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“Mi vicio es pensar en cómo evolucionar sexualmente”

14 de Agosto de 2007 | 10:31 |
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Juan José vivió una infancia tranquila en el colegio Alonso de Ercilla. Cuenta que era buen alumno, deportista, aunque algo gordito y muy correcto, incluso “medio perno”. Su niñez fue normal y feliz hasta que a los 5 años sufrió una traumática experiencia: vio morir a su padre ahogado en el mar de la playa de Ritoque, cuando éste intentaba socorrer a su hermano mayor que estaba en peligro, pero que finalmente se salvó.

El actor ha tenido que enfrentar y superar los malos recuerdos que le traía el mar en más de una ocasión. En la teleserie "Versus" interpretó a un surfista que desafiaba olas y en "Animal nocturno", el estelar que conduce Felipe Camiroaga, tuvo que cruzar más de 2 kilómetros nadando por el canal de Chacao como "Experiencia límite" del programa. Y salió airoso.

Sobre esta abrupta muerte dice, con una evidente emoción, que “hay que estar preparado para estas tragedias. Con cosas como esta uno se da cuenta que la vida es demasiado frágil y aprende a valorarla día a día”.

Explica que, quizás, por este motivo vivió hasta los 28 con su mamá, hermano y tía abuela. Recién hace un año tomó la decisión de irse a vivir con su actual pareja (anónima). “Dejar el nido te ayuda a madurar y a ver la vida de otra forma”, dice.

- ¿Te costó dejar el nido por la aprensión de que tu mamá se quedara sola?
“Se juntan varias cosas; el hecho de dejar a tu gente y las comodidades. Como uno mantiene su casa es el fiel reflejo de tu personalidad. Inconscientemente uno va sacándose el mamón de encima pero eso es lo que me gusta, no quedarme pegado y poder evolucionar y eso lo suplo con una buena comunicación con mi mamá, la invito a mi casa o voy a verla, el estar lejos te genera necesidades e interrogantes y afectivamente esas cosas se sienten”.

- ¿Tienes algún hobbie que te airee de tantas responsabilidades que tienes?
“Lo que más me gusta hacer es conversar, pero no del día a día sino que de cosas más profundas. Me gusta cuando tengo la oportunidad de estar con un grupo de personas y salen temas de visiones de vida, la idea es entregar más y no tener miedo de ser cómo uno es. No hacer de reuniones sociales momentos vagos y poco sustanciales. Es rico conocer ideas nuevas de cómo otras personas ven el mundo, la sensibilidad de otros, sin entrar a enrollarse de más, sino que compartir lo más frágil que uno tiene que son los sentimientos”.

- ¿Sigues siendo igual de deportista que durante tu adolescencia, cuando jugabas fútbol en la Católica?
“He vuelto un poco a los ritmos del deporte que hacía cuando chico. El deporte es un complemento y una necesidad para mi profesión. Últimamente troto, ando en bici y salto en trampolín en una clase que hacen unos brasileños. Es bueno para el espíritu hacer funcionar la máquina y si te encuentras a ti mismo en eso puedes definir y tomar decisiones, pensar si has hecho algo en la vida, evolucionado, etc, y es que eso, evolucionar, es lo más significativo porque es lo que te lleva a la tumba”.

- ¿Cocinas
“Me gusta mucho cocinar y he aprendido a hacer comida peruana, thai, indú. Me encanta ir al supermercados a comprar ingredientes”.

- ¿Algún vicio privado?
“Mi vicio es estar siempre pensando en cómo evolucionar sexualmente. Que las oportunidades que uno tenga para desarrollarse en ese aspecto con la pareja sean siempre diferentes. Estar reencantándose y atrayéndose visual e internamente. También el poder controlarse con lo exterior, porque aunque uno tenga pareja existen las distracciones de mirar a otras mujeres o que a tu pareja la miren o que ella mire y eso no significa ser fresco. Pero no hay perder el hecho de sentirse una persona interesante, coqueta, llamativa, mantener una distinción, ese perfume que siempre encante. En eso está la búsqueda y la sensación de que, cuando uno se mira al espejo en pelotas y que el tiempo y la gravedad van pasando, mantenerte satisfecho contigo mismo y eso es un trabajo, estar enamorado de uno mismo, sin ser narcisista ni egocéntrico. Pero es el límite de estar en pareja y poder estar cerca de otra mujer y no sentir que se pierde la virilidad o la parte animal que uno lleva dentro. Ese límite entre jugar con la infidelidad y no serlo, respetarse y ser honesto con uno mismo”.

- ¿Y tu polola qué piensa de este jueguito?
“Ella sabe y lo acepta y si salgo solo con amigos y en un lugar conozco a alguien puedo conversar con ella y no hay problemas. Puedo mirarla, sentirme encantado, piropearla y me puedo hasta calentar pero llega hasta ahí porque sé que tengo a alguien mucho más importantes en la casa y que esa persona puede jugar con ese límite también y que también está la fragilidad y todo se puede quebrar. Pero hay que sentir esa adrenalina, porque si no hay riesgo, las cosas se van acostumbrando y en el día a día llega un punto que tú viertes todo lo que has aprendido o guardas silencio, lo que puede generar dudas, por eso es tan importante la comunicación”.

- Al parecer te va bien con las mujeres. Cuando subieron una galería de fotos tuyas al portal de TVN, ¡en sólo tres días tuvo más de 80 mil visitas!
"(Risas) Pero no ando pensando todo el día en eso. Prefiero ser interesante, que la belleza se nutra de dentro hacia afuera, hay que llenar la carcasa”.

- ¿Y qué piensas del matrimonio?
“Puede ser, todavía no lo tengo contemplado. Es que pueden pasar tantas cosas, como que tu pareja fallezca y tengo un caso muy cercano que me lo comprueba, entonces hay que tratar de disfrutar del día a día, de que no se transforme en algo mecánico. Hay que manejar el grado de aprensión que uno tenga con las personas porque nadie tiene la vida comprada y puede desaparecer en el momento menos inesperado”.

- ¿Te gustaría tener hijos?
“Cada día lo veo más cercano. Me gusta la idea de dejar un legado y entregarle herramientas para esta vida, porque no es fácil estar acá. Pero ya se verá, todo a su tiempo…”
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