Hormona predominante en el género masculino, la testosterona es responsable del crecimiento normal y del desarrollo de los órganos sexuales del hombre. Además, interviene en la mantención de los caracteres secundarios, como el desarrollo del vello y su distribución, en el engrosamiento de las cuerdas vocales y en el cambio de las proporciones corporales. También esta hormona -el principal andrógeno en el hombre- tiene acciones específicas en el cerebro que promueven la libido o interés sexual.
En el caso de personas muy activas y deportistas tiene además especial importancia, ya que está asociada al normal desempeño de la actividad física, puesto que actúa en la producción de glóbulos rojos en la médula ósea, siendo estos elementos sanguíneos transportadores de oxígeno necesarios para el trabajo de todos los tejidos, incluido el muscular.
"El crecimiento y desarrollo de las células musculares están influidos por la testosterona, en conjunto con otros factores hormonales como la hormona del
crecimiento, su mediador en los tejidos llamado IGF 1, el entrenamiento físico y la adecuada nutrición" explica el doctor Enzo Devoto, endocrinólogo y ex presidente de la Sociedad Chilena de Endocrinología, agregando que la testosterona tiene acciones cerebrales específicas relacionadas con el estado de ánimo y la agresividad normal.
Déficit de testosterona
Producida principalmente por los testículos, la testosterona es fundamental en cada etapa de la vida del hombre, por lo que la secreción insuficiente de esta sustancia -fenómeno que se produce a causa de una falla testicular conocida como "hipogonadismo"- provoca diversos trastornos en la salud
masculina.
"El hipogonadismo lleva a una baja en el nivel de testosterona en el organismo, lo que se traduce en falta de energía, ánimo, fuerza muscular, competitividad, menor resistencia a esfuerzos físicos y pérdida de tejido óseo, favoreciendo la osteoporosis y fracturas, además de reducir el apetito sexual y afectar la erección", explica el experto.
Hay diversos factores que pueden causar el hipogonadismo. Por ejemplo, "uno de cada 500 hombres nace con un cromosoma sexual de más, es decir, en vez de ser 'XY' es 'XXY'. Debido a esta mala conformación cromosómica, ese individuo va a tener un daño directo sobre sus testículos. Por otro lado, la inflamación testicular, su extirpación y los efectos de la radioterapia o quimioterapia provocan también hipogonadismo", agrega el especialista.
Otro factor que lo causa son las lesiones de zona cerebral y las enfermedades de la hipófisis, especialmente los tumores que afectan a las hormonas que,
desde el cerebro (hipotálamo) e hipófisis, dirigen el funcionamiento testicular. "Si a ello se suma que el hipogonadismo también puede estar exclusivamente asociado al normal envejecimiento masculino, generando un tipo de hipogonadismo que se ha denominado andropausia, ADAM, etc., no es menor el número de hombres que se ve afectado", dice el endocrinólogo.
Aunque en bastante menor escala, la mujer también produce testosterona, cuyo déficit podría estar asociado a la baja en su interés sexual, a la pérdida de
sensación de bienestar y a la fatigabilidad, lo que ocurre después de la extirpación de los ovarios en la mujer premenopáusica y también luego de la menopausia natural. En Estados Unidos y otros países se han hecho estudios recientes de tipo clínico experimental que estarían demostrando la utilidad
de esta hormona para mejorar la libido y la excitación sexual femenina.
Tratamiento de última generación
La deficiencia de testosterona tiene solución gracias a tratamientos basados en su reemplazo. Primero se dispuso de soluciones inyectables, después de una forma oral no tóxica para el hígado y posteriormente de parches en que la testosterona se absorbe por la piel. Todas ellas, si bien ayudan al paciente
deficitario de testosterona, presentan a su vez una serie de inconvenientes.
Hoy se ha llegado a grandes avances, uno de los cuales es el gel de testosterona, recomendable por sus cualidades específicas de aplicación y otra serie de ventajas comparativas respecto a las otras modalidades, indica el doctor Devoto.
"Por ejemplo, el primer inconveniente de las inyecciones tradicionales de testosterona es que hay que administrarlas por vía intramuscular, y cada persona cuenta con periodos diferentes para mantener los niveles adecuados de la hormona en la sangre. Así, hay hombres que deben inyectarse cada 12, 15 o 21 días. El segundo inconveniente es que las inyecciones pueden generar niveles fluctuantes de la hormona, por lo que las reacciones a estas alzas, y luego brusca caída del nivel sanguíneo, son causa de molestias en los pacientes. De ahí que se buscaron sistemas que imitan mejor la naturaleza, generando niveles estables que no provoquen cambios bruscos de ánimo, interés sexual, etc.", señala el especialista.
Por otro lado, los parches de testosterona, no disponibles en nuestro país, tienen el problema de verse, desprenderse e irritan la piel en un alto porcentaje de pacientes", afirma el endocrinólogo. En este marco, el gel de testosterona marca un paso adelante en el tratamiento del hipogonadismo, ya que es
seguro, dosificable, de fácil aplicación, la hormona es idéntica a la que produce el organismo y su absorción no tiene un paso inmediato por el hígado, lo que es médicamente muy importante.
"Este gel de testosterona y las inyecciones de undecanoato de testosterona dan niveles sanguíneos muy estables, evitando las alzas y bajas de la hormona, por lo que se trata de un aporte muy promisorio en el tratamiento del hipogonadismo", concluye Enzo Devoto.
