"Escribir mi blog ha sido un desahogo gigantesco, un ahorro de sicólogo y siquiatra. Yo creo que a todos les pasa lo mismo, porque hay gente dispuesta a escucharte. Para mí ha sido una terapia. Me hace sentir feliz", comenta Priscila Rojo con una sonrisa. Priscila es contadora auditora, soltera, tiene 26 años y una página web que actualiza casi todos los días, desde hace nueve meses, con detalles de su vida personal.
Como Priscila, son muchas las mujeres que han optado por revelar su intimidad a través de un diario de vida on line. Porque claro, existen blogs de política, noticias y opinión, pero son los personales los que han marcado la diferencia. A pesar de que no se cuenta con estadísticas ni estudios en Chile, éste es un fenómeno que crece día a día. Al punto de que el número mundial de usuarios se duplica cada menos de ocho meses, según cifras entregadas en noviembre de 2006 por la empresa Technorati, un buscador de blogs.
"Son difíciles de estudiar y por ahora sólo hay que observarlos, más que opinar; ver cómo se están dando, qué se está dando, quiénes escriben, quién se comunica, cuándo escriben. Los formatos, lenguaje y estética muy distintos, por ejemplo, a los de un libro", sostiene Carolina Franch, antropóloga del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género de la Universidad de Chile.
En un blog personal no sólo es posible darse a conocer o compartir sentimientos, sino también recibir respuestas y transmitir un mensaje. Eso es lo que piensa Anita Artigas (34), soltera, secretaria ejecutiva bilingüe, y blogger desde hace un año: "Yo cuando posteo (escribo), espero los comentarios. Me gusta que me comenten". Anita piensa que a través del blog es posible transmitir un mensaje de esperanza, desde su experiencia de vida. Cuando ella estuvo con depresión, el blog fue una de las herramientas para salir adelante. "Hablé de lo enferma que estuve. De todo lo que significa tener una depresión, el darse cuenta, el tomar la decisión de ir al médico porque necesitas mejorarte, requieres de ayuda. Me sirvieron muchísimo los comentarios de ánimo de mis lectores", afirma. Por medio de su página ha logrado crear nuevas amistades, a quienes llama sus terapeutas.
A través del blog se crean vínculos y relaciones. Se tocan temas que cuesta tratar de frente. Por lo mismo, es un espacio que se convierte en vía de escape, tanto para quienes escriben como para quienes leen. Existe la posibilidad de sentirse identificado con un texto, de pensar: "a mí me pasa lo mismo y quizá no sea tan malo", de liberarse de prejuicios. Es lo que opina el sicólogo de la Clínica Las Condes Christian Pablo Soto: "Las mujeres quieren que sea una instancia de comunicación. Se habla de temas trascendentes. Ellas se transforman en espejos unas de otras en el blog. Esta persona resolvió un problema parecido al mío y yo me veo reflejada".
| Tipos de mujeres bloggers |
Según el sicólogo Giorgio Agostini, a través de la escritura, de lo que dicen y expresan en sus blogs, se podrían inferir diferentes tipos de personalidades de mujeres:
Tradicionales: Escriben lo que antes colocaban en su diario de vida. Ponen sus quejas, las dificultades con los padres, sus amores platónicos y románticos.
Narcisistas: Dan a conocer sus méritos y cualidades. Siempre ponen su mejor imagen y sus mejores palabras.
Depresivas: Tienen una baja autoimagen y expresan sensaciones de desvalimiento, esperando que quien las lea las entregue el refuerzo positivo que tal vez le faltó en la infancia.
Obsesivas: Muy cuidadosas en los detalles de sí mismas y de lo que escriben.
Con rasgos histéricos: El exhibicionismo es una de sus cualidades. Muestran más de lo que se debe, pero sin un compromiso. Tratan de seducir pero sin responder a la seducción.
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Hace tres años, el día en que Carola Leiva (24), casada y estudiante de veterinaria, empezó a escribir en su blog, todavía no se operaba de obesidad mórbida. Ahora, cuando se comunica con sus lectores, cuenta cómo va avanzando en su proceso. Y ella cree que es una buena alternativa para ofrecer apoyo y ayuda a las mujeres que pasan por su misma situación, una especie de red de apoyo: "La obesidad a la gente le da vergüenza, no saben dónde buscar información más humana. En general, es un tema que se habla sólo médicamente, pero yo voy contando mis progresos, aterrizándolos, humanizándolos, y eso ayuda".
