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"No me gustan esos actores que andan de estrellas por la vida"

03 de Abril de 2007 | 10:01 |
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Ricardo Fernández no se complica por cosas triviales; le carga pensar que ropa ponerse, por eso, dice, tiene 20 poleras negras, 20 poleras verdes para no caer víctima de su ego. "Trato de aplacarlo".

Muy serio, cuenta que siempre se viste de jeans y polera: "Trato de pasar lo más desapercibido posible. A mí, personalmente, no me gustan esos actores ni de esa gente que andan de estrellas por la vida. No es una cosa premeditada, soy así".

-Siempre hablas de vanidad y ego, ¿son temas que te complican?
"Siento yo que, generalmente, los actores venden una pomada de humildad, cuando, en realidad, vender humildad es una forma de vanidad; es vanidad disfrazada. Evidentemente, que la vanidad es más explícita cuando se manifiesta claramente".

-O sea que manejas el bajo perfil.
"Claro, no me gusta brillar por otros motivos que no sean los vinculados al trabajo".

-¿Te costó, entonces, tomar la decisión de entrar a la televisión que es más expuesta?
"No, no me costó tanto. Además que el ofrecimiento me llegó tempranamente, estaba en tercer año de la escuela; entonces, me pareció una forma de poder extenderme en lo que yo había estudiado, de estar permanentemente trabajando, ¡lo paso muy bien actuando! Ha sido un espacio que me ha brindado grandes satisfacciones profesionales".

-Es que, además, ascendiste rápido... los protagónicos te llegaron luego.
"El tema de los protagónicos tiene mucho que ver con el grado de publicidad; si bien he tenido roles más chicos, tampoco he sentido mucho la diferencia. Ahora la responsabilidad principal recae sobre mis hombros, pero la cantidad de grabaciones no son muy distintas; es casi lo mismo".

-Es decir que lo ves más como oficio que nada.
"Claro, todo personaje tiene una gran responsabilidad dramática".

-¿Y el teatro?
"Bueno, si bien hay actores que sólo hacen televisión o sólo teatro o cine, yo he tenido la suerte de poder hacer teatro también, porque de lo contrario no podría estar tranquilo. Para mí es fundamental hacer teatro; siento que robustece mucho el oficio de un actor; es lo que estudié y el lenguaje que manejo mejor. Me reconozco en el teatro".

-Tiene que ver más con el rol, entonces.
"He tenido la suerte que me han tocado roles entretenidos y que me han gustado hacer en televisión. En teatro, también; si bien busco roles interesantes, se te empiezan a dar, porque uno construye un espacio que, finalmente, uno lo está eligiendo.
"Uno hace teatro con la gente que lo hace no en vano, porque va eligiendo gente con la que uno tiene una comunión ideológica. Eso es lo que he hecho a lo largo de mi carrera: definir un espacio de opinión que a mí me interesa".

-¿Qué rol requiere más trabajo? ¿el de televisión o el de teatro?
"Me parece que en el teatro se amplifican las mismas cosas que uno hace en televisión. Siento que hay más posibilidad de ejercer una opinión; es una invitación a pensar, el teatro, donde uno tiene mayor ingerencia sobre la historia; hay mayor intimidad, uno participa de otra manera. El actor de teatro tiene el interés o la capacidad de profundizar. Además, es tremendamente sacrificado y tiene el vértigo de que es en vivo".

-¿Y en televisión?
"Los procesos son mucho más rápidos; uno llega prácticamente desnudo a enfrentar un personaje. Si bien hay el tiempo suficiente para estudiar los diálogos, llega la hora de grabar ¡y listo!, no hay muchas oportunidades de probar o cambiar".

-¿La idea original del personaje va evolucionando a medida que avanza la historia e interactúa con los demás?
"Por supuesto, porque uno puede tener una idea preconcebida del personaje, pero éstos se arman en función de la historia, del contexto, de lo que me propone mi compañero. En el teatro pasa lo mismo; uno reacciona, sin perder el espíritu específico que uno propuso para ese rol".

-Has hecho poco cine.
"Sí, una película. Tiene que ver, yo creo, con los espacios que uno se va generando. El teatro es un espacio que me interesa mucho y he podido hacer historia y oficio a través de él. Por supuesto, cuando me llamó Justiniano para trabajar con él no dudé en aceptarlo, pero me han propuesto otras cosas que no me han interesado, aunque me encantaría hacer cine".

-¿Muy exigente?
"Un poco, tal vez debería arriesgarme un poco más y hacer la película mala también, porque es necesario. Siempre creo que, en este oficio, es más importante estar que no estar; hacer que dejar de hacer ¡En el cine he sido súper poco arriesgado! No he tenido la paciencia suficiente.
"No tengo sesenta años como para ponerme tan selectivo, aunque creo que le he dado un sello a mi carrera con el camino que he seguido, en eso creo no haberme equivocado. Puede ser un poquito menos efectiva, pero me interesa mantenerme".

-Dicen que eres tremendamente ordenado en todo, ¿no se deberá a eso también esta carrera más bien programada?
"Ehh, no sé, yo creo que es un mecanismo que me tranquiliza, porque como soy un poco nerviosín, trato de ser lo más ordenado posible. Me descompone llegar a mi casa y ver las cosas fuera de lugar".
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