Por estos días la subsecretaria ha debido afanarse en conseguir que los alcaldes no materialicen una paralización nacional producto de las serias dificultades económicas por la que pasan algunos municipios.
Conocido es que dicha repartición es una de las más demandadas por la coordinación que hace de muchos programas de desarrollo comunal y por eso, la presión es permanente para que se entreguen más recursos.
Claudia Serrano tiene las herramientas para hacer frente a esto. Socióloga de la Universidad Católica con un doctorado en la escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, se especializó en el tema en su paso por Cieplan (“ahí me formé profesionalmente y me siento parte de ese grupo”), a mediados de los ’80.
Ya en democracia se desempeñó como directora general de política social en la Municipalidad de Santiago cuando Jaime Ravinet era el alcalde y después fue jefa del departamento de Programas del Fosis en Mideplan durante el gobierno de Frei.
Cuenta: “Me metí a sociología con la idea de querer cambiar el mundo y uno lo cambia desde aquí, aunque no hubiera dicho eso cuando entré a la universidad. Tenía una vocación de servicio público más que de comprensión intelectual o académica, aunque tengo una veta”, la misma que ha desarrollado como profesora universitaria.
Antes de asumir en su cargo estaba al frente de una consultora privada que hacía diseño y evaluaciones en materias de políticas públicas y desarrollo social, descentralización del Estado y pobreza y vulnerabilidad, entre otros.
-¿Es difícil lidiar con las demandas de los alcaldes? Son históricas y parecieran no tener solución.
“Es una cosa complicada, no es de fácil solución, pero yo no comparto que no tengan solución. Estamos trabajando muy seriamente para que la tengan. Lo que sí me genera impaciencia y a lo mejor es la misma que tienen ellos, es que esto no es rápido.
“La solución va por un lado. Este país ha tratado de manera pareja a todos los municipios con un mecanismo que diferencia que es el Fondo Común Municipal (FNDR), pero que se distribuye de manera pareja; o sea, atiende determinadas variables, como población y pobreza. Lo que tenemos como diagnóstico es que, principalmente, los gastos en que los municipios están incurriendo para financiar la educación municipal los tiene sumamente desfinanciados”.
-¿Y la salud?
“La salud es menos grave porque es menos plata; también aporta al desfinanciamiento, pero no es problema. El problema es que estas transferencias están generando un proceso de endeudamiento subrepticio de los alcaldes, o sea, están dejando de pagar las cuentas”.
-Algunos están yendo a la cárcel por no pagar las imposiciones de los profesores.
“Sí, son contados los casos, pero no se puede generalizar.
“Hay que resolver el tema de la educación municipal, ni siquiera en lo que se refiere a la calidad de ella, sino que en relación a las finanzas. Lo segundo es que hay que pensar en un sistema que trate diferencialmente a los municipios; las pobres rurales precarios no pueden ser tratados igual que las urbanas y hasta ahora no hay un mecanismo que las diferencie. Ellos no van a tener nunca paltas para inversión entonces hay que generar un fondo especial para ellos”.
-¿Cuánto de este problema que arrastran los municipios pasa por la mala gestión?
“El cuánto eeeeh... hay problemas de gestión, pero se dice, de repente, con cierta ignorancia y quizás un poco de displicencia, que hay problemas de gestión como si fuera un tema de falta de interés. La mala gestión es fruto del mismo círculo de la precariedad; la mala de gestión es porque no tienen al director de finanzas del perfil profesional que necesitas”.
-¿Falta autocrítica de los alcaldes en esto?
“La Asociación Chilena de Municipios tiene sumamente claro el tema y ellos están trabajando con nosotros para instalar mecanismos de fortalecimiento de la capacidad de gestión y de control, porque también hay decisiones mal tomadas o irresponsables como demorar el pago del FNDR”.
Con orígenes en el Mapu, grupo del cual emigró al Partido Socialista, algunos clasifican a Claudia Serrano dentro de los seguidores de la Nueva Izquierda y el senador Camilo Escalona, con quien trabajó un período mientras éste fue asesor en La Moneda.
-Tú te declaras partidaria de la educación municipalizada y en el PS hay unos que se muestran contrarios a ello, ¿no te genera conflictos?
“No. Mira, te voy a decir algo que puede sonar arrogante, pero yo soy especialista en el tema de políticas públicas, he estudiado mucho el tema de descentralización, he mirado mucho la experiencia internacional y si hay una respuesta que no es, es la centralización.
“Yo comparto con parlamentarios de mi partido que la educación municipal, en el esquema que está, lo único que exhibe es fracaso, pero me parece falta de información afirmar que la respuesta es la centralización. Lo que hay que hacer es imaginar un mecanismo de control, porque el ministerio de Educación no puede desentenderse del municipio y de lo que sucede en la escuela, pero tampoco puede estar presente en 5 mil establecimientos educacionales.
“Creo que aquí hay harto paño que cortar y estamos trabajando en un diseño. No queremos desmunicipalizar, pero queremos una educación moderna, dinámica, autónoma y especializada”.
-Llevas un año aquí, en un cargo tremendamente apetecido por los partidos. ¿Cómo se enfrentan las presiones?
“No he vivido presiones, he vivido peticiones. Muchas veces me he preguntado como sería estar sentada en este cargo en los años de vacas flacas, donde no hubiera ni instrumentos ni recursos. Hoy estoy dirigiendo una subsecretaria en momentos en que tengo un presupuesto que me permite hacer una buena gestión, tengo los instrumentos y me ha tocado poco enfrentar presiones y poco decir que no. Mis no tienen que ver con que las cosas no son pertinentes, o sea, me piden algo que no es de mi resorte, sino de otra cartera.
“No tengo el sentimiento de haber sufrido presiones, ni menos políticas y de estar en un remolino de ellas, en parte, porque tanto la subsecretaría como los alcaldes tienen ya una inercia sobre cómo operan los instrumentos. Hay poco espacio para las salidas de madre”.
-¿Te sientes impelida a estar dando muestras de prescindencia e imparcialidad?
“Se me siento comprometida o impelida a mostrar ecuanimidad y compromiso público. Sí, pero no lo siento como una obligación, sino no como un deber de mi puesto. O sea, nosotros no estamos gobernando para los amigos, los primos y los hermanos.
“Cuando viene un alcalde UDI o un socialista con dramas similares son tratados de modo muy parecido”.