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Cómo se vive después de los 40

A los cuarenta años las mujeres encuentran un espacio propicio para revisar cómo han vivido su sexualidad. Se sienten más maduras y cómodas con su cuerpo, y están más dispuestas a atreverse a explorar nuevas formas de reavivar el deseo. Pero también luchan contra el fantasma de ser abandonadas por una mujer más joven. "De ahí la importancia de que aprovechen este período para conversar con sus parejas e iniciar juntos el proceso de reencantarse con el sexo", dicen los especialistas.

24 de Agosto de 2006 | 16:43 |
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Lo viven de distintas formas, pero a todas se les mueve el piso de la misma manera. La llegada de los cuarenta años - como sucedió con el arribo de los treinta, y después pasará con la vivencia de las restantes décadas- constituye para las mujeres un momento clave para hacer una revisión de su proyecto de vida.

Los cuarenta marcan la etapa de la consolidación, "que hace preguntarse a la mujer qué es lo que ha logrado, y darse cuenta de que si todavía no ha empezado algo que quería hacer, probablemente no lo haga nunca. Por eso aparece una necesidad de expresar las cosas que no se han hecho hasta ahora", ilustra la sicóloga Soledad Torres, terapeuta de parejas de Reencantar, un grupo de profesionales que nació del trabajo conjunto en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile y que se ha especializado en la sexualidad femenina.

Si en décadas anteriores anteriores los ámbitos de preocupación fueron la maternidad y el desarrollo profesional y laboral, a esta edad el foco de interés se traslada hacia cómo se ha desarrollado hasta ese momento su vida sexual. Las que han elegido a los hijos como proyecto de vida ya están aliviadas de la etapa más dura de la crianza, y en el ámbito del trabajo y la realización profesional ya han logrado una cierta estabilidad. Tener esos dos frentes bajo control les permite dejar un poco de lado el exterior. Así, "les queda más tiempo para reflexionar qué vida de pareja quieren tener y cuánto tiempo están dispuestas a dedicarle, porque hasta ahora el tiempo que se le dedicó fue más bien residual. En Chile hay mucha cultura de familia y muy poca de pareja", argumenta la siquiatra Ximena Fuentes, terapeuta de parejas del Instituto Chileno de Terapia Familiar y de la Universidad Católica.

Esta etapa se convierte en un período de plenitud, "para cosechar y madurar cosas con la gracia de ser todavía joven y tener energía, pero a la vez tener toda una experiencia de vida", agrega la sicóloga y máster en estudios de género Loreto Araya, también de Reencantar. En el plano biológico, "todavía les quedan algunos años para la llegada de la menopausia, han aprendido a aceptar su cuerpo y están más cómodas con él. Esto les da una mayor autonomía y una mayor apertura a distintas expresiones y placeres", complementa.

También han adquirido la experiencia suficiente en su contacto con el sexo opuesto: "Si has tenido buenas relaciones amorosas, tienes mejores formas de comunicarte con los hombres, de una manera más segura que a los 15 años. Ya no te van a engrupir, porque sabes lo que quieres", explica la socióloga y magíster en género Claudia Dides, experta en sexualidad de la Flacso.

Con todo esto las mujeres pueden asumir la satisfacción sexual como un aspecto relevante dentro de su desarrollo en pareja, y también reconocer cuándo no han vivido su sexualidad de manera satisfactoria y plena. En su consulta, Soledad Torres recibe a menudo varias inquietudes de mujeres preocupadas porque no han tenido una vida sexual como les hubiera gustado. "Sienten que nunca han disfrutado de su vida sexual, pero ahora comienzan a cuestionárselo. O no han conocido el disfrute, o algunas lo perdieron, sienten como si se hubiese evaporado, como si se hubiese acabado el romance. También les surge la pregunta: ¿qué he hecho por mí? ¿cuántas veces he tenido relaciones sexuales por mí, y no sólo porque mi pareja quiere?".

Esa reflexión es el primer paso para lograr hacer un cambio en la vida sexual de esa mujer, asegura la siquiatra Ximena Fuentes. "Es bueno que estas preguntan se hagan ahora, porque a los cuarenta hay mucho tiempo todavía para partir de nuevo. Es una etapa donde todavía hay muchas posibilidades de mejorar la relación". El segundo paso es lograr que la pareja se siente a conversar e inicien juntos el proceso de reencantarse con el sexo.


