Contesta ella el teléfono de su casa en Londres y el tono ya señala que nunca ha dejado de ser chilena. Habla con un acento, pero usa aún modismos de nuestro país como “sacarme la mugre”.
Marcela Contreras Arriagada se prepara para recibir la condecoración “dama comandante” de la Orden de la Caballería del Imperio Británico de manos de la mismísima Reina Isabel II. Y desde ese momento deberá ser llamada “professor dame”.
Médico de la Universidad de Chile, se especializó en inmuno hematología, transfusión clínica y trasplante y gracias a una beca del British Council viajó en 1972 a Inglaterra por dos años con el fin de especializarse.
Anoche, al momento de hacer el contacto telefónico, se preparaba para asistir a una cena que sus colegas del Royal College of Transfusion, luego de que el sábado 16 de junio se diera a conocer el listado de quienes serán condecorados y que, desde 1817 cuando fue instaurado, por primera vez incluye a una chilena.
-¿Cuál fue el motivo por el que partiste el año ’72 a Inglaterra?
“Quería especializarme más en mi tema y volver a Chile a practicar. Llegué a trabajar a dos hospitales y al Medical Research Council de Londres”.
-¿Cómo se fue desarrollando tu carrera?
“Yo tenía dos hijos pequeños, una bebé de menos de un año y un niño que tenía menos de 3 y cuando vino el golpe el año ’73 resolvimos quedarnos. Empezamos, con mi marido de entonces, a revalidar títulos y competir por cargos; también a hacernos miembros de los Royal Colleges y hacer lo que en Inglaterra se llama ‘unirse a la carrera de las ratas’ que es empezar a competir con los ingleses para hacer carrera”.
-¿Qué cargos ocupaste?
“Todos los cargos posibles (se ríe), porque aquí la carrera es muy competitiva; empiezas como senior house officer hasta que llegas al cargo de consultant (consultor) que tiene diferentes grados. Después fui sub y directora del Centro de Sangre del Norte de Londres hace como 20 años; luego jefa zonal para todo el sistema de sangre del sudeste de Inglaterra; me hicieron profesora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Londres.
“Finalmente me nombraron jefa de Diagnóstico, Desarrollo e Investigación para toda Inglaterra.”
-¿Qué labor tuviste que desarrollar desde ese cargo?
“Primero, tuve que hacer un estudio para estandarizar los servicios de sangre de Inglaterra; después estandarizar los servicios de diagnósticos, o sea, los laboratorios de referencia en las 14 regiones de Inglaterra, los laboratorios de microbiología, células troncales, el registro de médula ósea, el banco de células de cordón y la educación sobre medicina transfusional para Inglaterra”.
-¿Estuviste al frente de una reforma muy importante?
“Sí, yo creo que Inglaterra es uno de los países más avanzados que hay en cuanto a servicios de sangre y de inmuno hematología. Como no soy tan vieja, conozco bastante y he viajado mucho para dar charlas en todas partes, además he publicado mucho y me he dado cuenta que somos lo mejor del mundo en este tema”.
-¿Te jubilaste?
“Sí, recién, en marzo de este año. No sé cuantos años estuve en el cargo, porque como lo íbamos reformando mis cargos iban cambiando según los íbamos creando (se ríe). Estuve en cargos mayores fue desde 1988”.
-¿Cómo te explicas esta condecoración que es un reconocimiento a los servicios prestados?
“Creo que es por lo que hice en estandarizar los servicios de sangre en Inglaterra y por promover el uso apropiado de sangre; de hecho hemos bajado el uso de sangre mucho, o sea, nos sobra. Promoví también los sistemas de hemovigilancia y todo lo referido a educación sobre transfusión.
“Al publicar libros ya me escuchaban, pude hacer reformas, que avanzaran los servicios de sangre. Además pude educar a mucha gente de otros países, sobre todo, del mundo en desarrollo, influir en esa área”.
-¿En Chile se conoce tu trabajo?
“Sí, porque ahora último me llamaron del ministerio para que vayamos a discutir el desarrollo de los servicios de sangre en Chile. He estado ayudando al servicio de sangre de Concepción, ellos han seguido el modelo nuestro; o sea, ellos están aumentando bastante la donación altruista y también Valparaíso, es decir, hay dos centros regionales de sangre.
“Dentro de la especialidad me conocen porque yo voy a dar charlas a Latinoamerica, unas dos o tres veces al año voy a los congresos, como speaker....ay, se me olvidan las palabras (entre risas)”.
-¿Te costó mucho llegar donde llegaste?
“¡Ay sí! Me maté trabajando, no puedo decir que fue fácil. Yo he sido siempre trabajólica, pero sí, es duro. Me costó mucho, sacrifiqué cosas de la familia, mis hijos tuvieron mucha paciencia, mis amigos también, mi pareja, en fin. Hay que sacrificar muchas cosas”.
-Supongo que no estás sin hacer nada. ¿A qué estás dedicada?
“Estoy trabajando como bruta, más de lo que trabajaba antes, yo tenía tres secretarias y las sigo usando, tengo esa suerte y me estoy dedicando al desarrollo de los servicios de sangre en el mundo del desarrollo. También a terminar un libro sobre el “Abc de la transfusión”, que estoy publicando la cuarta edición; ya está en la imprenta un libro sobre microbiología transfusional, sobre las infecciones que se pueden transmitir y estoy trabajando con la Organización Mundial de la Salud y Médicos Sin Fronteras para desarrollar servicios de sangre en países de escasos recursos en África y Latinoamerica. Estamos creando además un sistema de acreditación para el mundo en desarrollo”.
-¿O sea, no vas a parar?
“No, estoy trabajando 15 horas al día; tengo 3 oficinas en mi casa y las tengo llenas de email, libros y papers. Además, estoy viajando demasiado, mucho a África, Asia, Medio Oriente, América”.
Su agenda de viajes y conferencias está llena hasta diciembre, pero deberá hacer un espacio y cancelar algún evento para concurrir al Buckingham Palace a recibir la condecoración de manos de la Reina Isabel II. Marcela cuenta que debe esperar una carta oficial en donde le dan a elegir entre tres fechas; todo esto dentro los próximos 3 o 4 meses. “Quiero ir con mis hijos, una vive en Londres y el otro en Chile”, dice.
-¿Te sientes orgullosa? ¿Orgullo de chilena?
“Lo siento como un orgullo de mujer chilena; encuentro que las mujeres chilenas son estupendas. He conocido a muchas chilenas, trabajo ahora con una y tengo el ejemplo. Es un reconocimiento a la mujer chilena, podemos hacer una montonera de cosas al mismo tiempo; las mujeres inglesas, cuando se reciben de médico dejan de trabajar para tener a sus hijos, y las chilenas seguimos, vamos a trabajar, llegamos a cocinar, le leemos a los niños, en fin, hacemos todo y no tenemos derecho a cansarnos”.
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