Sumérgelos en agua
Un gesto sencillo pero ideal a la hora de aliviar el dolor es preparar un baño tibio después del trabajo. Se sabe que el agua templada ayuda a descontracturar y favorece la relajación. Mejor si al agua se agrega un puñado de sales, y unas cuantas gotas de aceite esencial de lavanda, melisa o romero. La idea es sumergirlos durante 15 minutos y dejar que reciban los beneficios de los aromas y las sales. Después de secar los pies no olvides aplicar una crema humectante para evitar la resequedad, sobre todo en los talones.
Prueba con un masaje
15 minutos de masaje antes de dormir contribuye a aliviar las tensiones, sobre todo en la planta de los pies. La rutina es la siguiente: Sentada, hay que colocar un pie sobre la pierna contraria y estirar uno a uno los dedos de los pies. Luego, realizar movimientos verticales de adelante hacia atrás, con el fin de desentumecer los dedos. Después se debe sujetar el pie con las dos manos, colocando los pulgares sobre la parte carnosa, y masajear de arriba hacia abajo con movimientos circulares. También se debe tomar el pie con ambas manos y moverlo hacia arriba y hacia abajo, y en forma rotativa de izquierda a derecha y viceversa. Luego se deben separar los dedos con los de las manos en forma de abanico y mantener la posición un par de minutos. Para terminar, hay que masajear el pie desde la punta hacia el talón hasta la pantorrilla. Cuando se encuentre un punto doloroso, hay que insistir hasta que el dolor desaparezca.
Es importante tener las manos tibias y usar un aceite que facilite el trabajo y evite la fricción de la piel. Se recomienda el aceite de almendras, que además hidrata.
Ponlos en alto
Lo mejor cuando se sufre de pesadez y los pies se hinchan es sumergirlos en agua con sal gruesa, alternando baños fríos y templados para reactivar la circulación. Luego se aconseja aplicar geles refrescantes, y ponerlos en alto un rato para favorecer la circulación. Se aconseja también evitar que los pies estén sometidos a temperaturas extremas, ya que contribuyen a empeorar la circulación.
Ayúdate con la cosmética
Existen productos especialmente desarrollados para el cuidado de la piel de los pies. Se trata de cremas ricas en emolientes que refuerzan el film hidrolipídico que nos protege del exterior y disminuye la evaporación de agua. También las hay con extractos naturales como el mentol, de acción refrescante, y otras con la capacidad de nutrir y estimular la microcirculación cutánea. Todas son válidas, y deben escogerse según la afinidad con la textura y el aroma. En caso de pies resecos se recomienda aplicar crema con generosidad en la noche, aun cuando no se absorba toda, y dormir con calcetines de algodón.
Date un gusto
Hoy también existen tratamientos de cabina sólo para pies. Es el caso del Spa de Pies del centro D'Beauty Day Spa, donde se sumergen en un minijacuzzi que da distintos tipos de masajes, con sales y esencias aromáticas. Luego se realiza una pedicure, exfoliación y se aplica una mascarilla de algas (793 4896). Otra opción es una sesión de reflexología en Bow Spa, disciplina que además de aliviar la tensión ayuda a sanar el organismo. Esto, porque según la reflexología en el pie están reflejados todos los órganos y sistemas del organismo, y al trabajar en determinados puntos se puede prevenir y curar en forma no invasiva desbloqueando energías (220 7751).