Conversar sin demandas

La mayor queja de las mujeres a esta edad es la falta de deseo. Sienten que sus parejas hacen poco esfuerzo por seducirlas, y así se lo hacen notar, pero cuando esto ocurre, los hombres se desconciertan. "Dicen ¿por qué ahora me estás cambiando las reglas del juego? Les parece raro que su mujer les diga que no le gustan algunos aspectos de la relación. Muchos tienen la idea de que la vida sexual es como un guión que no se puede alterar. Pero cuando se abre un espacio de revisión hay muchas otras posibilidades", argumenta Soledad Torres.

Las especialistas proponen que esta revisión abra un espacio de conversación, en la pareja donde se planteen los sentimientos de ambos, dejando de lado la agresividad. "Tiene que ser una invitación a conversar y no a hacer demandas. Sí, es cierto que alguien se puede sentir sorprendido de que a los quince años de casados su señora le plantee un tema que no se había conversado antes. Pero también puede ser un momento positivo para redefinir la relación", explica la doctora Ximena Fuentes.

Asegura que para las mujeres es una instancia ideal para hacer un nuevo "ajuste sexual" y en la pareja; asuman que su sexualidad les es propia y que pueden encontrar su fuente interna de deseo. "No reconocer esa fuente interna lleva a muchas mujeres a que desechen la sexualidad. Digan sencillamente el sexo no tiene nada que ver conmigo, mientras que aquellas que al menos intuyen la existencia de esa fuente interna van a talleres, a charlas, leen artículos, se atreven con cosas nuevas para autodescubrirse. Hay muchas que confiesan que les gustaría hacer el amor en un lugar distinto y atípico, incorporar elementos como juegos y películas eróticas, leer libros sobre sexo", apunta Soledad Torres.

Por otro lado, recomienda buscar nuevas alternativas para reencantarse con el sexo. En ese contexto, muchas parejas recurren a prácticas sexuales diferentes, en algunos casos es por iniciativa de ellas mismas, y en otros por petición de los hombres. "Ellos sienten que de alguna forma deben hacerse cargo de estas nuevas exigencias, porque se sienten responsables por algo que ahora no funciona, pero que ellos pensaban que siempre había estado bien", acota la terapeuta.


Desarrollar la intimidad

Siempre que ambos estén de acuerdo, explorar nuevas prácticas sexuales es una buena forma de lograr el buscado ajuste sexual. Sin embargo, ocuparlas por sí solas como salida a la insatisfacción sexual femenina no es una buena alternativa para salir adelante. "Yo creo que es un mito pensar que una sexualidad más plena y cómoda se logra atreviéndose solamente a hacer cosas que uno nunca ha hecho antes. Creo que la sexualidad cómoda y plena puede darse en cosas muy pequeñas y simples que ayudan a desarrollar la intimidad de pareja, que es lo verdaderamente importante", afirma Loreto Araya.

Para muchas mujeres acceder a nuevas formas sexuales es una forma de alejar uno de los fantasmas que se agudizan con la llegada de los cuarenta: el temor a que su pareja la abandone por una mujer más joven. Loreto Araya no cree que ésa sea la mejor manera de lograr un ajuste en la pareja ni tampoco la solución para retenerla. "Está la idea de que el marido un día se va a aburrir. Por eso, la mujer acepta hacer cosas a las que jamás había accedido antes con tal de mantener la pasión. Existe el mito de que siempre hay que hacer algo para que la sexualidad sea increíble, novedosa, poco rutinaria, pero lo que nos hace falta es aceptar que la sexualidad sí forma parte de la vida cotidiana, y que la calidad no necesariamente va de la mano con cuán increíble sea".

La doctora Ximena Fuentes enfatiza: "Lo que pone en riesgo el amor es la falta de apoyo, el abuso, la falta de cuidado. Hay que darse espacios para conversar en pareja y ver qué se puede hacer para que el sexo deje de ser una rutina. Si las parejas quieren pasarlo bien tienen que poner la relación como una prioridad, tienen que darse tiempo, para ir al cine, salir juntos, hacer el amor tranquilos, cuidarse, compartir y contarle al otro cómo le fue, y también para estar en silencio".

Es necesario, además, que la mujer aprenda a reconocer sus sentimientos como una parte importante de búsqueda de su satisfacción sexual. "En las charlas que damos me encuentro con mujeres que no dicen me encanta el sexo porque lo paso bien con él. Les da vergüenza. Prefieren decir me gusta el sexo porque estoy muy enamorada. Hay que enseñar a tener una buena relación sexual y, sobre todo, hay que aprender a comunicar los afectos", finaliza Claudia Dides.



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