencias, de los niños, del éxito…"

-¡En qué minuto!
"Los sábados y los domingos en la mañana…sirven".

Se ha emparejado dos veces, siempre con chilena y tiene dos hijos grandes de su primer matrimonio; el mayor tiene 32 años y el segundo, 30, y un nieto de nueve años. "¿Ves que mi vínculo con Chile es muy poderoso?", pregunta riéndose.

Cuenta que durante muchos años de su vida, uno de sus grandes hobbies fue ser docente. Experiencia que le resultaba tremendamente placentera y que luego cambió por escribir. Ha publicado cuatro libros: “Sexualidad en la pareja”, “La pareja al desnudo”, “Los fantasmas del amor” y “El placer de estar contigo”.

También le apasiona la música, desde Mozart, la ópera, la música electrónica, la tropical, la romántica, el hip hop… "¡Toda la música me gusta! ¡Toda!", dice.

-¿Cocinas?
"Sí, mucho, me encanta".

-¿Compartes roles en casa?
"Yo soy un varón sometido, absolutamente (se ríe). Por supuesto que sí… no hay otra opción. Hay cosas que uno hace mejor que el otro y no vas a entrar a competir, pero lavo platos, paso la aspiradora, … lo que no sé es planchar, no tengo la menor idea".

-¿Vicio privado?
"Fumarme un puro – yo no fumo- pero fumarme un puro cubano me da gran placer. Tomar vino, sin lugar a dudas. Cocinar y comer lo que cocino, rodeado de la familia, de amigos. Sigo manteniendo la tradición de los almuerzos familiares de domingo".
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?