EMOLTV

“No me parece que la jubilación deba ser traumática para nadie”

20 de Marzo de 2007 | 12:49 |
imagen
Para Pedro Carcuro la televisión es una expresión efímera del mundo, es de aquellos que considera que representa lo más fugaz, lo pasajero y lo transitorio. No obstante, ha permanecido dentro de ella por más de 35 años. Es un hombre apasionado con lo que hace, uno de aquellos que no le teme a los paraderos de la vida y el que está dispuesto a trabajar hasta donde la gente lo quiera soportar.

No estudió periodismo, pero si tres años de derecho en la Universidad de Chile. A pesar de ello, ha hecho de su vocación periodística una profesión exitosa que le ha permitido mantenerse vigente, enfrentando a los medios y a la farándula con bastante gallardía.

-Llevas mucho tiempo con TVN ¿Te casaste con él?
“¡Nunca tanto!, pero tampoco he trabajado nunca en otro canal. Televisión Nacional, no solamente pertenece a mi mundo laboral sino que obviamente también pertenece al mundo de los afectos de Pedro Carcuro. Allí he hecho una vida y le debo mucho; no podría negarlo, sería un mal agradecido, pero son aspectos distintos, considero que hay que saber medir, mirar lo que realizas profesionalmente con un grado de objetividad y de racionabilidad que evidentemente no es igual a lo que significan los afectos más profundos. A pesar de que se crean las relaciones personales también se crean unas diferencias que uno tiene que mirar y saber analizar, saber medir”.

-¿Trabajarías para otro canal?
“No podría decir que no, bueno ahora sería más difícil, pero me he sentido tan cómodo y me han manifestado tanto afecto en TVN que ¡no tendría porque irme!, y a estas alturas para qué ¿Para qué cambiarme de casa, cuando te sientes cómodo?, no hay razón”.

-¿Cómo llegaste al periodismo?
“Por distintas razones se produce un contacto para trabajar en radio y al poco tiempo me di cuenta que ésta era mi vida y mi pasión; ¡me fue bien y me enganché al mundo del periodismo! Fue una época en que para ser periodista en Chile no era condición excluyente estudiar periodismo; y en segundo lugar, las escuelas estaban naciendo. Estamos hablando de la época de finales de los 60´s. Sabía que había algo de gusto y cuando empecé a trabajar me di cuenta que me podría ir bien y que tenía las capacidades para hacerlo.
“Hay un hecho curioso y es que a los pocos meses de trabajar en la radio, me llamaron para trabajar en una productora, que fue la que comenzó hacer los primeros programas de TVN y uno de los primeros programas periodísticos; habían periodistas connotados (no te voy a dar los nombres) y el único que no tenía estudios de periodismo era yo; pero en ese momento llegaron los nuevos jefes de prensa, entre ellos Bernardo de la Maza y Manuel Mendoza, y fueron a ver el trabajo del departamento de prensa. De 15 periodistas, al único que se llevaron fue a mí, que no era periodista. No los conocía, o sea algo había, y era un trabajo de reporteo no de relator. Yo creo que el periodismo es una carrera vocacional donde este aspecto es fundamental, no creo que se debería hacer una carrera sino un postgrado de un año y medio o un magíster”.

-¿Crees que un comentarista deportivo debe pertenecer o ser hincha de un equipo?
“Todos los periodistas deportivos tenemos un equipo de preferencia, es un absurdo si no lo tuvieras. Si tú naciste al lado de una pelota, te criaste yendo a los estadios, es imposible que uno concurra a un estadio de un modo absolutamente aséptico, limpio, insoluto, frío, distante. El fútbol es atracción, pasión, uno se siente motivado, se enamora de lo que pasa en la cancha, no es una cosa que tú la puedas sólo mirar, nadie puede hacerlo”.

Se explaya con pasión: “A uno le gusta una pintura cuando se conmueve y con el fútbol pasa lo mismo, cada uno tiene su corazoncito, yo no creo en los periodistas deportivos que no tenga su preferencia, es como un periodista político que no tenga posición respecto a lo que pasa a su alrededor, obviamente que uno tiene una posición con respecto a los fenómenos políticos étnicos y sociales”.

-¿Eres bueno para practicarlo o sólo lo miras desde fuera de la cancha?
“Ahora muy malo para la pelota, cuando chico jugué mucho, pero siempre lo intenté. Uno con el tiempo se va poniendo más cómodo a medida que es más grande, pero evidentemente que el fútbol es muy entretenido”.

-¿A estas alturas como se maneja el ego?
“Te lo digo francamente, mi declaración te puede parecer un poco absurda, porque, claro, el ego está presente en todos los seres humanos y se manifiesta de una manera más expresa en aquellos que tenemos exposición pública. Que te reconozcan, te manifiesten cariño, se te acerquen y te hablen, significa una exaltación del ego, pero, en este aspecto, tengo un déficit y lo he reconocido en otras entrevistas, así que no te estoy diciendo nada distinto, soy tremendamente tímido y la exposición pública me complica, me da vergüenza. Por ejemplo, veraneo fuera de Chile, prefiero pasar inadvertido.
“Conozco compañeros que disfrutan de la exposición pública, que les gusta que los reconozcan, que los saluden, que los palmoteen, etcétera; por lo contrario, a mi me produce incomodidad”, dice sonriendo.

