Nora Fernández vino a Chile por primera vez a comienzo de los ’90, pero su paso por las tablas no generó ningún revuelo. Lo mismo ocurría en Mendoza, su ciudad natal, donde dio sus primeros pasos como actriz.
Años después, tras estrenar “Sur-realismo” todo cambió. Tanto, que en Nueva York recibió el “Premio Fenómeno Latino”, que entrega la crítica, por todo el revuelo social que su obra generaba.
Con más de 25 años de trayectoria, su origen está en la danza, pasión que la llevó a estudiar teatro en la Universidad Nacional de Cuyo. “Cursé embarazada de mi hija e inmediatamente me invitaron a integrarme a una compañía. Comienzo, viajo, aprendo, es la etapa de prueba-error”, cuenta.
Al poco tiempo la convocaron para una película y un programa en la radio donde ella escribía los personajes; eso le da la pauta y decide explorar otras vetas. “He tenido una etapa muy académica”, dice entre risas.
-¿A que le llamas ‘muy académica’?
“Ah... tengo que hacer cine y me meto a la universidad a estudiar cine; ah, tengo que escribir y me meto a la universidad a estudiar dramaturgia. Soy bruja académica hasta que comienzo a transitar lo aprendido y descubro que pucha, la receta del libro está genial, pero me queda mejor con los agregados”.
-¿Cuándo surge escribir “Sur-realismo”?
“Bueno, empiezo todo esto de la búsqueda de la mujer y me meto en movimientos de ‘mujeres por mujeres’, y como estábamos en los albores de la democracia, como que se me suelta todo y empiezo a escribir monólogos. Muchos de ellos se hicieron en encuentros, foros de mujeres, como para producir un debate posterior del tema que tocaba.
“Como que se me fue despertando este bicho. La Nora dramaturga, militante, comprometida con el movimiento social –de hecho me propusieron una candidatura a diputada- tenía el material de “Sur-realismo” en el corazón, los papeles y en mi cabeza”.
Ahí aparece en escena, en 1993, el productor de teatro Ricardo Fernández, quien la insta a darle forma a la obra y seleccionar las mejores piezas que había reunido. “Éste es mi primer unipersonal”, asegura.
A estas alturas, el currículo de esta actriz recoge su participación en varios programas de televisión -muchos de ellos en México- más de 15 películas, la instrucción de yoga y expresión corporal y una serie de libros. Entre éstos se cuenta un best seller en tierras aztecas, “Use su cuerpo, mente y emociones a su favor”, y otras obras de autoayuda como “Despertando desde el cuerpo”, además de las novelas “El rincón de los secretos” y “La noche del viaje”.
-¿En qué momentos has podido escribir?
“Ah, es que soy loca de la cabeza, entonces, cuando viajo en los aviones o me siento en los bares llevo mis cuadernos y observo. Ves mujeres conversando y una ya está llorando, y a veces escucho una frase y me conmuevo y va llegando el material... Y las cosas que me dicen al término de la obra, si te contara las cosas que me dicen cuando me abrazan y me susurran llorando al oído”.
Escribir, para Nora, es como su “salvataje” frente a las fuertes emociones de vida humana que le deja cada representación de “Sur-realismo”, lo que acompaña de terapia. Reconoce que muchas veces queda en el suelo, deprimida y cansada y por eso, escribir es su válvula de escape.
-¿Cómo te levantas?
“Siempre aparece una persona que me rescata, siempre. Una situación que me rescata y un lugar mágico para dormir. Hay veces que al hacer la agenda crees que te da, pero no y ahí se produce la locura; que terminas una función, te acuestas a las 2 de la mañana, que te levantas a las 5 para tomar un avión, te bajas, das la conferencia, vas al teatro a hacer la puesta y luego la función...a las 4 de la mañana, caes”.
-Así las cosas ¿crees que Nora Fernández está atrapada por “Sur-realismo”?
“La Nora Fernández ha encontrado en “Sur-realismo” como un espacio donde puede llegar, reflexionar, meditar, retroalimentarse y volver al campo de batalla”.
-¿Pero no deseas hacer algo distinto?
“Bueno, en México hice cine con personajes protagónicos, co-protagónicos y otros así no más (gira las muñecas)... porque también se te baja el ego a la mierda, con el tiempo, pero no me importa. Una vez me dijeron Nora, te queremos tener pero el personaje es muy secundario (todo en tono de lamento) y yo le dije ay, pero si yo estoy desesperada”.
-¿No sientes que el personaje-obra se comió al autor?
“Lo que yo siento, hace dos años, es que es tiempo ya de que duerma. Es como una muñeca gigante que va por distintos lugares y me encanta conducirla, me hace feliz y todo lo que tú quieras, pero siento que la Nora Fernández, hoy, con 50 años, con un bagaje de vida, también quiere otras cosas. Quiero hacer cine, estoy escribiendo distintos proyectos, pero con qué tiempo si no bajo “Sur-realismo””.
-¿Te excluiste del mercado?
“Sí y quiero el riesgo de dejar un éxito en éxito. Es hora de vivir esa experiencia.
“Como que te da la adrenalina del miedo, pero lo que aprendí, por sobre todas las cosas, es que estar vivo es tener miedo y eso no significa que está prohibido vivir. El miedo es como un resorte que te da la posibilidad de quedarte ahí clavada o de pegarte un saltito a otra cosa. No sé que puede ser, así como no pensaba que iba a suceder con “Sur-realismo”, ahora no sé que va a suceder con mi carrera, mi vida y mi futuro”.
