Cuando estaba decidiendo su futuro laboral, consiguió pega en el "Fortín Mapocho", escribiendo las carteleras de cine y televisión. "Siempre las transcribí equivocadas, pero había que ganarse la vida. Era un período en que estaba completamente cesante; renunciando a arquitectura y metiéndome a teatro. La Carmen, que empezó ahí su carrera –después estudió periodismo- me consiguió este pololito que me servía para parar un poco la olla", cuenta riéndose.
Pero ese paso por el diario opositor al régimen militar no fue casualidad, Francisco Reyes se la jugó por el NO en el Plebiscito de 1988 y su imagen apareció fuertemente ligada a las campañas presidenciales de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, estos últimos años.
-¿Sigues siendo concertacionista?
"Sí, sigo siendo concertacionista, pero no soy papista; en el sentido que apoyo con fuerza el espíritu de la Concertación, apoyo con fuerza muchas cosas que hacen y han hecho, pero también soy crítico de otra tantas. De partida, no estoy de acuerdo que la Concertación haya consolidado el sistema neoliberal a ultranza, como fue establecido en Chile y que se sigue desarrollando.
"Si yo fuera absolutista, no podría ser concertacionista; pero, también, me doy cuenta que todo tiene que ver con procesos. Si uno quiere avanzar armónicamente y sumando –porque la sociedad es toda-, hay que entender el esfuerzo que la Concertación ha hecho por entenderse con todos los sectores políticos".
Según dice, ha sido un enorme esfuerzo, porque "ellos eran nuestros enemigos, no nuestros adversarios políticos solamente, porque tomaron las armas en contra de nosotros y fueron criminales. Es un esfuerzo grande y patriótico".
-¿Qué es patria, para ti?
"Es un concepto muy mal visto, pero es interesante volver a instalarlo en la agenda política. No en el patriotismo burdo, nacionalista, de O'Higgins, Carrera, San Martín y todos los que eran héroes y de la misma corriente, pero se fusilaban entre ellos, no, ni tampoco la cuestión limítrofe, yo no hablo de ese tipo de patria.
"Hacer patria o ser patriota es, también, velar porque en Chile no haya pobreza. Es antipatriota tener, no sé, gente que reciba treinta mil pesos de pensión… yo no puedo, como chileno, soportar eso".
Se ríe, coqueto, cuando se le recuerda que, debido a su participación en la campaña, algunos medios hasta le atribuyeron un romance con la actual Mandataria. "Ese afán de los medios por farandulizar todo", dice.
-Tú fuiste uno de los rostros de la campaña de la actual Presidenta, ¿qué piensas ahora que el panorama no está fácil para ella? ¿No te arrepientes de haberla apoyado?
"No, no, en absoluto. Creo que la presencia de Michelle Bachelet en política, que ella haya hecho esa campaña y que haya llegado a la Presidencia, ha permitido el movimiento estudiantil y poner en agenda otra serie de temas de cambios profundos que hay que hacer en esta sociedad. Si no hubiese estado ella, esa mujer, con esas características, con ese discurso, con esa manera de plantearse frente a la política, lo más probable es que la gente no se hubiera sentido con el derecho o la fuerza para plantear sus ideas como lo han ido haciendo".
-¿Porque estamos acostumbrados a la figura del "padre"?
"Claro, al padre se le acata, a la madre se le reclama, jajaja. En serio, es más difícil cuando llamas a la ciudadanía a participar, porque los chilenos somos muy disímiles en todos los sentidos –políticos, económicos, culturales y sociales- y, además, porque no están los canales de participación realmente establecidos. Entonces, la gente, se siente con el derecho de levantar la voz.
"A mí me parece súper interesante… No es fácil ni lo va a ser para Michelle, porque la economía mundial no está bien, tenemos problemas con los vecinos, pero creo que de todas maneras es un momento muy interesante para nosotros".
-¿Haber estado tan metido en la campaña y no recibir a cambio ningún cargo, como otros actores, te importa?
"No me ofrecieron ningún cargo, de nada, por suerte. Digo por suerte, porque, en realidad, me tienta mucho meterme en la cuestión política; pero, por otro lado, cuando veo a mis compañeros que se han metido, es bastante árido el tema, no es fácil. No es el ambiente amoroso en el cual a mí me gusta moverme.
"Por suerte no me he metido ni tampoco pedí nada, por lo mismo; además, no soy pedigüeño. A lo mejor, en un tiempo más me gustaría irme de embajador a República Dominicana o a algún lugar paradisíaco, jajaja, pero no ahora; en unos 20 años más".
-¿Cuándo te hayas bajado de las tablas?
"Cuando ya me haya bajado, en general" (carcajada).