EMOLTV

La dolorosa necesidad de éxito

25 de Junio de 2007 | 10:04 |
imagen
El 25 y 26 de mayo se realizó la Primera Jornada de Niñez y Adolescencia, organizada por la Asociación Psicoanalítica Chilena APCH y la Facultad de Psicología de la Universidad del Desarrollo. Uno de los tantos temas que, se discutieron entre los psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas allí presentes, dice relación con la preocupante situación de los pacientes adolescentes que recibimos en nuestras consultas. Estos, están muy presionados por los valores imperantes como el éxito e inclusión en la categoría de los “mejores”; aparecen deprimidos, con una visión desesperanzada y vivencia de menos valía. Sienten que han fracasado por no cumplir con el deseo individual, familiar y social de estar entre los “superiores”.

Vivimos en una sociedad que fomenta la competencia, perfección y excelencia. Hoy pareciera muy difícil aceptar la condición humana de incertidumbre y fragilidad. Mostrar alguna dificultad que dé cuenta de cierta vulnerabilidad e imperfección, es fuente de frustración y decepción. El adolescente y sus padres quedan entonces en el rol de los “perdedores”. Ambos grupos se sienten exigidos a tener y mostrar éxito y pertenecer al grupo de los “ganadores”.

Como he señalado en columnas anteriores, la adolescencia se caracteriza por distintas crisis, principalmente, la de identidad, de confusiones que comprenden lo bueno y lo malo, lo masculino y lo femenino, la niñez y la juventud que da paso a la posibilidad de reinventarse. Es el período de la vida marcado por un serio intento de autodefinición, proceso en el cual los jóvenes requieren de una guía que acompañe, imponga en el descubrimiento de lo más legítimo de si mismo.
Consultas
Si deseas hacer alguna pregunta a nuestra psicóloga, envíanosla a través de ”Escríbenos”, ubicado en el costado izquierdo de la portada de Puntomujer.

El terror del adolescente de tener que someterse a los valores familiares y socioculturales, puede llevar a un distanciamiento y rechazo de los progenitores, adultos y pares, llevando a una retirada hacia dentro de sí mismo con vivencias fantasiosas de total autonomía, o sea, autonomía sin dependencia, quedando muy solo, con una falsa sensación de independencia, lo que constituye un cuadro clínico delicado.

Conocer y considerar lo propio no es tarea fácil para los adultos, y menos para los adolescentes; somos autónomos y dependientes, necesitamos de la mirada y el afecto del otro, lo que nos torna vulnerables y necesitados. Hoy se torna una condición para ser aceptado el “ser exitoso”: hay un importante maltrato para aquéllos que no lo son.

La mirada crítica del otro dificulta la propia aceptación; es fundamental como padres y educadores tener claro el sufrimiento que trae aparejado el sentirse distinto o, no de los “mejores”. Es necesaria una visión más respetuosa, confiada y optimista que acepte genuinamente la diferencia en los procesos de maduración de los adolescentes; hoy pareciera un delito ser del montón o diferente, solo habría cabida para los triunfadores.

Tus comentarios sobre la columna de Viviana Sosman en el Blog PuntoMujer
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?