Paso 1
Antes de maquillarse es esencial limpiar y tonificar la piel, y luego aplicar una crema hidratante. "Cumplir con esta rutina previa ayuda a que el maquillaje dure más tiempo, sin necesidad de tanto retoque, en especial la base", explica Claudia Truan.
También recomienda aplicar gotas para los ojos en caso de que éstos estén enrojecidos producto del cansancio. "Un truco siempre útil es usar un delineador blanco en el interior del ojo para bajar las rojeces", añade.
Paso 2
En caso de ojeras, se recomienda aplicar corrector bajo los ojos, el que debe ser de un tono más claro que la base. Los correctores también ayudan a disimular imperfecciones y rojeces en el borde de la nariz. "Si bien es cosa de gustos, lo más sencillo es aplicar el corrector con los dedos, dando pequeños golpecitos con las yemas de los dedos para ayudar a que el producto se difumine mejor".
Después viene la base de maquillaje, cuyo tono debe escogerse según el color natural del rostro. Claudia Truan aclara que el objetivo es emparejar el tono del rostro, no cambiarlo. Advierte también sobre la necesidad de utilizar una base de textura liviana que se funda con la piel, y que ojalá tenga filtro de protección solar.
"Al poner la base no hay que olvidarse de extenderla hasta el cuello, para que no se note una diferencia de color. Se puede aplicar con la ayuda de una esponja o brocha, sin perder de vista que basta con una fina película, nada muy cubritivo", agrega.
Al final, hay que aplicar polvos traslúcidos en todo el rostro, que ayuden a fijar la base y a matificar la piel. El polvo evita los brillos en frente, nariz y mentón.
Paso 3
El rubor o blush inyecta vitalidad. Al escoger un producto debe considerarse alternativas dentro de la gama de los rosa o damasco. El mejor parámetro es elegir uno que se asemeje al tono natural de la piel y que no sea demasiado notorio, no se debe pretender cambiar la tez con maquillaje.
La idea es verse bien y saludable, y no sobreproducida para el día. En cuanto a la aplicación, la experta aconseja poner el color con la ayuda de una brocha ancha en la parte alta de los pómulos.
"Se puede usar el mismo rubor en rosa o damasco en los ojos, con la idea de dar luz y moverse dentro de la misma gama de colores".
Paso 4
En cuanto a las sombras, la recomendación es escoger colores claros, que abren y realzan los ojos. Una buena alternativa son los tonos arena y beige, nada con demasiado brillo. La sombra debe aplicarse en todo el párpado, y luego se puede hacer un esfumado en un tono más oscuro, gris o café, para dar mayor profundidad a la mirada. Otro truco que ayuda es delinear el borde inferior de los ojos en café o gris.
"Hay que encrespar las pestañas antes de aplicar la máscara, la que debe usarse con mayor énfasis en los extremos del ojo. Si se desea, se puede poner un poco de polvo traslúcido en las pestañas antes de maquillarlas. No es recomendable aplicar máscara en las pestañas inferiores", sostiene Claudia.
Paso 5
Los labios debieran llevarse en tonos más bien neutros. Se pueden escoger labiales dentro de la gama de los damasco y rosa, nada que destaque demasiado.
Es importante escoger productos de larga duración, para evitar tener que retocar el color tan seguido. Si se desea, se puede agregar un toque de brillo sobre el labial, con la idea de lucir una boca más saludable.
La experta en maquillaje aconseja preocuparse de exfoliar e hidratar los labios antes de ponerles color, ya que de ese modo se favorece su duración.
Paso 6
Por último, las uñas. Pensando en que no hay mucho tiempo para cambiar el color seguido según el tono de la ropa o del labial, el ideal es pintarlas con un esmalte más bien neutro, o usar sólo brillo. Es imprescindible, eso sí, que estén bien hechas y de un largo prudente.
Claudia Truan asegura que un clásico que siempre luce bien en el trabajo es la manicure francesa.