Contrario a lo que pudiera pensarse, el Rumpy dice que la época del carrete ya pasó. “Me levanto súper temprano en las mañanas. A las ocho y media estoy duchado... estoy hecho un viejo, jajaja, ¡hasta los domingos!”
Cuenta que hace unos fines de semana atrás, estaba en la playa y un pájaro se paró en su ventana y empezó a golpearla tipo siete y media de la mañana. “Un pájaro con así un pico”, cuenta entre risas, mientras muestra el tamaño con la mano.
“Tac, tac, tac... no lo podía creer, siete y media de la mañana y el culiao me estaba picotendo la ventana. Mi hijo se despertó y me dijo mira papá es un pájaro y cagué... ¿me creeríai que a la semana siguiente lo mismo? Entonces, me levanto temprano y, si no, me despiertan los pájaros (todo dicho sin para de reír)”.
-¿Sigues bueno pa’l carrete?
“Ya no, ya no; me gusta, me gusta salir de fiesta, pero ya no tengo tiempo... me aburre, ya salí de fiesta, sé todo lo que va a pasar, me aburre”.
Hace un año y medio se casó en Isla de Pascua –no da más detalles y dice, entre risas, que no entrega su currículo personal-; tiene un hijo de casi cuatro años, Roque, que nació de su relación con la ex directora del Centro Cultural de La Moneda, Morgana Rodríguez, y con la que mantiene una buena amistad.
Tiene 37 años y su papá le dijo “Rumpy” desde chico; estudió en El Carmen Teresiano, luego en el Manquehue y, finalmente, en el Seminario Pontificio Menor. Del primero, su madre los retiró cuando una de sus hermanas (ellos eran siete), fue atropellada a la salida y murió.
-¿Qué número de hermano eres?
“El quinto y bien regalón”.
-¿Qué hiciste al salir del colegio?
“Estudié comunicación audiovisual en el Arcis, que era la opción tercermundista de estudiar cine; no aprendí nada y egresé”.
Se fue a la “Filmocentro”, la productora de Ricardo Larraín, donde estuvo cerca de cinco años. Por Marco de Aguirre, que tenía su propia productora al lado, empezó a hacer locuciones en comerciales. “Marcelo Zúñiga ( actual Director Ejecutivo de IberoAmerican Radio Chile) llegó a armar la radio Rock & Pop a los estudios del Marco y necesitaba una voz de pendejo y allí ¡hola!, salí yo y empezó la cosa”, cuenta respecto a su carrera radial.
Vivió seis meses en Isla de Pascua y lo recuerda como una muy bonita experiencia. Dice que quiere volver y permanecer allá por lo menos un año, porque “es muy bonito, rico, tranquilo, potente”.
-¿Te calma un poco ese lugar? ¿Eres siempre tan hiperkinético como este rato?
“No, poh, pero si estoy hablando de mí todo el rato, me incomoda, poh. Hablémos de ti, mejor... me pongo... me da lata. ‘Hoy volví cansado de hablar de mí’, Gustavo Cerati, jajaja”.
-¿Cuáles son tus proyecciones?
“Hacer la película, eso me tiene prendío, que sea la mejor película que se pueda hacer; estar consciente de lo que estoy haciendo y de que cada día dé lo mejor de mí para después no arrepentirme de las decisiones que haya tomado”.
-¿Qué te pasa con el contador que te robó la plata, lo que también atrasó la película?
“Cada uno carga con sus propias cosas. Yo, por suerte, puedo hacer plata de nuevo... cada uno carga, el cargará, sus hijos cargarán... a ver si ese estigma valen los 100 millones que me robaste compadre. Yo me demoraré en juntar los 100 millones, pero lo voy a juntar, porque tengo talento y no le he robado nada a nadie”.
-¿Deseos no cumplidos?
“No sé, no miro mucho al futuro ni al pasado, tampoco; te juro. Si me gustaría hacer la película y para eso estoy trabajando y juntando la plata”.
-¿Hobbies?
“Tengo muchos: juego fútbol, tenis, ráquetbol, nado, buceo, pinto. Todo me gusta mucho en su justa medida y en su justo abuso, también”.
-Sabes mucho de música, pero ¿cuál es tu preferida?
“Estoy chato ahora, te juro que ya no escucho música. Sólo estoy oyendo referentes para la película; pero te juro que la vida en mi casa es en silencio... es mucha la información, tengo que pensar y resolver. En el auto, cuando ando en auto, porque me muevo en moto, escucho radio... pero pa' escuchar lo que están haciendo los otros weones. De música, nada, por ahora”.
Se corre cuando le preguntamos por su hijo o su vida más privada, pero, sin duda, la cara le cambia al escuchar mencionar a Roque, porque tienen una relación muy especial. “Ahora está más grande así que dice cosas taan bonitas, que son las que siempre había querido escuchar de un hijo hacia mí. No sé, como ¡Ay papá que rico estar contigo, te quiero mucho!, todo ese tipo de weás; yo alucino y cacho que vamos bien”, dice.
-¿Cambia la relación con los programas de radio y televisión cuando uno tiene hijos?
“Espérate, es que parece que las radios y los televisores debieran estar siempre prendidos y decirle a la tele que no nos muestre culos, cuando lo que hay que hacer es, simplemente, apagarlos.
“Ponte tú, yo le digo al Roque que nosotros le decimos a la tele lo que queremos ver y, en este rato, sólo se prende para ver películas. Estoy en ésa”.
-¿Sólo películas de niños?
“Nada más. A mí me gusta ver las noticias, pero no puedo con Roque al lado, porque está muy heavy la mano... ¡puras pistolas! Entonces, vemos “Blancanieves”, “El rey león”, entretenido, yo no las había visto”.
-¿Quieres tener más hijos?
“Sí... no quiero tener hijos, quiero tener hijas –mujeres-, para que me digan ¿quién es el más lindo del mundo?... Tú, papá. Eso quiero”.
-¿Vicio privado?
Sin titubear ni un instante, dice: “Pintar, me provoca mucho placer”.
-¡Qué fome, si eres el Rumpy!
“Jajaja, te juro, es cierto”.