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“Soy demasiado vanidoso y creo que es por mi inseguridad”

03 de Agosto de 2007 | 10:24 |
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El clan Urrutia se compone de cuatro hermanos: el mayor es ingeniero comercial y trabaja en un banco, Iñigo es el segundo y le sigue un diseñador gráfico y después la única mujer, que estudia leyes. “Ella es tan es tan seca y tan linda, la amo. Han sido siempre un gran apoyo para mí”, dice.

- ¿Y tus papás ya se acostumbraron a tu personalidad?
“Sí, si ya estoy grande, no les queda otra” (se ríe).

Agrega: “Mi papá es un tipo muy culto y me encanta ir a verlo y hablar con él, además que le gusta saber de todo. Y es tan importante eso, para poder opinar y tener puntos de vista distintos”. Ahora Iñigo vive con dos amigos: un actor que está en Puerto Rico grabando para la próxima teleserie de Canal 13 y otro que es pintor. “Es agradable vivir con alguien ajeno al gremio de los actores para poder hablar de otras cosas”.

- Grabar teleseries es desgastador, consume. ¿Cómo más te ventilas de ese mundo?
“Con el deporte; troto, ando en bici, nado, hago yoga, pesas. Me gusta mucho trabajar la energía física, eso me ayuda a relajarme. También salir a comer y bailar”.

- ¿Bueno para carretear?
“He dejado un poco el carrete, antes sí carreteaba mucho. Todavía me gusta pero ahora intento no tomar mucho porque no sé tomar y me curo al tiro y me da lata andar pasteleando. Ahora disfruto más ir a algún lugar, tomar agüita y bailar y bailar. Así me acuesto feliz. Pero acá no hay tantos lugares buenos para ir a bailar, aunque siempre están las fiestas de los amigos. Ya no me gustan las fiestas electrónicas, por ejemplo. Soy más popero y de rock; me gusta cantar las canciones”.

Iñigo confiesa sin ningún reparo que es tremendamente vanidoso: “Me gusta cuidarme, verme y sentirme bien. Supongo que tiene que ver con mi inseguridad”.

- ¿Por qué tan inseguro?
“Es que el oficio me inseguriza mucho; sentir que no lo estoy haciendo bien o que no me resulta un personaje. Y mil cosas más. Antes tenía el rollo de estar expuesto, que para mí era un conflicto porque no por el hecho de salir más en los medios significaba que yo era un buen actor. Pensaba en qué era lo que realmente importaba para que la gente me reconociera. Y en verdad no me interesa figurar, prefiero que me paguen menos, quizás, pero estar tranquilo, sólo hacer lo mío, no deberle nada a nadie y no andar poniendo caras y hablando huevadas a ningún medio que no tenga que ver con lo que quiero, realmente, hacer y decir. Esa inseguridad ya no la tengo al menos. Me alegra que haya gente que sí le vaya bien figurando y será. Para eso están algunos medios y hay gente que le gusta venderse, contar sus cosas”.

- Eres más ‘piola’, como tú bien dices y en ese sentido, tampoco se te han subido los humos a la cabeza, ¿o si?
(Risas) “Ya no se me subieron. Creo que la humildad es un gran atributo y que las personas no deberíamos perder”.

- Pero igual te encanta vestirte a la moda y lucirte…
“Pero eso es una cosa de gusto. Desde que era chico que me gusta la moda. Me agrada que la gente se vista bien, aunque sea una tontera pero es una buena forma de presentarse a nivel estético, sobre todo en este país en que antes era raro destacar por la manera de vestirse, sobre todo porque una de las características más marcadas de nuestra idiosincrasia es ser tan chaqueteros”.

- ¿Eso te reprimió mucho?
“Sí, obvio, porque uno deja de ser la persona que es o la que quiere ser. Y sobre todo cuando uno es más chico es mucho más vulnerable a lo que te puedan decir o atacar”.

- ¿Ya no te sientes reprimido?
“No, para nada, me siento una persona muy normal y libre”.

- ¿Al fin puedes ser como querías?
“Sí, aunque trabajo eso porque uno siempre está sujeto a la opinión de la otra gente, pero soy súper honesto con lo que soy, con lo que siento y con lo que creo”.

Además de ‘bailar y bailar’ al actor le gusta mucho leer. Aunque dice que le baja por épocas; a veces no lee nada y otras, se devora los libros. Le encanta José Saramago y de chilenos, le fascina Gabriela Mistral. Otro de sus placeres es salir a comer. Se declara un sibarita gozador. “Últimamente como mucha carne, la había dejado por siete años pero volví a comer para entrenar, ahora que tengo que sacar músculos. Me gusta invertir mi plata en salir a comer o compartir un buen vino con un amigo”. ¿Y en la cocina? “Cocino lo básico, cuando va mi nana a mi casa me deja cosas listas”.

Si tuviera que elegir un destino próximo para viajar asegura sin pensarlo dos veces que sería Australia o un país tropical, como Tahiti. “Hay tantos lugares por conocer. He viajado harto, siempre solo o con amigos. Es rico viajar y hace tan bien”.

-¿Tu vicio privado?
(Después de un buen rato) “Creo que mi vicio más marcado es la belleza, en todo sentido. Estoy en una permanente búsqueda de lo bello. Ya sea física e interiormente. Un paisaje bonito me llena el espíritu, por ejemplo. O también una conversación profunda. No podría vivir sin belleza y se puede encontrar en todo, sólo hay que saber distinguirla y apreciarla…”.
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