Suave y delicada, jamás sube el tono de su voz, pero se nota claramente cuando quiere dar fuerza a sus ideas o algo la molesta. Dice que siempre ha sido apasionada y no cabe ninguna duda, porque cuando habla de los proyectos del ministerio no para, apenas toma tiempo para respirar y sabe muy bien qué se le ha quedado en el tintero. No tiene ningún rasgo de esas personas que van por las ramas, sino más bien, va de frente y liderando.
Al principio más bien seria, se va soltando de a poco y conversando cálidamente sobre la cultura en Chile.
-¿Qué ha significado liderar este nuevo rumbo del ministerio de Cultura?
"Cómo explicarte lo que significó este proceso de completar el plan de infraestructura cultural de aquí al 2010. Para mí ha simbolizó todo un tema de confianza de parte de la Presidenta".
Añade que a ese ministerio llegan todos los proyectos y las necesidades de generar espacios, incorporarlos o rehabilitarlos para las distintas expresiones artísticas y manifestaciones culturales. "Eso te habla de un país más consciente, que requiere de esos espacios de encuentro, de capacitación y de formación de hábitos culturales. Se produce una sinergia de crecimiento cultural que es social, no es individual".
-¿Han influido en eso los fondos concursables?
"Basta que pienses de donde veníamos, de un proceso de dictadura que dejó de lado la cultura; por eso no hay que menospreciar los fondos concursables que dieron nuevas energías a los creadores. Hay mucha gente que los critica, porque se van haciendo más especializados y cuesta más acceder a ellos. Esa misma rigurosidad ha permitido desarrollar capacidades de gestión en nuestra propia gente. No basta con tener una buena idea, sino convertirla en un proyecto".
-Dicen que habrá cambios en los fondos el próximo año, ¿es cierto?
"Sí, a propósito del aumento en términos de presupuesto, vamos a tener una nueva línea que nos permita, como programa, poner énfasis en la generación de redes, en el sistema que está hecho para los demás y no solamente en el artista que quiere tener la posibilidad de hacer.
"En ese marco, que todavía no le tenemos nombre, vamos a tener tres tipos de proyectos que vamos a financiar y que es lo que nos permite esta nueva línea de acción".
Está radiante, los ojos le brillan explicando todas las posibilidades que se le abrirán a la cultura. "Te juro que esto lo hemos pensado durante tantos años que estoy muy feliz, lo único que quiero es que parta", dice.
Estos proyectos se dividen en tres áreas: los proyectos de desarrollo institucional, de desarrollo de iniciativas y, finalmente, los de generación de redes o de circuitos.
Los primeros son para todas aquellas instituciones –universidades, museos, escuelas, centros culturales u otros- que tengan un proyecto de desarrollo cultural a tres años. "Puedo desarrollar infraestructura, centros de documentación, salas de exhibición audiovisual, materiales artísticos… ¡mil cosas!", explica.
"Los proyectos de desarrollo de iniciativas; es decir, aquellos que son emblemáticos, pero que, por ese mismo hecho, están volcados a la comunidad. Por ejemplo, hago una obra de teatro, pero me vinculo con la universidad, con la comunidad, con la región o hago una itinerancia. Son todos esos proyectos que involucran acceso al público", agrega.
-¿Y los de redes o circuitos?
"Son proyectos asociativos que permiten que cada institución pueda vincularse con otras; son a dos años".
-¿Estas asignaciones de fondos son paralelas a las entregadas hasta ahora?
"Sí. Esta es la lógica del gran salto que queremos dar, pero sin dejar de apoyar la creación, porque esa es la base de la futura cultura y que tuvo un aumento sostenido del 10 por ciento en estos tres años.
"No dejamos de reforzar la creación, pero apoyamos que lo que se crea pueda tener público; que la gente lo pueda percibir, gozar y que, al mismo tiempo, los creadores y las instituciones trabajen para facilitar el acceso de esas personas a esos bienes culturales".
-Te apasiona el tema.
"Es que es un cambio muy potente, que permite producir cambios en la generación de proyectos; en la misma concepción de la infraestructura cultural y, para qué decir, cuando todo esto existe, generar alianzas que permitan trabajar en conjunto".
Sin parar, dice que existe otro programa sobre el que no dará muchos detalles, porque es la gran apuesta de la Presidenta, que tiene que ver con animación cultural en los barrios y que va de la mano con el ministerio de Vivienda. "El ministerio tiene un proyecto de mejoramiento de 200 barrios, donde nosotros trabajaremos con ellos en el proceso de identificación; más 30 localidades geográficas que están vulnerables en materia cultural por su ubicación geográfica. Todo esto tiene que ver con la apuesta de la Presidenta por mejorar la calidad de vida de los barrios".
El ministerio de la Cultura ha investigado modelos ya aplicados en el extranjero para mejorar los hábitos culturales de la gente e incentivar la lectura, las expresiones artísticas, las manifestaciones culturales en los barrios.
-¿Cuál es tu análisis cultural del país?
"Este país ha crecido como adolescente: primero una pata, después la nariz, sin sincronía. En un momento uno ve una cosa realmente rara, pero que promete como todo los adolescentes. Yo creo que el gran tema tiene que ver con las grandes demandas de la sociedad, que tienen que ver con una educación de calidad; con un sistema de protección social desde la infancia hasta que seamos viejitos. Eso tiene que ver con cultura para el desarrollo.
"La cultura no puede ser otro elemento más que aumente la brecha entre los chilenos. La gente siente que la cultura la desarrollan lejos de ella y, además otros. Eso no es verdad, la cultura la desarrollamos todos".
-¿Cómo así?
"Todos somos entes culturales, en la relación con los hijos, en la capacidad de tener una visión acerca del mundo, valores; o sea, cultura significa civilización, construcción de democracia, participación.
"Ya asumimos la tarea de la creación; ahora tenemos que educar a la gente para que sea capaz de gozar lo que Chile es capaz de crear y que nuestros creadores sean parte de la cadena de acceso, sean facilitadores".
-Pero influyen una serie de variable económicas, también.
"Como siempre… la cultura no se hace sola, eso es lo que hay que entender. Aquí, en este ministerio, la tarea es articular: el creador, el ente público, el mundo privado y los beneficiarios, que son la ciudadanía".
