Según un estudio hecho en por la Universidad de Chicago, los hijos de padres adinerados, lo son también cuando crecen. La razón principal es que ellos aprenden a invertir y administrar el dinero como sus padres. La clave para ayudar a los hijos está en la educación financiera.
Lo recomendable es darles desde pequeños una mesada fija para sus gastos personales, que irá creciendo de acuerdo a las necesidades propias de la edad.
La idea es que con esa cantidad armen su presupuesto sin volver a pedir hasta la próxima vez. Así ellos mismos valorarán su dinero y lo gastarán en lo que consideren necesario, ya que si saben que se les da todo el tiempo no les importará gastarlo.
Otra consideración importante, es hacerles sentir que están gastando su propio dinero, ya que se sentirán independientes y administrarán sus propios gastos.
Por ejemplo, si le da mil pesos al hijo para que vaya a comprar y se le exige vuelto, lo más probable es que la cantidad devuelta será menor que si le se da los mismos mil pesos, pero no se le exige vuelto. La explicación está en que el niño sentirá suya esa plata y la cuidará.
En resumen, se lees debe dar un plata fija, para que aprendan a ahorrar y tener prioridades de gasto, ya que si se les da todo el tiempo, saben que pueden gastarlo todo y volverán a recibir más.
Ahora el problema viene en la cantidad: cuánta mesada dar a los hijos. Independiente de que la situación económica familiar sea buena, no es conveniente dar a los hijos mucho dinero ni tampoco muy una cantidad pequeña.
La idea es adecuar la cantidad según las necesidades que se van teniendo en las distinas etapas y así irá aprediendo a encontrar priorodades en sus gastos.
Consejos prácticos
El Servicio Nacional del Consumidor da algunas claves para que los niños sepan valorar el dinero que reciben:
-Cuando reciban dinero, no correr directo a gastarlo.
-Pedir que los acompañen a hacer compras para que sepan cuánto valen.
-Si no les alcanza a comprar algo, enseñarles a juntar de a poco hasta conseguirlo.
-Enséñeles a comparar precios en el supermercado para que cotizen antes de gastar.
Por último puede ser últil ayudar a que los jóvenes armen un presupuesto con las mismas proporciones que el presupuesto de la casa. Por ejemplo: gastos en alimentación 25% del total, gastos comunes 30%, movilización 10%, etc.
De esta forma cada mes el dinero les alcanzará para pagar sus gastos y sabrán cuánta plata destinar a divertirse sin quedarse sin nada antes de fin de mes.