Una comida de fiesta puede aportar más de mil quinientas calorías, las que en su mayoría provienen de grasas y azúcares. Pero los excesos no sólo se reflejan en kilos de más, sino también en una sensación de malestar y pesadez que, sumado al trasnoche, puede provocar algún trastorno.
Consecuencias que se pueden evitar, según la nutrióloga de Clínica Las Condes, Isabel Errandonea. En su opinión, la prevención debe partir en forma anticipada desde la mañana. "Muchos ayunan creyendo que así equilibran lo que van a comer en la noche y no es así, porque enlentecen el metabolismo y acumulan hambre, lo que los hace ingerir más alimentos y engordar más".
Por eso aconseja mantener las comidas diarias, claro que con algunas restricciones. "Ojalá que la última comida sea una hora antes de partir al evento y consista en una colación proteica liviana, como algún lácteo descremado o una sopa de verduras con clara de huevo".
También entrega algunas pautas a seguir durante la comida, que principalmente se enfocan en disminuir la ingesta de grasas y azúcares. "Evitar las salsas, mayonesa y cremas, ya que contienen muchas calorías en muy poca cantidad. Preferir carnes magras y brindar con champaña o vino".
Ahora, si más que mantener la línea se busca hacerles el quite a los malestares estomacales, el gastroenterólogo Ricardo Latorre recomienda combinar las carnes con vegetales y evitar el exceso de grasas. "Si uno picotea quesos y después se come una chuleta de cerdo con huevos fritos no hay nada que pueda aliviar la sensación de pesadez. Es mejor combinar las carnes con ensaladas y optar por aquellas que son magras".
Respecto de los antiácidos y otros medicamentos para la digestión, aclara que no son efectivos en todos los casos, pero que tampoco produce daño tomarlos. "Si la persona cree que le va a hacer mejor y se queda tranquila tomándolos, no hay problema en que lo haga".
Reponer el cuerpo
Si se trata de actuar sobre hechos consumados y reparar los excesos cometidos, la nutricionista de Clínica Indisa Isabel Morales aconseja hacer una dieta de dos a tres días a base de frutas, vegetales y mucho líquido. "Si al desayuno come pan, ojalá sea integral y con tomate en vez de jamón, queso o mantequilla", explica. Y agrega que deben evitarse las carnes durante este período "para contrarrestar la alta ingesta calórica y proteica que suele producirse en las fiestas".
"Además, hay que suspender totalmente el alcohol un par de días, ya que es una importante fuente calórica". Consejo con el que el doctor Latorre coincide: "Hay que permitir que el organismo elimine completamente el alcohol del cuerpo y para eso se requieren al menos tres días de abstinencia".
Misma recomendación equivale para la temida resaca o "caña" producto de la ingesta alcohólica excesiva. "La única solución es abtenerse o tomar con moderación", dice el doctor Latorre.
Sin embargo, hay otras medidas que pueden aminorar los molestos efectos secundarios, como preferir tragos menos alcohólicos (champaña, cerveza o vino) sobre el pisco, el ron y el whisky y evitar las mezclas. "Más que la combinación, hacen que uno tome más de lo habitual", dice Isabel Errandonea.
Y agrega que alternar un trago con un vaso de líquido o bebida no alcohólica también es una buena forma de aminorar las naúseas, el dolor de cabeza y el malestar general que suele seguir a estas celebraciones."Eso evita la deshidratación, que es la culpable de gran parte de los síntomas de la resaca", advierte.
El doctor Latorre afirma que la fruta o su jugo ayudan a reponer el cuerpo a través de las vitaminas y el aporte de fibra, lo que normaliza la digestión y favorece la eliminación de toxinas. "El pomelo, la tuna, las naranjas son buenas porque tienen vitamina C y fibra. Claro que lo ideal es que sea fruta fresca y no en conserva, ya que la cocción afecta el aporte vitamínico", explica el médico.
Ojo con las pócimas mágicas
Existen algunos suplementos en forma de píldoras que se ofrecen en farmacias y servicentros para evitar los síntomas del "hachazo" por alcohol. Sin embargo, el gastroenterólogo Ricardo Latorre duda de su efectividad. "Sus componentes son muy básicos, como vitaminas y aminoácidos, los que se pueden encontrar en una alimentación balanceada. Además, no existen estudios que avalen su efectividad".
