Imposible sacarlo del mundo de las motos. Todo gira alrededor de las dos ruedas. Hasta su vida sentimental. Y es que apenas egresó del colegio Monseñor Manuel Larraín de Curicó “Chaleco” se dedicó de lleno a estas máquinas. De hecho, la institución católica siempre lo apoyó e incentivó en su carrera. “Me daban las tardes libres para entrenar, cuando tenía tiempo y sí era buen alumno, pero le dedicaba exclusividad a las motos. Hacía exámenes libres. Antes de eso ya tenía empresas que me apoyaban y nunca compré una y ya me empezaron a pagar por hacer esto. Y así empecé a ahorrar y viajar y encontré entretenido este tema y me dediqué 100% a eso. Entre medio estudié fotografía seis meses. Me gustó pero me di cuenta que nunca iba a ser fotógrafo, ni otra cosa (risas)”.
-¿Te consideras atractivo para las mujeres?
“Quizás arriba de la moto sí. Es un complemento”.
-¿Pero te preocupas de tu físico, más allá de mantenerte por tu carrera?
“Para nada, soy súper dejado. Me considero piola, bajo perfil, tranquilo, soy del sur, la gente es más tranquila allá. Yo entreno para poder andar mejor en moto”.
-¿No eres nada de vanidoso o trapero?
“Hay una mezcla pero no soy modelo, soy piloto, un deportista. La gente no me reconoce mucho porque siempre en las fotos salgo con casco, arriba de la moto. Y eso al final es bueno porque así paso más piola y es una gracia. Porque a veces pienso si me gustaría ser famoso, que me reconozcan, pero me ha tocado en algunas carreras tener que firmar autógrafos y pienso no sé, en Zamorano, por ejemplo, y digo chuuuta, qué lata, deben estar chatos. Pero no me creo el cuento, me gusta que me reconozcan a veces y que me digan ‘Chaleco’ y que sepan la historia de que a mi papá también le decían así; qué rico la historia que voy formando”.
-Tu polola también debe sufrir mucho por los riesgos que corres.
“(Risas) Pregunta capciosa. Sí, la meto dentro del mismo saco de mi familia. Entre ellos hablan los días de competencia, se ha creado una red. Ven la carrera por Internet”.
-Ella también es deportista, por ese lado te debe entender mejor.
“No es motociclista de profesión pero sí le gustan mucho las motos. Nuestro mejor panorama es salir a andar en moto. Por eso entiende bien, este es un mundo muy cerrado, muy egoísta de mi parte. Todo es las motos y al que no le gusta, fregó no más. Es mi trabajo y es lo que he hecho toda la vida. Por ese lado, encontré a la persona perfecta, que me entiende y que me apoya y lo pasamos bien juntos con eso. Hablamos el mismo idioma”.
-¿Cuán difícil es mantener una relación estable siendo deportista de alto nivel?
“Es muy difícil porque viajo mucho. Ahora me voy por seis meses y vengo entre medio, de paso. Es complicado, pero es lo que hay, como dicen. Estoy disfrutando mi vida así. Estoy dedicado 100% a esto. No tengo mucho tiempo para cosas extras”.
-¿Tu moto es tu mejor pareja?
“(Risas) Sí, es una pasión demasiado grande. He quebrado muchas relaciones por esto porque muchas veces me han hecho elegir”.
-¿Te gustaría tener hijos?
“Todavía no es el momento. Quizás en tres o cuatro años más cuando mi carrera vaya decayendo para tener tiempo para ellos. Hoy en día me daría lata tener hijos sin conocerlos o no estar nunca con ellos”.
-¿Y les meterías el bichito de la moto, como lo hizo tu papá contigo?
“Que ellos lo decidan, lo peor es presionarlos. Si les gusta siempre van a tener mi apoyo. Pero es algo del momento, ahora digo que sí pero quizás después lo voy a encontrar muy peligroso y voy a preferir que estudien una carrera profesional, quien sabe. El día que tenga un hijo le voy a contar mis experiencias, lo bueno y lo malo y que él lo evalúe”.
-¿Tienes algún hobby que te airee de este mundo?
“Este año he hecho snowboard. Me gustaría hacer surf pero no tengo mucho tiempo. Entre tanto entrenamiento, se acorta el día. Me doy un buen masaje, hablo con mi sicólogo, voy al gimnasio y lo paso bien, voy cambiando de ámbito. Es que me gusta mucho el deporte. Soy pegado. Me gusta mucho ver la Fórmula Uno, el ESPN me lo hago chupete. Sólo veo eso en TV”.
-¿A qué otra cosa material te apegas, que no sea a una moto?
“Vivir bien, pero más que tener un buen estilo de vida prefiero tener juguetes: moto de calle, un jeep antiguo, una buena camioneta. Para eso soy bravo, muy cachurero. Pero trato de ahorrar también. Mi hobby es comprarme motos antiguas y restaurarlas. Por ejemplo, comprarme de nuevo la primera moto que tuve. Son joyitas que tienen un valor extra, sentimental. Pero no me puedo escapar de eso”.
“Chaleco” es del año 75, de esa generación que en la adolescencia creció con el boom del rock latino, con exponentes como Charly García. “Me gusta mucho la música que me identifica, como Metálica también, que escuché en otras épocas. Ahora hay pura música top, del momento y que a la gente le gusta por un tiempo, pero después pasa. Me encanta ir a recitales, siempre voy, pero no paso la música electrónica, por ejemplo”, dice. Si de viajar se trata sus destinos favoritos son Barcelona y Suiza, “siempre trato de volver y tengo donde llegar”.
Confiesa que "lamentablemente" no tener idea de cocinar pero le fascina el sushi, los mariscos y las legumbres. “Las lentejas, sobre todo en esta época de frío”.
-¿Alguna frustración, aparte de no saber cocinar?
“Haber salido campeón en mi categoría ya es una frustración menos (risas). Así voy quemando etapas”.
-¿Vicio privado?
“Me gusta mucho mirar para al lado, a alguna chiquilla bonita y no lo puedo esconder. Un amigo decía que hay que hacer hambre para comer en casa (lanza una carcajada)”.
-¿Y cada cuánto sacias tu hambre?
(Risas) “Mmmm…Estoy desde mayo acá. Pero ahora me toca viajar harto”.
-¿Y ella no te sigue?
“El año pasado sí me siguió, pero ya no. Lo que hago no es muy cómodo. Prefiero venir yo cuando pueda para acá”.