Hombres metidos en la cocina y a cargo de los niños, carreras profesionales flexibles, niños preocupados por el estrés con que viven sus padres y jóvenes sin interés por aprender son las realidades que vivirán las familias, según la estadounidense Ellen Galinsky, especialista en temas de familia, trabajo y sociedad.
23 de Agosto de 2007 | 10:07 |
En la vida de Ellen Galinsky no existe un día igual a otro. Por lo general, sale muy temprano a tomar un avión para dictar una conferencia o supervisar algún proyecto que se esté llevando a cabo en otra ciudad, y vuelve muy entrada la noche, porque no le gusta alojar fuera de su casa. Hay días en que toma el auto y maneja hora y media hasta Nueva York - distante a sólo 37 kilómetros, pero que con el tráfico se vuelven una eternidad- , donde quedan las oficinas centrales del Instituto para las Familias y el Trabajo, que cofundó y dirige. Allí la espera una seguidilla de reuniones previamente acordadas. O si no, como hoy, trabaja desde su casa.
Ella no pierde ni un segundo de su tiempo. No se puede dar ese lujo. Desde hace 25 años esta fundación sin fines de lucro, a través de estudios acuciosos, ha derribado muchos mitos que giraban en torno a la vida familiar y laboral. Así también, ha descubierto algunas claves que pueden hacer nuestra vida, en definitiva, más feliz.
Desde Estados Unidos habló a Revista Ya sobre las últimas investigaciones que enumeran los factores que definirán a las nuevas familias, tema en el cual flexibilidad jugará un rol fundamental.
1.- Con igualdad de responsabilidades
No existe la familia típica americana; al contrario, hay una infinidad de tipos. 'Los principales cambios en los últimos diez años radican en el número de mujeres que están trabajando y el número de hombres que se han involucrado en la vida familiar. Los divorcios han disminuido un poco en nuestro país, lo que es una buena noticia. Y personas profesionalmente activas que tienen relaciones duraderas y comprometidas, pero no casadas, han aumentado del menos 1% a un 7%'.
Se ha podido constatar, mediante investigaciones, que la gente está trabajando más horas. 'En los últimos 25 años, las mujeres han aumentado alrededor de 5 sus horas de trabajo y los hombres un poco menos de 3. Incluso cuando llegas a casa estás viendo tu Blackberry, hablando por teléfono o mandando un mail.
La tecnología está eliminando los límites entre cuándo trabajamos y cuándo no. Nos tiene haciendo más cosas al mismo tiempo, pero es un arma de doble filo. Debemos verla como una herramienta, más que algo que nos maneja'.
El desafío está en batírselas con estas nuevas formas de trabajo y tener éxito tanto en el plano profesional como personal, porque ambos son necesarios. Los trabajos son cada vez más demandantes y más inestables, y se exige más rapidez, dado a nuestra economía que se mueve las 24 horas del día y 7 días a la semana.
'El número de mujeres que batalla con el trabajo y la vida familiar ha permanecido igual, alrededor del 41%. Pero el número de hombres que está luchando con el trabajo y la vida familiar ha saltado de un 30% hasta casi un 40 ó 50%, dependiendo del grupo donde fijes la vista. Los hombres están sintiendo más conflicto en manejar su vida laboral y familiar que las mujeres, probablemente porque ellos están tomando un rol activo con sus hijos'.
También han aumentado, de un 24 a un 30%, las mujeres que afirman que los hombres están tomando igual o más responsabilidades que ellas. 'Ellas siguen a cargo de la familia, pero los hombres están involucrándose más'.
Pero éste no es el único cambio que está afectando dramáticamente el rol de hombres y mujeres: según las encuestas, sobre cuán satisfechos están las personas con sus vidas, hombres y mujeres tienen cifras similares. Sin embargo, se vislumbran cambios. 'Los hombres en Estados Unidos tienen un nivel inferior de educación que las mujeres, y eso puede tener grandes repercusiones al interior de la familia'.
2.- Padres con carreras flexibles
La vida profesional debiera ser vista de una manera flexible. 'Nuestra imagen de una carrera profesional se asemeja a una escalera, que uno sube hasta llegar hasta arriba. Uno se queda ahí hasta que te haces mayor y después te jubilas. Así no es la vida. Las personas van escalando, pero también se mueven hacia un lado o hacia abajo. Y cuando terminan su etapa laboral pagada, frecuentemente siguen trabajando.
Necesitamos redefinir la carrera profesional por varios motivos: la sociedad está poniéndose mayor y esto está afectando los lugares de trabajo; además, el número de mujeres y hombres que desean tener tiempo para su hijo o nieto ha aumentado'.
En la universidad pasa lo mismo. 'Para ser miembro de una facultad tienes que hacer carrera a lo largo de 10 años; los mismos años en que tú quieras tener niños. Creo que las universidades están empezando a reconocer que para tener una facultad de excelencia necesitan ser flexibles'.
Igualmente destacada es la importancia de mantenerse siempre actualizado de conocimientos. Hoy, según la experta, en Estados Unidos se ha puesto mucho énfasis en aprender hechos, números y conceptos, lo que ha traído como consecuencia que los jóvenes no sientan que el aprendizaje es para ellos. 'Pero en nuestro mundo, las personas tendrán que ser eternos estudiantes. Los cambios están pasando demasiado rápido para que la gente pueda pensar que hubo un momento en que tú aprendías algo y, por lo tanto, lo sabías todo. Las personas deben estar abiertas a aprender todo el tiempo'.
