Nos cita a las 9:00 en Radio Cooperativa, pero al llegar unos minutos después, ya se ha ido a la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Chile. No sólo es muy puntual, sino que está acostumbrado a un ajetreado ritmo de trabajo. Apenas termina de leer las noticias, se va a la universidad donde es el director de extensión y profesor de periodismo radiofónico. El día de la entrevista organizaba un seminario, además, por lo que su tiempo era bastante reducido. No obstante, se explaya en sus recuerdos y no olvida fechas ni detalles, tanto en la radio como en su labor de profesor.
Cuenta que siempre le gustó la radio, desde los tiempos en que estudiaba en la Escuela Normal; incluso antes, porque se reconoce un auditor de radio bastante precoz, ya a los 10 años escuchaba noticias y música. Vivía en Rengo, ciudad en la que había algunos referentes locales, pero las radios de carácter nacional de ese tiempo –Minería, Cooperativa Vitalicia, Corporación- eran sus preferidas.
“La radio estaba en la primera línea de la comunicación instantánea, porque la televisión recién apareció el ’61 en Valparaíso y el ’62, aquí en Santiago. La radio sufrió una transformación, pero igual me siguió gustando. Además la televisión no fue masiva hasta bastante después del ’62, pero no era más allá del 10 por ciento de la población y con mucho esfuerzo”, dice.
En 1962 entró a la Escuela Normal y ya al año siguiente formaba parte de la radio interna, que se llamaba Gabriela Mistral. La dirigía un coterráneo suyo, pero al tiempo, Campos se hizo cargo. “Empezamos a hacer programas periodísticos, musicales, deportivos; así que, cuando salí de la Escuela, ya tenía bien asentado el espíritu radial”.
-¿Te dedicaste a hacer clases?
“Entré a estudiar Publicidad en la Universidad Técnica del Estado y se presentó, al mismo tiempo, la oportunidad de hacer un curso de locutores y me presenté. Una cantidad impresionante de personas dimos el examen en el auditorio de la radio Cooperativa, en Bandera 236. Nos hicieron leer noticias, improvisar, animar un programa, leer un programa de radioteatro y quedé seleccionado... ¡éramos 20!”
Cuenta que en ese momento la radio se convirtió en parte de su vida, incluso abandonó la carrera de publicidad en tercer año y se puso a trabajar con Máximo Clavería en deportes; después, un par de meses en la radio Prat durante el verano y, a comienzos de 1970, lo llamaron a radio Corporación.
-¿Ahí empezó tu carrera?
“Claro, en la Corporación hice de todo: reporteo, locución, animación de programas, confección de libretos, narrador de radioteatros... ¡todo eso cuando tenía poco menos de 20 años!”
-El ’73 te fuiste de Chile, ¿verdad?
“Sí, me fui a Argentina y empecé a trabajar en periodismo para la Agencia Latinoamericana de la Información –Alai-, que tenía sede en Canadá y se preocupaba de los problemas de América Latina; eran más bien temas en desarrollo que noticias”.
De vuelta en el país en 1977, hizo un programa de trasnoche en radio Yungay y, a los dos meses, lo llamaron de la Chilena para que se trasladara con programa y todo. “Estuve menos de un año ahí y me convocaron a radio Cooperativa”.
-¿Cómo conductor?
“No; hacía móviles, leía noticias. Eso fue los años ’78 y ’79; después, la radio se cambió a Antonio Bellet. He hecho toda mi vida en radio Cooperativa, son 30 años ya, netos, de trabajo ahí”.
-¿Ejerciste como profesor alguna vez?
“Sí, siempre, salvo el período que estuve en Argentina. Egresé el ’67 y trabajé hasta el ’74 como profesor de enseñanza básica. Después hice el curso de Castellano en la Católica e hice clases en enseñanza media. Cuando volví de Argentina, empecé a trabajar en el colegio Inmaculada Concepción de Vitacura... harto tiempo, en paralelo con la radio”.
-¿Cuándo te hiciste cargo de los noticiarios en la radio?
“El Diario de Cooperativa tuvo varios conductores: En lo inicios, Patricio Bañados; después, Freddy Hubbe, Arturo Navarro, Felipe Pozo, Ignacio González-Camus.
“En 1980 se inicio la nueva era con 4 bloques informativos de 6 a 9 de la mañana; de 1 a 2 de la tarde; de 7 a 8 y de 12 a 1, yo me hice cargo de tres y Jaime Moreno del de la mañana por un año, después yo también”.
-¿Cuántos años llevas levantándote para llegar a las 6 de la mañana a la radio?
“Como 26 años... ¡en rigor!”
-Estuviste un tiempo en televisión, ¿Cómo se gestó eso?
“En el fondo, fue una proyección. Me llamó Fernando Leighton, de Megavisión, y yo lo asumí como un desafío”.
-¿No tuviste aprensiones al respecto?
“Tenía más o menos claro que en la televisión lo iba a hacer bien, no por autosuficiencia, sino porque había conducido el piloto del programa ‘Tierra adentro’, un proyecto que se inició antes que se eligiera el primer gobierno democrático. El ’90 me llamaron de Megavisión y tuve que dejarlo. La televisión me abrió un espacio muy enriquecedor, desde comprobar que podía hacerlo hasta el reconocimiento de la gente”.
-¿Cuánto tiempo estuviste?
“10 años en Megavisión y 5 en La Red”.
- ¿No la echas de menos?
“No, aunque me gustaría hacer algún programa especial, periodístico... ¡tanto tiempo que dedica la televisión a la farándula! Los cinco canales principales destinan casi tres horas en la mañana, ¡son 15 horas diarias!, más las de la tarde.
“Uno se pregunta
¿cómo no va a haber un par de horas para otra cosa? Hay cosas interesantes, pero creo que son las menos”.
Agrega que la Universidad de Chile está tratando de poner al aire una señal digital, porque tiene el mayor banco de datos que surge de la docencia y la investigación, y que podría ser difundida más allá de las fronteras de la universidad.
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