La puerta de la oficina se ha mantenido abierta durante toda la entrevista. En medio de algunas interrupciones, que no puede evitar producto de su trabajo, Ricardo continúa narrando entusiasmado sus aventuras.
Sentado frente a su escritorio, donde impera su pequeño computador laptop, no deja de manipularlo constantemente para buscar archivos sobre sus rutas. Astorga manifiesta que es la herramienta de su trabajo y el medio con el que se comunica con el mundo. Por pasar largos meses lejos de la civilización, aprovecha al máximo los beneficios que entrega la tecnología.
Parece ser una persona inquieta; de hecho se tambalea de un lado hacia otro y, a veces, coloca una rodilla sobre la silla para sostener su cabeza con el brazo. Y ahí aparecen, en la pantalla del PC, las imágenes que muestran a un grupo de nativos drogándose y luego, él acompañándolos en el rito tras ser invitado a unírseles.
-¿Cuáles fueron tus inicios en el periodismo?
“Mis inicios comenzaron en la Revista del Domingo cuando trabajé en “El Mercurio” en los ‘80. ¡Yo escribía muy mal! Debo aclarar que soy antropólogo, no periodista, aunque estudié algo de periodismo y fotografía. Soy más bien documentalista. Trabajo más sobre las líneas de la antropología”.
¿Te sientes satisfecho con lo que has hecho?
“Sí, pero con todo lo que he vivido me gana Neruda. Conozco muchas costumbres y he tenido muchas experiencias. Uno se siente satisfecho cuando hace lo que a uno le gusta hacer. Todavía me quedan cosas por hacer. Tengo un sueño que es hacer un viaje sólo durante tres meses, donde no existan camarógrafos ni acompañantes. Tengo una relación con la naturaleza muy estrecha y la necesidad de estar con ella”.
-¿Por qué quedaste instalado en el periodismo ecológico-cultural?
“Porque hay otras personas que lo hacen mejor en otros ámbitos y a mí me gusta lo que hago y creo que es importante seguirlo desarrollando. Cada persona hace lo que más le gusta en el periodismo y se desarrolla en las áreas que más le favorecen”.
-¿Cómo te sientes desarrollando un periodismo como éste?
“Feliz. Me encanta lo que hago. Es vocación y mucha conexión con la naturaleza. Este tipo de documentales es el resultado de un tipo de periodismo que sólo pueden desarrollarlo las personas que les agrada y que sienten pasión y gusto”.
-¿Hay algún lugar que no conozcas y al que nunca irías?
“A todos los aeropuertos del mundo (con cierta ironía). Son lugares a los que inevitablemente uno no puede dejar de ir, pero no visitaría voluntariamente. En términos laborales creo que no visitaría a Europa. He ido por otras razones, pero, a nivel de trabajo, no me llama la atención, no creo que encuentre allá lo que busco”.
-¿Con los años, crees que ha cambiado mucho la forma de hacer periodismo?
“Por supuesto que ha cambiado mucho. La silicona y los rating son un claro ejemplo. Esta mañana vi en un kiosco la portada de ‘Las Últimas Noticias’ donde decía que Titanic le había ganado al reality Fama. ¡Claro que ha habido cambios!”
-¿Cómo ves el periodismo actual?
“En primer lugar, no leo diarios. El fin de semana hojeo las páginas de reportajes de un diario que no mencionaré porque es una línea que me gusta. Pero no me interesa el periodismo actual”.
-¿Qué opinión tienes de la farándula?
“La farándula es un trabajo como cualquier otro. Supongo que hay gente que tiene que trabajar en esa área. No los critico porque es lo que les gusta. Yo no lo haría y creo que ellos tampoco realizarían lo que yo hago. Es respetable lo que cada uno hace”.