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“Hay mucha desprolijidad... y lo digo finamente”

La socióloga experta en educación acusa al Gobierno de darse “un gustito ideológico”, de no asumir otras “bombas” como la reforma al Estatuto Docente y de redactar un proyecto que se contradice con otras leyes como la subvención diferenciada.

06 de Septiembre de 2007 | 12:00 |
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Contraria a asumir roles políticos, ésta vez se vio obligada por las ‘graves’ circunstancias y aceptó participar del equipo de especialistas que la Alianza instaló para generar una ley de educación alternativa al criticado y polémico proyecto LOCE presentado por el Gobierno.

Entre reunión y reunión, Patricia Matte, se coordina con las parlamentarios opositores, pero también con dirigentes de otras tiendas que no comparten muchos de los contenidos del discutido texto, donde el fin del lucro y la selección de alumnos se empinan como las normas que más rechazo generan.

Presidenta ejecutiva de la Sociedad de Instrucción Primaria (SIP), fundación que registra excelente resultados en sus 18 colegios, es una voz autorizada para desentrañar los efectos de la ley propuesta.

-¿Sorprendida o decepcionada con el proyecto de ley?
“Decepcionadísima; podría haber sido decepcionada, pero es decepcionadísima, porque después de discutir 6 meses en el Consejo Asesor Presidencial de Educación estos temas esperaba otra cosa. Es verdad que no se llegó a consenso, pero de ahí a poner los temas más conflictivos como base de la LOCE y del mensaje presidencial, que fueron en los que más peleamos, me produce una decepción gigantesca”.

-Raya para la suma, ¿perdieron el tiempo en el Consejo?
“No, bueno, perdimos harto tiempo porque las discusiones eran eternas y ponerse de acuerdo era difícil. Ahora, desde el punto de vista del resultado, sí.
“Hay algunos que dicen, como el ministro Viera-Gallo, que es bueno discutir estos temas; nosotros discutimos 6 meses y no llegamos a consenso; ahora los vamos a hacer como país, pero, por qué vamos a llegar a consenso si en el consejo lo discutimos como país, a través de gente que entendía el tema. La discusión va a ser complejísima, pero lo más grave es que esto va a retrasar la tramitación de la ley en una forma impensada, va a tomar el doble de tiempo porque enfocamos la discusión en las cosas que no generaban consenso.
“Habría sido mucho más simple partir por los elementos en los que sí lo habían como que la educación tiene que ser autónoma, descentralizada, que la subvención es insuficiente. Además, otra cosa que va a complicar la ley es que la presentaron sin haber entregado el paquete completo con las leyes que están pendientes como la Superintendencia, la subvención diferenciada o la revisión del estatuto docente”.

-Esto era para hablar de calidad de la educación, ¿el proyecto avanza en algo en ese aspecto?
“Hay algunos elementos en que sí y son importantes como el énfasis de que todos los actores tienen que ser evaluados y que se establecen una serie de requisitos de entrada para ser sostenedor –que a mí no me convencen tanto, pero acepto de que deben haber unos mínimos-. Eso va a dejar afuera a todos los profesores normalistas que no tienen título universitario y lo encuentro complejo, porque se va a descartar a gente que ha aportado mucho a la educación en el país.
“Bueno, pero, por último, se pone de sostenedor a otra persona, porque se puede engañar a la ley perfectamente. El mismo ministro Viera-Gallo dijo que para qué nos preocupábamos tanto del lucro, si al final igual se puede crear una figura legal distinta como las corporaciones y que es lo que usan las universidades. Eso lo encuentro poco serio, si no les importa el lucro, entonces, para qué lo pusieron”.

-¿Qué efecto va a tener en la educación subvencionada terminar con el lucro?
“Ya hay efectos con el simple anuncio de la ley. El presidente de la Conaset me contó que ya lo llamaron los bancos del Estado y del Desarrollo, que son los que les dan crédito a los sostenedores para ampliar colegios, y le dijeron que dejaron de ser viables. O sea, los subvencionados están avisados de que están extinción: o se transforman en otra cosa –los más grandes lo van a poder hacer con la trampa que Viera-Gallo dijo que hicieran- o desaparecen.
“El tema del lucro es una cuestión totalmente ideológica y me supera, porque no tiene nada que ver con calidad. Otra cosa es que el sistema esté muy laxo y haya poca gente con buenos resultados y muchos con malos. En eso en lo que hay poner el énfasis, en el resultado”.

-Se habla de nivelar para abajo. Se dice que va a arrastrar a los alumnos a la educación municipalizada.
“A ver, yo defiendo a la educación municipal, porque si a mí me impusieran las reglas del juego que tienen, yo (en la SIP) no tendría los resultados que tengo. No estigmaticemos a la educación municipal; si yo fuera alcalde daría una lucha frontal por cambiar las reglas del juego; para poder hacerlo bien necesitan ciertas condiciones y esas no existen en el sistema municipal.
“No entiendo como los alcaldes no han chillado más; el grito del alcalde Aldo Cornejo es real, le están pasando $ 1.200 millones para pagar la deudas pero no le están arreglando el problema para adelante. La subsecretaria de Desarrollo Regional le dijo que podía fusionar colegios, juntar alumnos, porque eso será más barato, pero en la práctica el alcalde no lo puede hacer a menos que quiera romper todos los huevos... puede cerrar edificios, pero no puede despedir profesores; el Colegio de Profesores de Valparaíso se lo va a impedir, los padres también y el Mineduc los va a apoyar”.