Una forma de recuperar espacios perdidos
Juntarse con las amigas a tomar un café o almorzar en familia son espacios para compartir que escasean. Por eso es que el blog pasa a ser un elemento de identidad de vital importancia para la mujer del siglo XXI, concuerdan los especialistas. "Se está transformando en una herramienta para poder expresar el 'sí mismo' de un modo de replicar lo que ocurre cara a cara en la vida real", señala Carla Padilla, sicóloga del Instituto Neuropsiquiátrico de Chile. "Muchas veces incluso es algo más real porque expresas tus sentimientos y emociones de forma más genuina".
Esta necesidad de volcar su interior dejando su testimonio es exactamente lo que le pasa a Priscila Rojo: "Tengo una hija de 9 años. Me encantaría que ella pudiese ver en el futuro que igual su mamá sentía cosas, igual tenía pena, igual se enamoraba, igual tenía rabia, y en el fondo con mucha honestidad. Es la gran enseñaza que me ha dejado el blog. Todo lo que tú quieres ver está ahí".
Los especialistas sostienen que las madres solteras o separadas se sienten muy solas en la crianza. No tienen a quién contar sus angustias y preocupaciones, y por eso recurren a los blogs.
Además, muchas de ellas crecieron con padres ausentes, lo que implica un vacío en la transmisión de las experiencias de vida. Y pasa también a veces, en los casos en que sí hay una pareja, que tampoco se comparte la responsabilidad de educar. "Hay gente súper sola", opina Carola Leiva. "El blog se usa por necesidad, aunque dé un poco de vergüenza decirlo. Y es parte de la realidad de las jornadas extensas, de que de repente tú, tus amigos y tu marido trabajan desde las siete de la mañana hasta las once de la noche. Entonces se generan instancias para suplir lo físico".
Según los expertos, los blogs de mujeres jóvenes vienen a reemplazar el diario de vida, con una diferencia: éste era muy cuidado y guardado bajo estricto secreto. "Lo que ponían era para sí mismas y con un temor de que los padres fueran a descubrirlas. Pero ha habido un cambio social muy importante a cargo, especialmente, de los medios de comunicación y, en particular, los audiovisuales. Se aprecia un mayor exhibicionismo, se puede ver en los realities. Esto ha hecho que una sociedad como la nuestra, reprimida y represora de las expresiones libres - sentimientos, afectos y contenido erótico- , esté perdiendo el pudor", comenta el sicólogo Giorgio Agostini.
En el caso de los adolescentes, éstos no tienen un control sobre qué dar a conocer y qué no. "Hay una búsqueda de fama y los jóvenes están bastante en el anonimato; no se sienten en un rol protagónico ni acogidos por la sociedad. Por lo tanto, hay una necesidad normal de ser reconocidos que reasegure su identidad".
La sicóloga Carla Padilla afirma que en los blogs no hay distinción entre un yo virtual y un yo real, porque las situaciones que se describen son parte de la vida cotidiana de las mujeres, que muchas veces buscan en el anonimato la libertad de expresarse. Es el caso de Sombra (27), que prefiere no revelar su nombre. "Escribir mi blog de manera anónima me ha dado libertad para opinar, para ser más yo, sin tomar en cuenta los prejuicios de la gente, de mi familia, de mis compañeros de trabajo. Es por eso mismo que en mi blog todos los nombres son ficticios, pero todo lo relatado es real, especialmente cuando se trata de mí misma".
Dice que no cualquiera escribe un blog personal. Para contar la vida privada en público, primero hay que creer que se tienen cosas por contar. Y la red les ofrece esa oportunidad. Como explica la antropóloga Carolina Franch: "Yo puedo llegar con un libro con mi vida a una editorial y me lo pueden rechazar, en cambio en el blog expones tu vida sin depender de alguien ni de los recursos económicos".
Si hay un factor común en las mujeres que escriben es que son capaces de compartir su mundo interior. "Estoy dispuesta a que todos sepan lo que me pasa, no a sentirme centro del mundo. Quiero hablar desde mi experiencia', dice Priscila.
