La pregunta lo dice todo y confirma que este tema va ‘in crecento’ dentro de las preocupaciones de las empresas y los trabajadores.
¿Cómo conciliar y ganar? engloba también los conceptos de la respuesta a la pregunta. Si conciliamos, todos ganamos, así de fácil; pero también así de difícil de poner en la práctica como quedó de manifiesto en el seminario organizado por ComunidadMujer bajo el título “Trabajos exigentes, familias desafiadas”.
Algunas recetas se han encontrado en distintos países del mundo y el común denominador de todas ellas es que su punto de partida es el profundo convencimiento de que el trabajador no puede ser segregado a fin de dejar su lado familiar en casa.
Las expertas Manuela Tomei y Ellen Galinsky concordaron en que este tema se ha puesto sobre la agenda a partir de la mayor participación de la mujer en el mundo laboral, pero que sus implicancias no hacen cuestión del sexo del trabajador, por cuanto, el hombre también requiere de políticas de conciliación.
Manuela Tomei, directora del programa sobre condiciones de trabajo y empleo en la OIT aseguró que en los países industrializados el tema de la conciliación ha dejado de ser un problema de la familia, sino de toda la sociedad y que ello ha desembocado en una mayor conciencia de que debe ser resuelto por la empresa y el Estado.
Los objetivos para aplicar políticas de conciliación pueden ser diversos según cada nación, pero en el principal está la toma de conciencia de que la participación de la mujer en el mercado laboral apoya el crecimiento económico de los países. En este punto se hace presente la necesidad de mantener a las madres en el mundo laboral, especialmente en los países que presentan altas tasas de envejecimiento, porque con ello se aseguran las pensiones de las mismas.
Otro de los objetivos es tratar de revertir la caída en la tasa de fecundidad y adelantar la edad en la cual el hombre y la mujer están contrayendo matrimonio.
Se suma la necesidad de contribuir en la reducción de la pobreza y la eliminación del trabajo infantil. Por último está el contribuir a la igualdad de géneros, donde hombre y mujer comparten los derechos y deberes de trabajador y padre.
“Hoy se reconoce que las obligaciones de los padres no sólo son ser proveedores para sus hijos, sino que también tienen el derecho y deber de criar”, aseguró.
Al explicitar las prácticas que se han implementado tras la consecución de alguno de los objetivos anteriores, Manuela Tomei destacó los diferentes tipos de licencias parentales que se aplican, ya sea postnatal para madres y padres, licencias de enfermedad, etc. que comprenden la mantención de algún porcentaje del sueldo. También se encuentran los programas de guarderías infantiles y de asistencia a los ancianos; los horarios y jornadas de trabajo flexibles; políticas tributarias para parejas; y negociaciones colectivas que persigan estos objetvos.
La experta de la OIT indicó que en un 70% de los trabajadores en jornadas part time son mujeres, cuestión que tiene ventajas y desventajas. Muchas veces, aseguró, este sistema se puede convertir en una traba para aquella mujer que quiere regresar a la jornada completa; además puede llevar a una discriminación laboral por sexo, dejando a las mujeres relegadas a cierto tipo de actividades.
Ellen Galinsky, en su panorámica, aseguró que todos los estudios confirman que la gente se queja cada vez con más frecuencia de un trabajo excesivo.
Hay un gran cambio, afirmó, en el hecho de que hay más mujeres que expresan su deseo de no trabajar, pero que la verdadera revolución es que hay un mayor porcentaje de trabajadores que declaran no querer trabajos de mayores responsabilidades.
Entre sus recomendaciones, además de la necesidad de avanzar hacia las jornadas más flexibles, Galinsky postuló la aplicación de las carreras profesionales flexibles, o sea, aquellas donde se puede entrar y salir del mundo laboral.
Otro de los puntos en los que hizo hincapié es que las tecnologías están desdibujando los límites entre familia y trabajo y que ello está teniendo un efecto muy importante en las personas, porque nunca se desconectan de la pega.