El 45% de los escolares ha sido víctima de violencia. El 13% de los secundarios ha probado la marihuana en el último año. Y el 43,6% ha consumido alcohol en el último mes. Recientes estudios están mostrando una realidad amenazante para los niños y adolescentes. Frente a estos y otros males crecientes, como los trastornos alimentarios y la iniciación sexual temprana, los especialistas señalan un gran escudo protector: la autoestima.
Una autoestima fuerte y sólida ayudará a los hijos a apartarse de conductas autodestructivas y los ayudará a tomar decisiones positivas. Y ésta comienza a sentar sus bases en los primeros meses de vida.
Los primeros pasos
"Un buen apego materno es fundamental para desarrollar la autoestima", afirma la psicóloga Neva Milicic, autora de varios libros sobre el tema.
"A través de este vínculo cercano, los niños pequeños van a sentir la seguridad básica que da un amor incondicional", agrega la psicóloga infantil y terapeuta de familia Rossana Culaciati.
Ahí parte todo. Sentir un amor a prueba de todo y que reconoce la individualidad del niño va a marcar su capacidad de autovaloración.
Avanzando en la etapa preescolar, Neva Milicic recomienda a los padres ir haciendo un reconocimiento explícito de los logros del niño: "Referirse a las virtudes y fortalezas del niño y no quedarse en el 'muy bien'".
También es importante, agrega, no exponer a los niños a situaciones de fracaso, pidiéndoles que hagan cosas que exceden sus capacidades a esa edad. Tampoco se debe comparar al hijo con otros. "Comentarios del tipo 'por qué no eres como tu hermano' pueden hacerle mucho daño".
Entrada al colegio
Este reconocimiento de la individualidad del hijo va de la mano con el "ayudarlo a descubrir sus competencias y habilidades, y también aquellas cosas que no le resultan tan fáciles", apunta Rossana Culaciati.
Esto último es clave al entrar en la etapa escolar. "Los padres deberían buscar un contexto escolar que le dé posibilidades de éxito a su hijo. Por ejemplo, poner en un colegio bilingüe a un niño que no tiene facilidades para los idiomas significa conducirlo al fracaso", dice Milicic.
La entrada al colegio es prueba de fuego para la autoestima infantil, ya que se encontrará en un medio que no es de amor incondicional. "Pero en la medida en que hayan construido una relación de confianza básica dentro de la familia, van a poder percibir esta diferencia como parte de la realidad", dice Rossana.
Ya en esta etapa es bueno permitir que el niño pueda tomar pequeñas decisiones, como por ejemplo: qué ropa ponerse. Para Daniel Contreras, jefe del área de Prevención de Conace, es muy importante que el niño sienta desde pequeño que sus opiniones son escuchadas y tomadas en cuenta. "Así va a fortalecer su capacidad de decisión".
Adolescencia
Esto último deberá ir aumentando a medida que el niño vaya entrando en la adolescencia. "Hay que ir dándoles más espacios de libertad, para que puedan explorar e ir fortaleciendo su identidad y su autoestima", explica el psicólogo de adolescentes del centro Ser Joven, Rodrigo de la Fabián.
"Los padres deben validar la opinión de los hijos, aunque no estén de acuerdo con ellos y aunque muchas veces tengan que ponerles límites", agrega.
Esta es una etapa de cambios en que la autoestima del joven se pone a prueba. Los especialistas recomiendan empatizar con las inseguridades y temores del hijo, y estar disponible para el diálogo. Pero los padres deben tener claro que en ese minuto, el marco de referencia del hijo serán sus amigos. "Y que él irá reforzando su autoestima en la medida en que vaya obteniendo sus propios logros".