Claudia Gotor (25) se saca las zapatillas y de inmediato fija la vista en sus pies. Pese a que lleva sólo cinco meses escalando ya tiene una de las características físicas de aquellos que realizan este deporte. Sus dedos parecen pequeños dados, ya que en la búsqueda de un mejor ascenso utiliza, al igual que la mayoría, un calzado más pequeño al que acostumbra.
Así como Claudia, desde mediados de los noventa son cada vez más los que han decidido
"trepar" en la vida. Para ello, además de soportar el dolor de pies, se necesitan principalmente dos cosas: una superficie que escalar y convicción. "Puedes tenerle miedo a las alturas, pero se supera si esto te apasiona", dice Francisco Rojas (27), quien practica desde 1997.
En Chile se escala en todo el territorio.
Desde el Lago Chungará hasta la Antártica. Incluso, en las cercanías de Santiago están algunos de los destinos más visitados.Las Palestras, Torrecillas y Piedra Rommel tienen a la localidad de El Manzano, convertida en un verdadero enclave.
Lenguaje propio |
Abrir: ser el primer escalador en una vía. También se denomina puntear.
Anclaje: punto en el que se asegura la cuerda a la superficie trepada.
Arnés: armazón provisto de correas y hebillas que se ata a la cintura y muslos. Sujeta al deportista y sirve para transportar instrumentos.
Big wall: escalada de gran pared. Se realiza en una superficie tan larga que requiere más de un día.
Boulder: tipo de escalada que se realiza en muros de baja altura. Los pasos son más cortos pero más difíciles.
Cinta express: dos mosquetones unidos por una cinta. Sirve para unir la cuerda a los seguros en la superficie.
Crampones: herramienta que se coloca bajo el calzado y que permite caminar y trepar por hielo.
Limpiar: retirar el material de seguridad colocado por quien abrió la ruta.
Magnesio: Polvo de carbonato de magnesio para secar las manos sudadas.
Mosquetón: herramienta básica. Es un eslabón que une la cuerda al arnés o a la roca.
Palestra: lugar donde se escala. Puede ser natural (outdoor) o artificial (indoor).
Péndulo: mecerse en la cuerda.
Piolets: instrumento de progresión o de apoyo para mantener el equilibrio mientras se escala en hielo.
Rappel: técnica de descenso que utiliza la cuerda y un dispositivo especial para ello.
Top roping: ir de segundo. Continuar la ruta abierta por otro escalador. |
Tal como en natación es distinto disputar los 200 metros libres a realizar saltos ornamentales,
la escalada tiene diferencias respecto al montañismo, su actividad madre. No se trata de hacer cumbre, sino de ascender sobre formaciones rocosas, de hielo o incluso artificiales. Para ello uno debe valerse de las manos, pies y herramientas.
Pueden ser tan sólo veinte metros de altura, pero
la gracia está en elegir la ruta más complicada, en la cual los agarres sean más difíciles y la posibilidad de caer esté más cercana. "Muchas veces puedes pasar meses intentando subir por una ruta y cuando lo logras la satisfacción es tremenda", plantea Luis Castro, ex tricampeón universitario de escalada deportiva.
Cuando se habla de escalada uno se imagina a Spiderman trepando por los edificios, pero lo cierto es que para escalar hay una serie de artículos indispensables. A las zapatillas de suela de caucho hay que sumar la cuerda, cuya finalidad es la de asegurar al deportista, tal como la tela de una araña
Quiero mi cascada
Los amantes de la piedra tienen diferentes formas de enfrentarla. Están los que trepan por rutas que poseen seguros atornillados a la superficie (escalada deportiva) o aquellos más osados que prefieren avanzar por recorridos que no están equipados con antelación. En este caso, llamado escalada tradicional, son los propios deportistas quienes instalan sus elementos de seguridad. Eso sí, en ambas, las herramientas sólo sirven como protección y no para progresar.
Todo lo contrario pasa en la escalada artificial. "No hay de dónde agarrarse. Es una escalada muy técnica y con mucha ferretería", asegura Darío Arancibia (33), escalador y director técnico del Cuerpo de Socorro Andino.
El hielo también tiene sus fanáticos y en éste las cascadas congeladas causan furor. "Se da en invierno, especialmente en la Región de los Lagos. Es una forma muy difícil porque no sabes cómo abordar el hielo", asegura Arancibia.
No se necesitan grandes alturas para escalar, pero tampoco para sufrir un accidente.
Por lo mismo, casi siempre el deportista es asegurado por otro, que sostiene la cuerda. A pesar de los riesgos, las motivaciones son más poderosas. "Cuando estás en un paso difícil uno se pregunta qué hago acá, debería estar en mi casa, pero cuando lo has pasado te respondes... estoy haciendo lo que me gusta", cuenta Carolina Tobar (23), escaladora hace año y medio.