La preferencia de una persona por el olor corporal de otra depende, en parte, del género y la orientación sexual de ambas, según dos estudios difundidos el martes recién pasado.
Estas investigaciones, aparentemente, suman argumentos a quienes, en el debate sobre la homosexualidad, sostienen que se trata de una característica biológica y no de una conducta elegida, como argumentan quienes la condenan por razones morales y religiosas.
La revista "Proceedings of the National Academy of Sciences" publicó un estudio, dirigido por Ivanka Savic en el Instituto Karolinska, en Estocolmo, sobre las reacciones de hombres y mujeres heterosexuales, así como de hombres homosexuales, al olor de hormonas sexuales masculinas o femeninas.
Olor placentero
Las hormonas conocidas como feromonas causan respuestas tales como la defensa y el deseo sexual en muchos animales, e investigadores de EE.UU. indicaron en el año 2000 que habían identificado el gen que, creen, dirige al receptor humano de feromonas ubicado en la nariz.
La exposición a la testosterona, la hormona sexual masculina, causó respuesta en los sectores del cerebro involucrados en la actividad sexual en las mujeres heterosexuales y en los hombres homosexuales, indicó el estudio. Pero no obtuvo respuesta en los hombres heterosexuales.
Cuando a todos los sujetos del estudio se les expuso a olores como lavanda o cedro, todos los cerebros reaccionaron sólo en las regiones que manejan los olores.
Por su parte, los neurocientíficos Charles Wysocki y Yolanda Martins, del Centro Monell de Sentidos en Filadelfia (Pensilvania), usaron para su experimento muestras de sudor tomadas de axilas de 24 donantes de diferente género y orientación sexual.
Los investigadores luego pidieron a 82 hombres y mujeres, heterosexuales u homosexuales, que indicaran sus preferencias.
Según el estudio, que se publicará completo en la edición de septiembre de la revista "Psychological Science", los hombres y las mujeres homosexuales mostraron preferencias que son distintas de las de los hombres y mujeres heterosexuales.
"Los hombres homosexuales mostraron diferencias notables de los hombres y mujeres heterosexuales, y de las lesbianas, en términos de los olores corporales que prefieren y de cómo sus propios olores son percibidos por los otros grupos", según el estudio.
Los hombres homosexuales manifestaron una pauta de preferencia por el olor de los hombres homosexuales y de las mujeres heterosexuales. Pero el olor de los hombres homosexuales fue el menos preferido por los hombres y mujeres tanto heterosexuales como homosexuales.
La preferencia de olores estuvo relacionada con la percepción acerca de cuán placentero o desagradable sea un olor, y no con su intensidad, explicaron los científicos que realizaron el estudio.