Vivir al estilo "Friends", compartiendo un mismo techo con amigos, parece estar en retirada. Hoy, la tendencia es preferir la independencia total, y las cifras así lo demuestran. En diez años, el porcentaje de jóvenes que se han ido a vivir solos, sin amigos ni pareja, se ha casi duplicado. Si en 1992 había 33.455 chilenos entre 15 y 29 años que declaraban vivir sin compañía, en el censo del 2002 el número ya alcanzaba los 59.260.
En la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios han notado esta alza y es por eso, reconocen, que se construyen cada vez más departamentos con una sola habitación.
"El aumento de los departamentos chicos es exponencial y muy marcado. Los que tienen menos de 28 años en su mayoría arriendan, y los mayores están comprando, sobre todo en Providencia y Santiago Centro", explica el director ejecutivo de la Asociación, Vicente Domínguez.
¿Cuál es el atractivo de vivir solo? Bárbara González (27) se fue de su casa hace un año y tres meses y lo tiene muy claro: "Soy muy mañosa, súper ordenada. Y si vives con más gente tienes que ceder no más y yo no quiero tener que aguantar nada, aunque sean mis amigos".
Y agrega que la soledad, más que generarle melancolía, la hace sentir 100% libre: "Me encanta estar sola porque tengo espacio para hacer mis cosas. Por ejemplo, me encanta ir a bailar, pero me carga quedar pasada a humo. Y ahora cuando vuelvo a mi casa, aunque sean las 5 de la mañana, puedo ducharme, secarme el pelo y no molesto a nadie, y nadie me molesta a mí".
Barrios favoritos
Bárbara tiene su departamento cerca del Parque Forestal y a pocas cuadras del Metro, como muchos de los que deciden independizarse. Pero hay otros sectores que también están de moda.
"Los profesionales del ámbito artístico y los arquitectos que bordean los 30 años prefieren los lofts porque así los combinan con su taller. La zona del Barrio Brasil es muy popular", dice Domínguez.
Otros lugares con alta demanda son los cercanos al Metro Manuel Montt, las calles Lyon, Suecia y La Concepción, donde surgen construcciones pensadas sólo para "singles". Y entre quienes prefieren los edificios más antiguos, está "in" el "Vaticano chico" (entre las calles Condell y Seminario).
Este perfil juvenil también ha sido identificado por las agencias de publicidad. Adolfo Guzmán, planificador estratégico de JWT, cuenta que se trata de personas de entre 21 y 30 años, individualistas, preocupados por las marcas y que quieren aprender a autovalerse.
Para Max Purcell, gerente general de Collect Investigaciones de Mercado, hay otros factores que caracterizan a esta generación: "Tienen poco tiempo libre y buscan estabilidad en el trabajo porque así pueden proyectar el gasto. Se trata, por lo general, de personas consumistas con poca capacidad de ahorro, que se gastan prácticamente todo lo que ganan". La ropa es en lo que más invierten.
Tampoco planifican las compras: el supermercado lo visitan una o más veces por semana. "Si les dan ganas de comer algo especial, van y compran según los antojos que tengan", agrega Purcell.
Los momentos de ocio los usan para hacer deporte, pero también van a restaurantes y pubs. Una vida llena de actividades que deja poco tiempo para estar en casa. Por eso sus departamentos son funcionales, con cocinas pequeñas.
Ayuda a crecer
Vivir solo no es siempre una experiencia sencilla, pero se hace más fácil cuando se trata de personas "con una buena autoestima y mayor confianza en sí mismas", explica la sicóloga Patricia Fernández Bieberach.
"Vivir solo enseña a hacerse cargo de uno mismo, y es un paso significativo en la vida de una persona. Se aprende un mejor manejo del tiempo, del dinero y de las relaciones interpersonales", agrega la especialista.