- ¿Y cómo se maneja la fama?
“Tiendo más a sonrojarme que a divertirme con el encuentro. Hay gente que trabaja en televisión y es muy tímida y hay gente que tiene un gran desplante en su vida privada y a veces hasta ‘patuda’ y los ponen frente a una cámara de televisión y se mueren (sonríe).
“A mí me ocurrió algo en ‘De Pé a Pá’, conocí a un personaje previo a la entrevista y dije: ‘¡uy! este tipo la va a romper’, te contaba historias de una manera entretenida, es decir que el gallo tenía cuento, pero se encendía la luz y bajaba su expresividad, entonces, para que te des cuenta que las reacciones del ser humano son siempre raras y difíciles de entender”.

Pedro se asegura de que todo quede claro: “En una ocasión estaba en una fiesta donde habían 50 personas; como me gusta el tango, me pidieron que cantara; ¡me produjo una vergüenza terrible!, pero curiosamente frente a la televisión no me ocurre esto, son reacciones bastante raras”.

-Hablando de cosas raras, se te salió un comentario al aire sobre Marcelo Salas (dijo que estaba gordo) y fue fuerte la crítica recibida. ¿Qué te pasó con ese episodio?
“Fue en Suecia y lo considero absolutamente un chascarro sobredimensionado. Fue una conversación que teníamos entre tiempo y se escuchó la emisión por Internet; un tipo escribió una carta a un periódico y ahí se formó un escándalo nacional, siendo una cosa que realmente no tenía mayor importancia”.

-¿Como manejas este tipo de situaciones?
“Fue un momento desagradable por la repercusión que tuvo, pero obviamente que así como uno recibe momentos gratos cuando la gente te reconoce y te demuestra afecto, así también tienes que soportar momentos desagradables. Fueron 4 o 5 días muy ásperos, porque hubo una sobre exposición de un hecho que no daba para tanto”.

-¿Crees que se olvidaron de toda tu trayectoria, en ese momento?
“No, ¡de ninguna manera!, si son cosas que la gente olvida, porque saben que es un hecho que se faranduliza, pero realmente es algo que ocurrió y que es humano. ¡Hay que aguantar no más! forma parte del precio que uno paga por estar permanentemente expuesto; así que ¿qué tanto? No va hacer la primera vez ni la última que seguramente ocurra.
“Te digo que con el tiempo uno se va poniendo con la carne más dura, porque hay que aguantar y hay que saber aguantar. Es como cuando el boxeador se arrincona contra las cuerdas y recibe una andanada de golpes y sólo acudes a protegerte, para que no te haga tanto daño..., después pasa..., viene la campana..., te echan aire... y luego viene el otro round. Así es, lo dije antes, este mundo es muy efímero, las cosas se volatilizan y pasan muy rápido, muy rápido”.

-¿Cuál es tu verdadero amor, la TV o la radio?
“Llevo los mismos años en TV y radio. Son dos amores distintos. La televisión tiene un impacto más vivo, por ejemplo, en 2006 en la final del campeonato mundial, un espectáculo donde no participaba Chile y que se generaba a 15 mil kilómetros de Chile, lo trasmitió TVN, el Mega y la Red y generó 56 puntos de rating.
“La radio es otra cosa, tiene intimidad, uno comunica de una manera distinta, el mensaje llega de una manera diferente y se produce una rara complicidad entre el auditorio y tú. Es como una cosa más personal, más íntima, son dos mundos completamente distintos, la televisión se está trasmitiendo para millones de personas, en cambio, la radio tiene un embrujo, porque es como si le estuvieras hablando a alguien, como estar conversando cara a cara. ¡Esa es la diferencia! Por ello son dos cosas que te cautivan en distinta forma”.

- ¿Tienes temor a jubilarte o, peor, que te jubilen?
“No, para nada, todo tiene su tiempo y llega en su momento determinado, creo que uno no debe tenerle miedo a nada ni a nadie, las etapas se van quemando, uno va saltando vallas, vas llegando a estaciones distintas y la vida te ofrece distinto paraderos y cada uno tiene sus instantes; hay momentos para trabajar intensamente y fuerte, para reflexionar más y para poder dedicarse a otras cosas.
“¿Por qué tenerle miedo a un nuevo paradero? No, no, o sea ¡no!, para nada. Cuando llegue el momento habrá que pensar en aquello; no me parece que la jubilación deba ser traumático y para nadie debe serlo. Cuando uno era chico, uno no pensaba que después iba a ser padre, por la responsabilidad que aquello implicaba, pero después las alternativas van cambiando con cada etapa y uno las asume”.


EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?