-¿O sea, esta ley no abordó los temas que interesaban?
“Sí, dejó en la nebulosa muchos. Formula tímidamente el tema de la evaluación, no dice, por ejemplo, que se requiere de un mínimo de financiamiento para prestar una educación de calidad para el S XXI. Dentro de la LOCE debiera aparecer una norma que asegure que el monto de la subvención mantenga su valor para prestar dicho servicio, cuestión que debe ser revisado permanente. Tampoco aparece que un colegio tiene que tener capacidad para gestionar sus recursos financieros, pedagógicos y docentes. Pongámonos serios, en el fondo, aquí, lo que se está haciendo es darse un gustito ideológico”.

-En el tema de la selección se habla de igualdad, de no discriminar.
“A ver, la única selección que permite la Constitución es por mérito académico y por proyecto educativo, las otras son todas discriminaciones; no se puede discriminar por sexo, raza o religión y la ley no lo permite. Nosotros, en la SIP, le planteamos a los padres que tienen que suscribir nuestro proyecto educativo, pero tiene su explicación, si no lo hicieran, no podríamos funcionar. Si un padre de nuestros colegios, piensa que la disciplina no es importante no debiera estar ahí y debe ir a otro”.

-A largo plazo esto es una bomba para la meritocracia.
“Absolutamente; hay padres que ponen sus hijos en kinder en la SIP porque quieren que vayan al Instituto Nacional donde se es aceptado con un 6,5 de promedio. Por qué un niño que no se ha esforzado, cuyos padres no tienen ese sueño, va a entrar al Instituto Nacional y el que se ha esforzado va a entrar a una especie de lotería.
“Estoy de acuerdo que las exigencias estén en papel en la puerta, que sea transparente y en eso coincido con la ley, se va a tener que rendir cuenta del uso de los recursos, sobre el proyecto educativo, pero el padre elige por esas variables”.

-¿Crear consejos escolares es sumar ruido al proceso educativo? Cada estamento puede bregar contra el proyecto en pos de sus intereses.
“Nosotros tenemos consejos escolares en todos nuestros colegios y funcionan extraordinariamente bien. Ahora, si cada uno va por sus intereses se distorsiona el proyecto educativo y eso no es aceptable. Tienen que ser consejos escolares consultivos; ese apellido es muy importante, porque hay toda una ideología de cogobierno, donde los consejos pueden opinar del reglamento; si son resolutivos podrían cambiarlo y hacer que no calcen para nada con el proyecto educativo”.

-Eres partidaria de una agencia autónoma de calificación. ¿Una Superintendencia sería tan débil como el Mineduc?
“Es que el ministerio no es débil, es poderosísimo. Esa es la primera cosa que hay que tratar de modificar, cambiar esa imagen en la cabeza. El ejemplo del Britannia (colegio subvencionado que quebró) da para una investigación. ¿Por qué el Britannia siguió funcionando cuando a mí, en la SIP, no me dan la subvención si no pago un mes la previsión de mis profesores? ¿Por qué las reglas son tan duras conmigo y con el Britannia no cuando somos iguales?
“El ministerio es poderosísimo, lo que pasa es que se mete donde no se debe meter y no se mete en lo que sí se debe meter. Se mete a decir cómo hacer educación, procesos y no se mete lo suficiente en resultados ni en rendición de cuentas”.

-Entonces, ¿se necesita Superintendencia?
“Si se crea una Superintendencia que va a reproducir lo que hace el Mineduc es el peor de los mundos; vamos a tener dos órganos haciendo lo mismo. Por eso creo que tiene que ser una agencia autónoma donde todos, desde el súper para abajo tienen que ser elegidos desde el sistema de la Alta Dirección Pública, que se mantengan en el independiente y en el tiempo porque la educación es de largo plazo.
“En eso le encuentro razón a Michelle Bachelet cuando dice que tiene poco tiempo para hacer las cosas y además le dejaron bombas como el Estatuto Docente. La dejó el primer gobierno de la Concertación y ninguno de los que ha venido después se ha atrevido a tocarla”.

-¿Alguien va a estar dispuesto a terminar con la inamovilidad docente?
“Con esta LOCE tú te das cuenta que no. No va en serio la cosa, en ninguna parte aparece la autonomía del establecimiento.
“Incluso me da risa las cosas que pasan. Ya se filtró que van a retirar la ley sobre subvención diferenciada porque no calza con la LOCE. Efectivamente, en esa ley se dice que aquellos colegios que reciban a alumnos con subvención diferenciada podrán ser autónomos y la LOCE no refleja ese concepto, aparece como que los privados -y no los municipales- van a ser sometido a controles; autonomía significa que se metan en los resultados, no en cómo llego a ellos”.

-¿En qué estaba pensando el Gobierno que redacta una ley que se contradice con otra?
“Es que por eso digo, hay muchas desprolijidades, lo vimos en el Transantiago. Lo digo finamente, desprolijidades; en leyes tan importantes no se puede serlo, el objetivo debe estar claro. Mira lo que pasó con el artículo 44” (aquel que obligó a la ministra de Educación a clarificar que el ‘espíritu’ de la ley no plantea que los privados también deben ser sin fines de lucro si quieren la acreditación).

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