Una alimentación rica en preservantes, la contaminación ambiental, el uso de pesticidas, el sedentarismo y el alto grado de estrés serían responsables de un deterioro de la calidad espermática.
"Hay trabajos internacionales que muestran que no sólo hay un recuento más bajo de espermios, sino que además la calidad de los espermatozoides es inferior a la de hace 50 años", explica el doctor Alejandro Manzur, jefe de la Unidad de Reproducción Humana de la UC. Y aunque agrega que en Chile no hay estudios al respecto, sí reconoce que han aumentado las consultas por infertilidad masculina.
De hecho, hace un par de años empezó a recibir a un nuevo tipo de pacientes: hombres jóvenes que piensan casarse y que llegan buscando conocer su fertilidad. A ellos les recomienda un espermiograma, examen que busca ver la movilidad, forma y número de espermios.
"Algunos vienen porque han tenido con anterioridad relaciones promiscuas y están preocupados de pedir no sólo el test del sida, sino también de saber si tienen alguna infección genital que les haya influido en su fertilidad, ya que muchas de ellas son asintomáticas", dice Manzur.
Una situación que también le ha tocado ver en su consulta al urólogo del Hospital Clínico de la U. de Chile Miguel Ángel Cuevas. "Muchos llegan temerosos de tener una eventual enfermedad venérea sin saberlo, y que eso les impida tener hijos o perjudique al bebé. La clamidia, por ejemplo, los primeros días causa ardor al orinar, pero a la semana se pasa. El problema es que aunque no se note, produce un proceso de inflamación crónico que puede llegar a la obstrucción, y que por lo tanto, aunque el joven produzca espermios, éstos no logren salir junto al semen".
Para el gineco-obstetra de la Clínica Alemana Patricio González, la principal causa actual de las dificultades para lograr el embarazo se debe a la postergación de la paternidad. "El período más fértil, tanto para hombres como para mujeres, es entre los 20 y 30 años. El hombre tiene una declinación similar a la femenina, aunque no es absoluta. Es decir, no hay un corte definitivo en el que deje de producir espermios, pero sí cada vez la tarea es más difícil".
Por otro lado, como no hay señales visibles que delaten problemas de fertilidad, los hombres sólo pueden estar atentos a factores que los hagan sospechar, como haber tenido paperas después de la pubertad o sufrido una cirugía abdominal.
Además, los que fuman más de 10 cigarros diarios, tienen hábitos alcohólicos o son drogadictos, también disminuyen su producción de espermios. Lo mismo ocurre con quienes toman anabólicos para desarrollar su masa muscular, explican los expertos. Y aunque todas estas condiciones son reversibles dejando estos vicios, volver a la normalidad puede demorar meses.
Otro factor que influye en la producción de espermatozoides es la exposición a altas temperaturas. Es por eso que tener un notebook mucho tiempo sobre las piernas, usar ropa ajustada o el exceso de peso serían problemáticos. "La obesidad se relaciona con una mayor temperatura genital, lo que provoca espermatogénesis", dice el doctor Cuevas.
Muchas de estas patologías pueden solucionarse con cirugía o a base de inyecciones de hormonas, pero lo fundamental, hacen hincapié los especialistas, es consultar lo antes posible.