De ocho a ocho y sólo 40 minutos para almorzar. Ese es el actual horario de trabajo de Fernando Larraín. Esta apretada agenda lo tiene cansado. Y se le nota en la cara.
Día tras día corre raudo de la radio (conduce el programa “Liberen a Nicolás”, en radio Tiempo) al set de “Casado con hijos”, la exitosa serie de Mega que ya va en su recta final.
En estos últimos dos años, Fernando ha vivido la gloria y está cerrando un período redondo. Se lució como nunca: dos exitosas series de corrido, fue rostro de campañas publicitarias de una gran multitienda y es la cara fija de un banco. Jamás había estado tan expuesto, lo que le ha traído más de alguna consecuencia tanto en lo laboral como en lo personal.
- La pregunta viene de cajón. ¿Qué pasará después de “Casado con hijos?”
“Uuff…Voy a descansar. Venía de la “Nany” y este es el segundo año de la serie entonces creo que es lo mejor. El personaje de Tito ha sido tan fuerte que meterme en otro rol sería complejo, que la gente asuma un nuevo papel”.
- Pero es un descanso parcial porque, ¿piensas seguir con la radio, no?
“Sí, la radio no la dejo. No es complicada, no me consume. Y después, lo que venga pero más adelaaante. Este año ya fue suficiente. Ha sido bien ajetreado”.
-¿Y qué pasó con tu proyecto musical, el grupo Varela?
“Sacamos un disco “La casita del diablo”, empezamos a despegar pero lo diluimos porque requiere de mucho tiempo”.
-¿Siempre quisiste tener una banda?
“Sí, siempre fue mi sueño tocar y mostrar cosas interesantes, como las que salieron en el disco”.
-¿Y esa veta musical de dónde salió?
“Desde que partí en esta carrera con “Fresco y natural después del postre”, con mi hermano Nicolás y Felipe Izquierdo, que mezclaba el humor con música y siempre tuvimos el bicho de tirarnos más con lo musical”.
- Hablemos de la nueva serie de Mega, “Tres son multitud”. ¿Qué le falta a para que enganche como las anteriores adaptaciones (“Casado con…” y “La Nany”)?
“Tal vez la realidad de esa serie es más lejana a la realidad chilena. Se utilizan más sketchs y situaciones de preguntas y respuestas. Yo creo que la gente no se siente reflejada. Es difícil mantener una serie con sólo tres personas y en un ambiente”.
- ¿No es un problema de elenco?
“No, imagínate, está la Gloria (Münchmeyer) y Julio (Jung)”.
- Pero ellos son más bien secundarios.
“Mmm…sí. Yo creo que el problema es el cuento. Se debe potenciar eso, más que los rostros. Pero pasa netamente porque la historia tiene que enganchar, que la gente se sienta reflejada”.
-¿No es que le falta un Fernando Larraín?
(Risas) “Nooo… para nada, jajaja”.
- Por eso “Casado con…” ha tenido tanto éxito, por el tema de la identificación.
“Exacto. Es que el concepto de familia está muy metido dentro de la idiosincrasia chilena, es una realidad que pasa en muchos países. Y también porque eligieron a la persona precisa, el director, que tiene la gracia para parar una sitcom gringa adaptada y darle magia. Y bueno, además del fiato que se logró con el equipo desde un principio, la cohesión”.
- Pero Los Larraín están lejos de ser el mejor ejemplo de familia…
“Sí, pero pasan muchas cosas que pasan en la familia de clase media. El tipo que llega agotado, que la señora le revienta la tarjeta y que los niños se apoderan de lo que él tiene”.
- ¿Te has sentido reflejado, en ese sentido?
“Claro, llego a mi casa y se me repite la fórmula (risas)”.
El papel de Tito Larraín lo ha consumido de tal manera que incluso, tuvo que salirse de la obra “Virus” con Álvaro Rudolphy como director, porque explica que no le dio “el cuero”. “Tenía que ensayar hasta las 12. Terminé en la clínica con un cálculo de tanto cansancio. Fue terrible, estaba agotado, ya no quería más. Prefiero focalizarme en algo. