Carolina Parsons vive en el mundo del glamour, las pasarelas, fotografías, entrevistas y jet set. Aunque asegura que su carrera es el modelaje, también ha hecho televisión y toma actualmente clases de actuación.
Desde que se inició, ha realizado pocas campañas en Chile y se ha concentrado en los países del Asia y Nueva York, donde vive actualmente. Partió en Japón, recién descubierta, gracias a un contrato que le hicieron en Tokio.
Interrumpe la entrevista decidida a comentar su nueva adquisición, un jeep Compass, del cual está al tanto de todas sus características y que ya estrenó con un pequeño topón a un costado. “Fue en el estacionamiento, pero no era yo quien lo estaba manejando”.
-Incursionaste en la actuación ¿cómo fue que apareciste en la serie ‘Sex and the City’?
“Sí, fue algo que me propusieron en Nueva York con la agencia; fui a verlos y me gustó y luego quedé, ¡me entretuve! No es que yo quiera quedarme con la actuación, pero me gusta, de hecho, estoy tomando clases, pero no las puedo tomar en forma continua. En realidad, lo que quiero es seguir con el modelaje, que es mi carrera. La actuación fue algo para entretenerme; de todas maneras, es un proyecto interesante”.
-¿Cuál ha sido el costo de tu carrera?
“Es muy sacrificado, es un mundo de competencia en que tú comienzas a ser responsable desde muy temprano, pero yo lo veo ahora de grande y pienso que no perdí, sino que gané”.
-Es claro que en el mundo del modelaje se dan envidias, ¿cómo las manejas?
“Bueno, hoy en día no las hay. No sé, cuando estaba Claudia Schiffer, sé que tenían polémicas. En la actualidad son más profesionales; se conocen y ayudan. Desde luego que hay competencia, pero es sana”.
-¿Seguirás trabajando como modelo? ¿Cuál es tu proyección?
“Seguir trabajando afuera; actualmente continúo con la campaña Marquesa y en Chile con Almacenes París”.
-¿Tu empresa de scouting es a largo plazo?
“Creo que así lo veo a futuro. Tuvo buen éxito en Megavisión, de hecho tuvo 13 puntos de rating y, bueno, se inscribieron varias niñas. También obtuvo una buena cobertura de la prensa”.
-Pero, ¿sigue?
“Sí sigue. Espero, además, darle la oportunidad a otras niñas jóvenes, sobre todo a las de Chile”.
-¿Qué mensaje les daría a las niñas que quieren ser modelos?
“Que tengan ganas y que si tienen los rasgos, la edad y la estatura, que sigan para adelante y nos contacten en
www.carolinaparsons.com, para poder cumplir su sueño”.
-¿Y qué les dirías sobre la problemática de la anorexia?
“Es una enfermedad alimenticia producida por la inseguridad. Decirles que las modelos sí comen y que sólo las que trabajan son las que se cuidan. Hay que trabajar y alimentarse; o sea las modelos no sobreviven a punta de lechuga, sino que comen de todo. Comen bien, para tener una piel y una vida sana. Eso es lo que se debe hacer. Para estar linda y estar bien, hay que comer. El trabajo en el modelaje comienza temprano y si empiezas a las cuatro de la mañana y terminas doce horas después, ¿cómo pretendes salir adelante? ¡Hay que comer!”.
Carolina Parsons es crítica del circuito nacional; asegura que a las modelos chilenas les falta contacto con el extranjero, porque “aquí no se puede hacer nada; hay sólo concursos de belleza de modelos que se van afuera”.
“La última vez que encontraron algo en Chile fue a mí, porque vieron mi foto en una de las agencias a la que fui cuando comencé en la revista Paula y preguntaron quién era la chica. Había niñas regias, pero no calzaban el prototipo que querían. Por otro lado, los contactos con el exterior no sólo deben hacerse con Brasil, México, Argentina sino con París, Milán, Londres, en donde está la metrópolis del modelaje; en el fondo aquí las chicas no les interesa el modelaje en sí, porque no les interesa sino el modelaje televisivo que ya es una polémica, ¡No busco este tipo de modelaje sino el internacional!”.
-¿Qué piensas sobre el hecho de que algunas modelos prefieren ligar su carrera a la televisión mezclándose con la farándula?
“Para mí, son modelos o más bien personajes de la farándula, pero no de alta costura que es lo que yo busco. Escudriño modelos de pasarela, de trabajo, que estén en campañas de cremas, perfumes, no modelos de polémica y farándula”.
