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"Mientras invente y mientras haga, seguiré viva"

29 de Marzo de 2007 | 08:47 |
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Roser se casó con Cristián Aguadé, el fundador de "Muebles Sur", hoy Surdiseño a cargo de sus hijas. Se conocían desde niños; ya en el primer exilio en Francia estaban juntos en Montpellier. Después estudiaron juntos en España: ella, su hermana, y ambos maridos. Todos se reunieron en Chile.

-Se casó muy joven... la venían persiguiendo desde España.
"Claro, la familia de mi ex marido estaba en México, porque eran dos los países que aceptaban a los refugiados, ése y Chile. Además comenzaba la Segunda Guerra Mundial, que era una amenaza para todos, así que se vino y nos casamos".

Cuando Roser cumplió 51 años se separó, no volvió a formar pareja y se dedicó de lleno a su trabajo, tal vez con más fuerza que antes, todavía-

-¡A su primera hija la tuvo muy joven!
"Sí, nos llevamos veinte años".

-¿Y siguió pintando?
"Hubo como un año que se me hizo un silencio, porque, claro, la primera maternidad es siempre más fuerte, porque uno no sabe mucho. Pero después, cuando esperé a mi segunda hija, a los seis años, venía aquí y pintaba con todos esos que tienen cuatro años menos, Balmes, la Gracia, Egenau..., dirigidos por don Pablo Burchard".

Divertida, cuenta que su maestro les enseñaba sólo a partir de la naturaleza, de lo que veía en el Parque Forestal. Recuerda que cuando uno de sus hijos lo llevó al Museo del Prado, llegó comentando que había conocido un pintor que usaba un gris como "de panza de burro". "¡Era Velásquez!, ¿te imaginas?, don Pablo sólo se guiaba por el color, pero nunca nos hizo teoría".

-La fuerza del color es notoria en su obra.
"Bueno, a veces pienso las cosas con color y a veces en blanco y negro. Pero igual mi blanco negro es fuerte; es como un combate, empiezo y no paro hasta que termino.
"Hay una frase de la Marguerite Yourcenar que me gusta mucho; ella dice : emprender el combate como si el combate sirviera. Y sí, el combate ése que emprendes con las ideas, con las cosas, con todo, es lo que te hace ser".

-Y lo que la hace mantenerse tan bien, además.
"Mientras invente y mientras haga, seguiré viva".

A los 84 años, menuda y con esa chasquilla que la caracteriza desde siempre, no altera mucho su vestir. Ama los zapatos amarillos, un pantalón a rayas muy finas negras y café y una chaqueta de lino, más un collar bien a la moda. Todavía se desplaza absolutamente sola y manejando, aunque no le gusta mucho hacerlo.

-Sus hijas se quejan un poco de que siempre fue más pintora que madre.
"Ah, sí, sí, pero yo digo mira qué raro, esto de que digan que fui demasiado rápida , que no les hubiese hecho mucha atención, ¡pero si yo les hacía hasta la ropa y cocinaba! ¡Todo lo que hacemos las mujeres!".

-¿Por qué se separa después de tantos años de matrimonio?
"Cuando la gente es muy joven, como nosotros lo éramos, la gente todavía no ES; entonces, los caminos se bifurcan, no siempre son paralelos, y al final es mejor separarse".

Vive sola, en su casa de Providencia, donde alterna la pintura con el cuidado de su jardín y las labores hogareñas. Su labor sigue siendo tan fructífera como siempre, en la retrospectiva hay tres cuadros que pintó este año y sólo estamos en marzo.

-¿La pintura es una afición o un trabajo?
"Bueno, yo no pinto para vender, ¡te imaginas uno de estos cuadros detrás del sofá de una casa convencional!, jajaja. No, menos mal que tengo otra casa que arriendo y de eso vivo y compro mis materiales. Pero eso me da libertad para hacer todo lo que hago".

Tiene tres nietos y dos bisnietos. Un nieto, hijo de Agna, vive en París. Los otros dos son de Tessa, que quedó viuda muy joven; su hija es la que le ha dado los bisnietos. Toda la familia ha girado en torno a las artes y el diseño.

-Una vida dedicada al arte.
"¡Imagínate, uno tiene que ser dedicada!"
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