EMOLTV

“Los chilenos nos miramos en menos”

La dueña de la tienda de diseño interior Walther afirma que este país debiera producir y exportar muebles porque ha comprobado que afuera nos tienen en alto concepto.

04 de Enero de 2007 | 09:43 |
imagen
Tiene las cosas súper claras. Por eso, lo suyo ha sido incursionar con éxito en el diseño de muebles de estilo, abriendo un nicho más asequible a los jóvenes que quieren distinguirse y tener una decoración que muestre su identidad.

Aunque sabe que es un mercado sumamente competitivo, ha logrado instalarse como alternativa a las ofertas de las grandes tiendas y de la calle Alonso de Córdova, y eso la hace sentirse orgullosa.

La diseñadora Ingrid Walther encaja perfecto en el perfil de la emprendedora, ésa que está dispuesta a asumir los desafíos de un proyecto riesgoso y tirarse a la piscina.

-¿El chileno consume diseño hoy?
“Ganas hay, en los jóvenes principalmente, y claramente la necesidad está; por algo hay algunas empresas, pocas, que les ha ido bien. Es verdad, también, que se reutiliza mucho lo heredado, pero quienes tienen entre 25 y 35 años gastan un poco más de plata en eso, buscan cosas más exclusivas para diferenciarse porque no quieren las cosas de las multitiendas”.

-¿Pero es suficiente como para establecer un mercado?
“Algo pasa que no hay empresas dispuestas a apostar y en vez de tener diseñadores industriales, prefieren comprar las matrices afuera o traer los muebles”.

-O sea, estamos a años luz de otros países.
“Sí, de Argentina, de Brasil, sobre todo, que son los que la llevan en diseño industrial de muebles a nivel regional. Ellos tienen mucha demanda y la gente está dispuesta a pagar”.

-¿Ni una posibilidad de tener una Casa FOA?
“Se han hecho algunas cosas, la Casa Mater es algo parecido, pero son segmentos súper exclusivos los que se mueven en ese mundo, hay un cierto círculo de diseñadores y arquitectos”.

-¿No estará segmentada también la demanda?
“Lo que pasa es que el diseño de muebles en Chile es súper caro, sólo el segmento ABC1 alto es el que está adquiriendo ese tipo de producto, pero hay posibilidades de hacerlo más masivo”.

En eso está Ingrid, quien afirma que los precios de su empresa son la tercera parte de lo que se encuentra en Alonso de Córdova.

-¿De la misma calidad?
“No tenemos nada que envidiarle. Todos nuestros productos son a pedido… Insisto, el problema es que las grandes tiendas no gastan plata en tener sus propios diseñadores y prefieren copiar. Ellos prefieren comprar y revender en vez de diseñar para cada país”.

-¿Somos a lo mejor una sociedad que cree que lo extranjero es mejor que lo nacional?
“Claro, somos miradores en menos de nuestra producción. De hecho, la mayoría de la gente cree que nuestros muebles son copia o son importados. No creen cuando se les dice que son fabricados en Chile, pero, cómo nos dicen”.

-¿Hay algo de snobismo en eso? ¿Se quiere aparentar?
“Eso depende de cada segmento… Entre los jóvenes más que de dónde viene, ellos desean cosas exclusivas, quieren tener cosas de diseño, lo que no es aparentar”.

-¿Más allá de un segmento muy especial, el chileno es más bien uniformado en sus gustos?
“Sí, cuesta que los chilenos se arriesguen en el diseño y eso tiene dos aristas, le cuesta tanto al mercado, como a quienes producen. Los empresarios no se arriesgan a invertir para hacer cosas más innovadoras en Chile”.

-Para los empresarios, el mercado debe ser muy chico.
“Está claro, pero nosotros podríamos exportar nuestro diseño. He estado en Buenos Aires, en Sao Paulo y podríamos ser, como país, mucho más explotable. Nuestros diseños fuera llaman mucho la atención y si bien, Brasil y Argentina poseen una tecnología que acá no se encuentra, llama la atención que en algunas ferias digan lo mismo de nosotros. Creo que nosotros somos los que nos achicamos frente al resto, además, como nuestra economía es estable, somos más atractivos y desean comprarnos productos terminados.
“Brasil es un país mucho más inestable que nosotros y resulta que le compramos muchos muebles”.

Esta diseñadora asegura que el mercado chileno es absolutamente explotable; pone como ejemplo la cantidad de muebles que le compra en forma permanente Uruguay a Brasil y en donde Chile podría tener un nicho.

-¿Cómo está tu competencia?
“En mi calidad, yo produzco mejor y más barato. Yo siempre me comparo así: existen las grandes tiendas que son masivas y existe Alonso de Córdova, nosotros estamos al medio con un público de Alonso de Córdova y también de multitiendas que nos alcanzan por precio”.

-¿Te has encontrado que ya te copian diseños?
“Bueno, uno lo nota, pero también mira para el lado y no sólo acá, sino que en el extranjero. El gran referente de nosotros son los muebles italianos, eso es inevitable. Yo lo puedo arreglar, hacer algunas modificaciones, pero un mueble modular en L es un mueble italiano, tampoco podemos negar eso”.

Continúa leyendo:
“Si uno se enamora del producto, pierde el foco del negocio”

Trabajando con la pareja
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?