EMOLTV

“Es primera vez que no tengo una dependencia y estoy centrado en mí”

29 de Agosto de 2007 | 13:46 |
imagen
Los antepasados paternos de Jorge provienen de Palestina. En 1914, Juan Yarur Lolas, su abuelo, decidió emigrar a América en búsqueda de mejores oportunidades junto a su esposa, Olombi Banna. En un principio, se establecieron en Bolivia y Perú y trabajaron en actividades relacionadas a la industria textil. Allí nacieron dos de sus hijos: Jorge y Amador. Tiempo después, Juan Yarur decidió partir a Chile y en 1936, con la experiencia adquirida, inauguró S.A Yarur Manufacturas Chilenas de Algodón. Además, en 1946 se transformó en presidente y accionista principal del Banco de Crédito e Inversiones.

Tras titularse de abogado, su hijo Jorge ingresó a trabajar a la promisoria fábrica y al morir el patriarca, asumió la dirección y la presidencia del BCI. En 1958 se casó con Raquel Bascuñán y tres años después nació su único hijo, Jorge Yarur Bascuñán, quien nos convoca.

Le queda poca, nada, familia materna y con los Yarur casi no tiene relación. Critica el exceso de farándula y al Chile de hoy, y explica que por eso le gusta tanto viajar y todo lo que tenga que ver con el pasado: “tiempos mejores”, dice.

- Tenías una relación bastante especial con tus padres, te marcaron mucho, sobre todo tu mamá.
“Sí, me parezco más a ella que a mi papá. Él era cariñoso pero teníamos mucha diferencia de edad. Era de otra generación y muy estructurado, en cambio mi mamá era más moderna. Soy de la generación que coincidió con un cambio mundial y para él deber haber sido muy fuerte aceptar como era yo. Mi mamá, no. No es que me aceptara todo pero a ella le gustaba estar más con mis amigos que con las suyas, se mataba de la risa, era más dinámica”.

- ¡Debes haber sido fundido de regalón!
“Sí, claro, como buen hijo único” (se ríe).

- No tienes mucha familia materna, pero sí un gran familión por parte de los Yarur, ¿mantienes una buena relación con todos ellos?
“Mantengo una buena relación pero no los veo nunca. Mis primos son muy mayores, yo me juntaba con mis sobrinos, con los más grandes”.

- ¿Y ya no?
“No, porque están en otra onda; casados, con niños”.

- Gran parte de tu familia ha cultivado un bajo perfil, como tú, pero hay algunas excepciones.
“(Risas) Sí, claro, hay excepciones. Es que hay de todo. Hay cierta parte de mi familia, la de la hermana mayor de mi papá que siempre fueron bien austeros, de ahí vengo yo”.

- ¿Qué te falta para sentirte pleno? ¿Te sientes muy solo?
“Sí, la verdad es que me siento bastante solo”.

- ¿Tener una pareja te vendría bien?
“Es que es más en general, me gustaría tener familia directa. Es una opción no tener pareja porque a veces te limita mucho. Es primera vez que no tengo una dependencia; ni de drogas ni de mis padres. Por primera vez estoy centrado en mi persona”.

- ¿Cómo te cultivas, en ese sentido?
“Siempre estoy leyendo cosas, no sólo de moda, sino que también de historia. Es que me gusta mucho el pasado. El cine antiguo me encanta”.

- ¿Por qué esa fijación con el pasado?
“Es que el pasado era mucho más atractivo que el presente. Este mundo está muy loco. No quiero hacerme el cartucho, pero la gente está muy loca. Se ha perdido la cercanía con lo natural, antes la gente se daba pausas, era más tranquila. Ahora todo es muy violento, acelerado. La vida era diferente antes, mucho mejor, a pesar de las guerras”.

- ¿Cómo te proyectas a futuro? ¿A qué le temes?
“Le tengo miedo a la vejez y a los achaques. Me gustaría estar saludable”.

- ¿Te cuidas para eso?
“Hago yoga y ejercicios con un personal trainer en mi gimnasio”.

- Además, se te ve bien vanidoso.
“Es que me gusta verme bien y también por salud”.

- Me imagino que debes ser bien trapero.
“Sí, me encanta la ropa. Pero lo divertido es que me visto casi todos los días igual” (se ríe).

El tenis es otra de sus tantas fijaciones. En el museo, además, instaló una producida exhibición sobre éste, el deporte de sus pasiones. Allí exhibe vestidos usados por tenistas de la época Victoriana. Además de tenidas de reconocidos deportistas como Roger Federer, Carlos Moya, Marat Safin, Andy Roddick, Maria Sharapova, Rafael Nadal y de los chilenos, Ríos, González y Massú. También contempla una muestra de raquetas clásicas, como la Dunlop Maxply, catalogada como la raqueta más famosa de todos los tiempos. “Me encanta el tenis pero para mirarlo. Es que lo conocí hace poco, viajando por Europa”. Y de la nada, vuelve a su padre: “A mi papá le gustaba el box y las series policiales”.

También los autos (antiguos, por supuesto) le quitan el sueño. “Prefiero ni tocar ese tema porque perfectamente podría haber hecho un museo automovilístico, ¡me encantan! Pero en el mercado ya hay muchos”. Y nuevamente aparece la figura paterna: “Un conocido tiene el auto que tenía mi papá cuando yo era chico, un Cadillac dorado del ‘67, con ese me iba dejar al colegio. ¡Fue súper loco verlo de nuevo!”.

- ¡Te persigue el pasado!
“Uuff...Sí. No hay caso. Es que el auto está perfecto, ¡lo vieras!”.

- También te gusta mucho viajar, ¿cuál es tu destino favorito?
“París, lejos. Londres también pero es muy intenso, en cambio en París hay de todo y puedes estar tranquilo también”.

- ¿Nunca te dieron ganas de quedarte allá?
“No, porque acá tengo mi vida, mi casa y mis perros. Antes del museo estaba perdido, no sabía lo que quería y como no tengo profesión, allá hubiera quedado en nada”.

Y también arremete contra la farándula: “Me carga que acá se le da demasiada importancia. En cambio allá dan muchos documentales históricos, la TV es mucho más interesante, acá no hay alternativas. Y hay tanto por mostrar”, dice.

No hay caso. Jorge Yarur Bascuñán pareciera estar atrapado en las redes del pasado y en la reiterativa figura de sus progenitores. “Hay un fotógrafo que me está ofreciendo unas fotos increíbles de los teatros antiguos, del Bim Bam Bum. También tengo unas fotos de mi mamá preciosas. Te las voy a ir a buscar para que las veas”, dice.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?