3.- Niños con buena autoestima
Ellen Galinsky no está de acuerdo con las teorías que sostienen que lo que uno no enseñó a un niño antes de los 5 años será un vacío por el resto de sus días. 'El desarrollo del cerebro es como construir una casa y toda casa necesita una fundación. Es más difícil aprender después, pero depende de qué se esté enseñando. El desarrollo humano es muy plástico y puede ser moldeado, así es que yo no me daría por vencida con ningún niño o adulto'.
La autoestima pasa a ser así un elemento clave en la personalidad del niño. 'La mayoría de la gente cree que ésta se obtiene diciéndose que uno es maravilloso constantemente, pero no es así. La autoestima crece cuando tú logras superar algo con lo que luchas frecuentemente. Un adulto no debe resolver los problemas de los niños. Ellos deben hacerse cargo de algo que sea un poco difícil y esforzarse por lograr una meta, de la misma forma en que una guagua aprende a caminar: ellos se caen una y otra vez, pero siguen adelante y se sienten orgullosos de eso'.
Señala que podemos ayudar a los niños a tener autoestima haciéndoles notar sus propios logros con frases muy específicas como: trabajaste tanto en esa historia, que de verdad describiste el paseo a la casa de tu abuela en una forma que me haces revivirlo. 'Reconociendo sus esfuerzos y sus sentimientos se está ayudando a construir su autoestima. Así, los niños deberían ser capaces de estar en un grupo y al mismo tiempo ser respetados y tratados como individuos'.
Eso incluye la relación con sus padres. En 'Pregúnteles a los niños' - libro que fue destacado por 'The Wall Street Journal' como uno de los mejores sobre vida laboral en 1999- , Ellen reveló cómo veían los hijos a sus padres. 'Los niños se quejan de que sus padres están muy estresados, muy cansados'. Además de las típicas quejas de antes como: ellos no me entienden, me dicen qué es lo que tengo que hacer. En el fondo, 'tienen más sentido familiar de lo que se tenía antes'.
4.- Empresas comprometidas con la vida personal de sus empleados
'Las compañías siempre dicen que la gente es el recurso más importante que hace que ésta sea exitosa o no; pero en realidad no lo creen y eso uno lo ve en la forma en que desarrollan su estrategia de negocios. La plata que se gasta para captar, desarrollar o retener personal siempre es vista como un costo más que una inversión. Sin embargo, desde hace un tiempo algunas compañías se han dado cuenta de que es importante invertir en las personas. Es un cambio lento, pero está sucediendo'.
La clave está en la flexibilidad, 'tanto para el empleador como para el empleado. Si sólo se aplica a uno de los dos, no hay un buen resultado. Es por ello que se debe encontrar ese tramo en la mitad, donde se unen tanto los empleados como el empleador. En Estados Unidos existen soluciones creativas acerca de la flexibilidad'.
El primero en estar convencido de que la flexibilidad es la llave para la productividad es el dueño de la compañía. 'El cambio viene de arriba y tiene que ser apoyado desde arriba. Generalmente, es una experiencia personal. No sólo son estadísticas de una compañía, sino que es necesario escuchar las historias y experimentar ciertas situaciones, las que hacen pensar a las personas que uno podría trabajar de otro modo'.
Los cambios no se pueden hacer de la noche a la mañana. 'Si tú quieres cambiar, necesitas hacerlo de a poco con un programa piloto. Hay que definir qué herramientas se van a utilizar para medir si son efectivos los cambios o no. Después debes asegurarte de comunicar muy bien tus objetivos y hacer que la gente pruebe, porque por lo general son muy escépticos'.
Pero no sólo se necesita una política: el secreto está en tener una cultura flexible, donde se defina al trabajo de una manera distinta. Pero, obviamente, tiene que ser rentable para la compañía. 'Muchos estudios demuestran que los cambios generan más productividad'.
Las empresas del gobierno y las privadas responden de formas distintas al principio de la flexibilidad. 'El gobierno está más abierto a tener una política escrita, porque son compañías mucho más grandes. Una de las cosas que las empresas del gobierno ha hecho son las bolsas de licencias, donde las personas que tienen licencias las pueden donar a otros empleados con alguna urgencia familiar. Eso no lo he visto en el sector privado. Por otro lado, hay mucha creatividad en el sector privado, particularmente en atraer mujeres a trabajar después que han pasado un tiempo en sus casas criando'.
Las mejores herramientas para medir la eficiencia de la flexibilidad dependen del tipo de industria, dónde esté y qué es lo más importante que se propuso cambiar. 'Cómo pueden hacer el trabajo más efectivo y eficiente difiere si tú estás en una empresa de correos, que si tú estás en un departamento de investigación de una corporación. Así que no está claro cuáles serían las mejores herramientas para medir la flexibilidad'.
Otro punto importante es la relación entre la persona y su forma de trabajar. 'No conozco muchas empresas en que quedarse después de las seis de la tarde sea mal visto. Algunas sí, pero no son muchas. Creo que en mi país tenemos una compleja relación con el trabajo, ya que muchas personas intentan definirse a través de éste'.