Kristel Köbrich Schimpl tiene unos hermosos ojos azules y el pelo largo y crespo. Se ve como cualquier joven de su edad que viste polera y jeans. Sólo llama un poco la atención porque, al hablar, un extraño acento aparece que no es del todo el conocido ‘che’ argentino.
No fuma ni toma, pero no se priva de los carretes en casas de amigos ni de salir a bailar de vez en cuando. O sea, trata de hacer una vida normal dentro de lo que se puede.
-¿Reconoces que te has perdido etapas de tu juventud, de tu vida?
“Reconozco, pero también sé que hay que gente que no tiene ni el 2% de suerte como la que he tenido yo como deportista, como ganar experiencias, viajar por el mundo, conocer culturas, gente, tener alegrías y frustraciones; hay gente que eso no lo vive.
“He perdido cosas, seguro, pero he ganado otras que otras personas nunca tendrán al alcance, que ni siquiera sueñan con esas cosas”.
-¿La mayor pérdida ha sido estar lejos de tu familia?
“Yo creo que sí, pero no me deprimo, no decaigo, sé que la situación es así, que yo lo decidí. Trato de pensarlo no más de tres veces porque sino... En eso soy bastante fuerte y trato de separar bien las cosas. Obviamente que me gustaría estar un domingo con mis papás, en un asado...”
-En los cumpleaños...
“Sí, en fechas importantes, pero son cosas que cuando uno crece aprende que son detalles, que no es lo fundamental; lo fundamental es saber que ellos están ahí, que son constantes, que te quieren, respetan y empujan cuando uno está un poquito abajo”.
-¿Y qué haces en los momentos de pena? Porque los tienes que vivir.
“Obvio, me comunico con la gente que me quiere, con la más cercana (se pone melancólica)”.
-¿Eres de las que se conecta al chat y dice hola, necesito ayuda?
“No, soy de esas personas que me reservo un poco y paso unos días antes de contar lo que me pasó, que estuve un poquito mal. No soy de las que llaman enseguida, pero si después de unos días”.
-¿Esa fortaleza interna podría explicar tus metas?
“Seguro, claro que sí, creo que son muchos los detalles que te llevan a eso. No es 2 + 2 es 4 en natación, son varias cosas las que me han llevado a ese nivel y lo más difícil de estar en un nivel de alto rendimiento es poder mantenerse como lo he podido hacer yo y eso es gracias a lo cuadrada que puedo llegar a ser”.
-Tu lado alemán por padre y madre.
“Obvio que sí, soy ordenada. No sé si tan cuadrada, pero soy responsable, cumplidora, termino lo que me propongo independiente de los demás; son raíces que uno tiene y yo las agradezco; estoy súper orgullosa de tener estos genes de mi familia”.
-Una de las cosas que se hace a esta edad es pololear, ¿te has perdido eso?
“No, porque lo he pasado bien”.
-¿Llevas mucho tiempo sin pololear? ¿Debe ser difícil hacerlo a no ser que sea otro nadador?
“Sí... Eso (pololear con un nadador) no creo que sea tan, tan bueno. Es bueno tener una compañía, lo sé porque te saca de tu rutina, te saca de los momentos en que se está encerrado. En mi caso, he tenido gente que ha estado ahí, pero por ‘x’ motivo no ha funcionado. Yo estoy súper bien como estoy ahora, tengo las cosas súper claras, no veo la razón de que pololear te pueda poner pelotuda, como dicen por ahí; si estás consciente, cien por ciento metida, no tiene porque ser así”.
-¿O sea no es una decisión voluntaria estar sola? Si llega bien, y si no, también.
“Exacto, en eso soy relajada”.
-¿No es bueno pololear con compañeros de equipo?
“No, para nada. Tienes sus pros y sus contras, es como estar casado con un tipo que hace lo mismo que tú; por ahí, es rico contar las cosas que él no ve y que uno hace día a día. Creo que es rico pololear con un deportista como con un no deportista. La verdad es que a la hora de estar juntos va a ser rico igual”.
-¿Se pueden mantener los amigos a distancia y con tu rutina?
“No, en mi caso los he mantenido. Lo que sí es que se puede cerrar el círculo, se va haciendo más chico. Tengo muchos conocidos y muchos amigos, pero verdaderos amigos creo que son pocos. Creo que a mucha gente le pasa”.
-¿En qué te entretienes cuando no estás en el agua?
“Leo, voy al cine, me encanta la música”.
-¿Carreteas?
“Muy poco, muy poco, pero me encanta bailar. Además, si se que tengo un torneo, trato 3 meses antes de no salir, no acostarme tarde, pero obviamente disfrutar. Me encantan las juntas en las casas con amigos”.
-De moda, ¿aplicas algo en tus trajes de baño?
“Hoy está siendo súper restringido eso. Tienes tres o cuatro modelos o marcas que son casi todos iguales. Ahora se aplicó una nueva norma donde ellos (los organizadores) te dan la gorra así que hasta ahí no más llegamos”.
-¿Y en los entrenamientos?
“Bueno, sí. Además, creo que en su momento, la gorra de las ‘Chicas Superpoderosas’ llamó la atención y bueno, después tuve la gorra de ‘Hello Kitty’ que también lo hizo, Ahora, eso no va a poder ser... uno se cuida, uno es mujer”.
-¿Qué otra coquetería confesarías?
“Noooooo, por ejemplo, uno trata de cuidarse las uñas. Uno es mujer afuera y adentro del agua. Por ahí comentan que uno está en buzo todo el día, pero en mi caso no es tanto”.
-Tanto en el agua debe arrugarte, ¿cómo te proteges?
“Lo que más nos afecta es el cloro, por ahí ya lo tengo impregnado. Tengo olor a cloro, por eso, el sábado, después de entrenar, me paso media hora en la ducha tratando de sacármelo con mucho jabón. Me pongo cremas, me cuido el pelo, lo tengo seco, pero es así, no hay forma de que no te pase. Lo tengo asumido y no es trágico, para nada”.
-Y en comidas, ¿eres golosa o tienes que cuidarte?
“No llevo un régimen estricto. Me cuido, obviamente, trato de no comerme 3 barras de chocolate al día, eso a nadie le hace bien. Como cualquier cosa, no soy de volverme loca por algo, pero prefiero más lo salado.
“No subo de peso, pero igual estoy pendiente; no es un tema en el que tengo estar permanentemente preocupada, como que este mes tengo que bajar dos kilos, no, porque sé que mantengo y equilibro mis comidas. Como mucho más pastas que otras cosas porque eso me hace mejor, con eso tienes menos hambre y me sirve para el desgaste de energías, pero eso estoy consciente de que tengo que comer un poco más que los otros”.