En el mundo actual, nada parece más difícil que encontrar la media naranja, pero la verdad es que sí hay una cosa más difícil que eso y es mantener esa relación a lo largo del tiempo.
La psicóloga Eugenia Weinstein nos habla de eso en cada uno de sus escritos y sus palabras, que parecen de sentido común, muchas veces remecen y las más nos dejan pensando profundamente de su verdadero significado.
Por eso la máxima que ella enarbola es que en el amor, en la vida en pareja hay que ser a todas luces “inteligente”, es decir, saber amar, actuar, cuidar, emocionar, alentar en el momento preciso.
A su juicio, una pareja que se promete frente al altar “amarse” para toda la vida, más pareciera que promete “perderse” porque una vez que se convierten en marido y mujer dejan de ser amantes. Weinstein rechaza que los convencionalismos sociales hayan limitado el término ‘amante’ para las relaciones prohibidas, en vez de sostenerla para lo que realmente implica que es saber amar a otra persona.
En su nuevo libro “Parejas (im)perfectas”, editado por El Mercurio-Aguilar y que recopila sus columnas en la revista “El Sábado”, esta destacada psicóloga pasa revista a los diversos aspectos involucrados en el desarrollo de la vida en pareja.
Sostiene de entrada que una pareja debe evitar, a toda costa, caer en la rutina y dejarse estar, donde se copian precisamente esos modelos de los padres que dijimos nunca íbamos a repetir.
“Si usted vive esa transformación emocional, despierte y atine”, dice Eugenia, haciendo un llamado a reinventar la relación de pareja antes de que ella llegue al despeñadero.
“Hay que ser inteligente para querer y mantener el amor vivo más en mundo en que todo es desechable”, afirma. Y agrega que aunque algunos pretendan no darle importancia a este hecho, los vínculos con otras personas son los que nos dan identidad.
La profesional indica que aquellas parejas que se han convertido en ‘marido y mujer’ deben hacer un esfuerzo por reencontrarse.
En sus escritos ella aborda el efecto que tienen los hijos en la relación de pareja, indicando que ellos tienden a aumentar la estabilidad, pero no la felicidad de la pareja. En un intento por mostrar la realidad, asegura que los padres idealizan la paternidad porque quizás no es políticamente correcto sostener que los hijos son un problema que produce un desajuste. “Los hijos rompen la intimidad y son altamente indiscretos”, dice.
Eugenia Weinstein también sostiene que no hay nada más valioso y productivo que cuidar las relaciones de pareja, porque las separaciones y divorcios tienen muchos mayores costos y problemas.
No sólo menciona lo tóxica que puede llegar a ser la ex y lo difícil que puede ser establecer una relación con los hijos postizos. Sino que también se hace cargo de los conflictos personales que la persona debe enfrentar tras el quiebre. “Cuesta mucho deshacer un matrimonio”, explica y aclara que la separación psicológica de dos personas demora un período de tiempo mayor a la separación física.
La psicóloga también se refiere al estado de abandono en que queda una persona cuando se termina una relación, indicando que éste lleva a acometer toda suerte de conductas indignas. Asegura que sólo el tiempo permite superar ese momento porque es un largo proceso donde se pasa por la rabia, la incredulidad y el dolor. “A todos les puede pasar y es importante volver a quererse sabiendo que habrá quedado una huella porque hubo una herida”, afirma.
Sobre la infidelidad, asegura que ella no es sinónimo de ruptura porque hay parejas que tienen la capacidad, la posibilidad y la decisión de superar la situación, pero eso depende de cada uno. En todo caso, dice que lo que más cuesta es superar la rabia, cuestión básica porque aunque se la debe utilizar como mecanismo de defensa, uno no debe quedarse pegado en ella.
El nuevo libro de Eugenia Weinstein acaba de ser lanzado al mercado y se puede encontrar en librerías y en las Casas Club de Lectores de “El Mercurio”.
