A Sergio Canals le interesa mucho recordar que su núcleo central de su vida es la psiquiatría infanto juvenil y que a eso dedica la mayor cantidad de su tiempo. Las charlas en colegios e instituciones para mejorar la calidad de vida y su fuerte presencia en los medios de comunicación son las otras dos actividades de “los tres sombreros que calzo”, dice.
Insiste, eso sí, que “son actividades laterales, paralelas y que, al final, tienen un foco común –yo creo-, la persona y sus relaciones. Así que uno puede trabajar en las tres, pero el fin es uno solo, lo repito, la persona”.
-¿Cómo entra al mundo de las comunicaciones?
“Hay que recordar que yo pinto, que me gustan muchas cosas y, si algo me enseñó mi padre, fue el gusto por la lectura y, en el fondo, desarrollar un interés por todos los ámbitos de la humanidad. De pronto aparecen las comunicaciones”.
-¿Por qué?
“Me empiezan a invitar a dar charlas y a entrevistarme para hablar del tema de las drogas – acuérdate que trabajé en el primer estudio sobre este tema, anterior al Conace-. Bueno, a la luz de las entrevistas, me escucharon, les pareció interesante y me llamaron del programa ‘Aló Eli’ de Megavisión como panelista”.
Después se fue al matinal de Canal 13, en la época de la Paulina Nin, luego al de TVN; siempre para hablar de temas de salud mental. Al mismo tiempo, lo invitaron a participar en radio; primero en la “Horizonte” con Libardo Buitrago, después en la “Duna” con Montserrat Álvarez.
Sonriendo, cuenta que se divertía mucho con el programa de Larraín, Izquierdo y Comparini; así que cuando Nicolás se fue, no dudó en integrarse como panelista. En paralelo Checho Hirane lo invitó a la “Agricultura” a hablar de drogas y alcohol. Hoy sólo está en ese espacio, los lunes.
Atribuye su éxito en las comunicaciones a que siempre está disponible cuando lo solicitan y acomoda su agenda para poder estar en los medios hablando de lo que le interesa trasmitir a la sociedad: la prevención de drogas y alcohol y el mejoramiento de la calidad de vida.
Pero su interés en este otro ámbito no se detiene sólo en sus apariciones en radio y televisión, sino que además, ha participado en diversos proyectos audiovisuales.
-Trabajó con su colega Alberto Daiber, ¿verdad?
“En algún momento me contactaron él y Alejandro Schlessinger, que estaban haciendo ‘Zona Franca’ y me proponen entrar al equipo como creativo. Después hicimos ‘El hombre al desnudo’ en TVN.
“Cuando Alberto deja la productora de Schlessinger, hicimos un programa experimental en Megavisión, que se llamaba ‘El convertible’. Se trababa de un grupo de gente que iba recorriendo el país en un convertible antiguo y en cada lugar al que llegaban, se construía una historia de acuerdo a la interacción libre de los protagonistas con la gente de ese sitio”.
Por tiempo, deja esta veta creativa para dedicarse con mayor énfasis a su consulta y a sus clases, pero Verónica Saquel, que recién se había cambiado de TVN a Canal 13, lo invita a participar en el diseño de los personajes de “Machos”.
-¿Cuál era su participación ahí? ¿Ayudar a los guionistas?
“Darle consistencia a los personajes, a sus personalidades; darles verosimilitud para que tuvieran un soporte, un respaldo. Trabajé en ‘Machos’ con la Coca Gómez, con los guionistas.
“El diseño del personaje homosexual, Ariel, prácticamente lo construí yo, desde el punto de la forma, de sus particularidades. Había que respetar los márgenes del canal y hay que recordar que era un personaje muy valioso valóricamente, que ayudaba a resolver los problemas familiares”.
-¿Todavía sigue en eso?
“Sí. Acabamos de terminar el diseño de los personajes de la teleserie del primer semestre del 2007”.
-¿Cómo ha influido esta exposición mediática en su carrera médica?
“Mal. No es bien vista en el gremio médico... hasta mis hermanos médicos me retan y consideran que es un desprestigio; es un tema y no menor, porque consideran que uno se está haciendo publicidad y eso no es bien visto. Además produce cierta desconfianza en el mundo médico y académico, que recién hoy ha cambiado un poco y algunos especialistas en depresión o temas mentales empiezan a escribir libros de difusión sin ser condenados... ¡Si uno busca ayudar a las personas en general, de manera amistosa y cercana. Nada más!”
-Pero lo han llamado “el psiquiatra de la farándula”.
“Sí, los adolescentes lo dicen en tono de broma y se ríen. Es que televisión es igual a farándula y ésta no está muy prestigiada, menos en el ámbito académico”.
-¿Y con los papás?
“Es mixto; algunos dicen sale en televisión y vienen y eso es bueno. Otros, principalmente los que escuchaban el programa con Comparini e Izquierdo, que escapaba del ámbito médico, no entendían cómo podía cambiarme el sombrero y después sentarme como un médico serio”.