Unas cuantas agujas y preparados en base a sustancias naturales.
Esa es la curiosa alianza que da vida a la llamada "Biopuntura", una nueva terapia alternativa que sirve para complementar los tratamientos tradicionales de varias enfermedades.
Es una técnica que combina la acupuntura con la medicina biológica. Mediante inyecciones de fármacos naturales, colocadas en los puntos que contempla la acupuntura, se busca aliviar en forma rápida los dolores sin que se produzcan los efectos secundarios de otros remedios.
Los compuestos son de origen vegetal, mineral u orgánico. "Como esos productos se diluyen, no son tan fuertes como la medicación convencional. A largo plazo los resultados son más duraderos pues estimula el propio mecanismo de defensa del cuerpo", señala el doctor Jan Kesschot, precursor de la biopuntura en Europa y que acaba de visitar Chile.
Estos productos biológicos también sirven para estimular la circulación local de la sangre y apoyar los procesos inflamatorios, por lo que es muy útil para tratar las lesiones deportivas.
El doctor Kesschot explica que con la biopuntura se pueden tratar dolores de cuello, espalda, ciática, esguinces en el tobillo y tendinitis.
Además, sirve para pacientes con artritis, bronquitis, jaqueca, neuralgias y sinusitis.
