El rasta más famoso de Chile nos cita en Canal 13 (específicamente en su diminuto camarín) donde participó, hasta la semana pasada, como “maestro” en el estelar que anima Vivi Kreutzberger. Se da una pausa, entre un ensayo y la grabación del mismo programa, para contarnos sobre su exitosa carrera musical, cómo ha sido enredarse en el estrepitoso mundo de la TV y para revelarnos su lado más íntimo y espiritual.
Quique Neira dice de entrada que está “agotado” y “estresado”. Que el ritmo de la televisión es demasiado rudo para él, que nunca se imaginó que duraría tanto tiempo y que fuera tan cansador. Y se le nota en la cara. El ex Gondwana luce notorias ojeras y habla con algo de desgano. De hecho, después de esta entrevista, el cantante presentó a UC-TV una licencia médica por estrés.
Su carrera musical partió con la banda Bambú, que destacó por misturar rock con pop, algo de soul y reggae. La formó apenas salió del colegio y mientras estudiaba música. Pero asegura que las condiciones y el talento musical “son cosas con las que uno nace”. Desde niño le gustaba disfrazarse de cantante y tararear canciones de Camilo Sesto, Julio Iglesias y Rafael, hasta que a los 17 años, descubrió la guitarra eléctrica. Y no la soltó más.
Con Bambú logró sonar por primera vez en la radio con la canción “Mamá yo quiero” (a mediados del ’95) y revela que fue “una tremenda emoción. Estaba en la amasandería donde trabajaba con mi mamá y en la Rock & Pop la pusieron y yo no lo podía creer”. De ahí al éxito de canciones como “In Jamaica”, un solo paso. Dice que ese tema fue el primero en llegar a las radios chilenas con conceptos de reggae. “Ahí, al fin se abrió una ventanita en la que se incluía dentro del rock al reggae, como se hace en el resto del mundo”. Se retiró del grupo por problemas de relaciones entre sus integrantes y meses después, al asistir a un concierto de la ya formada banda Gondwana -que estaba en un proceso de búsqueda de vocalista nuevo- lo invitaron a cantar e inmediatamente se sumó al grupo como cantante y compositor. Estuvo siete años allí.
-¿Por qué crees que Gondwana pegó tanto?
“Porque en ese momento se venía gestando recién un movimiento cercano al reggae que necesitaba representarse. Además, también generó mucha expectativa el hecho de integrarme yo como vocalista porque ya venía de un grupo (Bambú) que se había hecho conocido. Y bueno, todos sentíamos mucho amor por el reggae”.
Producto de esa suma nació el primer disco de la banda con Neira como rostro, “muy cargado a la buena música, con muchos éxitos”, comenta. La canción “Armonía de amor” abrió la brecha y se posicionó durante tres meses en los primeros lugares de los rankings nacionales. “Fue una canción
crossover porque le gustaba incluso a la gente que no conocía el reggae o que no le gustaba, entonces fue como un himno para todo el mundo”.
Lanzaron tres discos de los cuales, remarca, compuso más de la mitad de las canciones. Porque habla con total seguridad sobre sus aptitudes y asegura con énfasis que no sólo es cantautor, sino que productor musical y además multiinstrumentista. “Me llegó este talento y he tratado de desarrollarlo de la mejor manera”. Por eso mismo se fabricó su propio estudio en su casa en Batuco.
-¿Por qué decidiste separarte de la banda?
“Porque a veces el éxito deteriora las relaciones humanas y llegó un punto en que yo no me sentía cómodo ni feliz. No era lo que quería seguir haciendo y además era necesario un cambio para el grupo también, para darse un aire. Creo que fue un acto de poco egoísmo”.
-¿Terminaron peleados? ¿Tienes buena onda con ellos ahora?
“No sé si hay buena o mala onda, porque no hay casi comunicación. Pero a mí no me interesa tener una buena relación con ellos por ahora. Pero sí tengo muy buenos recuerdos de lo que viví con el grupo”.
-¿Piensas que Gondwana ya no es lo mismo sin ti?
“Claro, fue un efecto. Pero no era mi intención despotenciarlos. Yo lo hice más que nada por una necesidad interna mía. Porque cuando uno no está contento, se nota en el escenario.
“No vivo preocupado de lo que hacen, me desconecté. Ellos tuvieron muchos cantantes antes que yo, pero fue conmigo que se hicieron conocidos”.
-¿Te sientes precursor de la música reggae en Chile?
“Mmmm…Me queda grande ese título. Soy una de las caras visibles, de los primeros que partieron con eso y me alegra porque ahora mucha gente lo conoce. Porque desde muy joven que lo he defendido como concepto musical. Lo que sí es que me transformé en un referente. Pero a mí no me interesa el poder que eso pueda generar. No lo ocupo a beneficio mío, a mí lo que me importa es la música. Me parece muy bueno haber aportado en eso. Si me lo reconocen bien, y si no, también”.
Dice que a la hora de componer música puede manejarse en cualquier tipo de ritmo porque “gracias al reggae he llegado a conocer mi propio folklore, porque postula que uno tiene que conocer sus raíces para poder crecer. Y al ver mi propia realidad y entender que soy chileno, trato de llegar a un equilibrio entre el reggae y el folcklore de acá”.
En 2003 lanzó su primer álbum como solista llamado “Eleven”. La canción más conocida es “Pensando en ti”, un romántico cover del grupo Foxy. “Es una versión que hice yo como latino y chileno que soy; tengo ese que sé yo cebollero. Es bonita y la transformé porque quería probar algo diferente y rescatar una canción de mi infancia. “Combajah” también es importante en mi carrera porque sonó mucho y la ocuparon harto en la TV”.
Dos años después, editó su segundo disco en solitario: “Cosas buenas”, un álbum muy prolífico, según él. “La canción con el mismo nombre es decisiva en mi carrera en general; es lejos la más conocida, en todas partes todo el mundo la tararea con mucha potencia. Gracias a ella gané un Altazor como mejor cantante pop masculino, el año pasado. Para mí es súper importante tener el premio a la artes en mi casa, que te dan los mismos artistas. Es lo más importante que he obtenido en toda mi carrera; el reconocimiento de mis pares, es especial. También gané un Apes como mejor compositor”.
Hace una pausa, mira hacia arriba y empieza a tararear “Cosas buenas”. Luego, continúa: “Con esa canción quedé marcado y la gente me relaciona con una imagen benevolente y eso me gusta mucho porque yo soy así; diplomático para todo. Tengo mis ideas y mis postulados y algunos de ellos son bastante radicales, pero soy así no más”.
-¿En qué estás ahora musicalmente?
“Estoy preparando un disco nuevo, mi tercero como solista. Aún no tiene nombre, pero sacaré el primer single a fin de año. Es importante señalar que no cualquiera produce sus discos y que nunca he dejado de producir canciones para otros”.
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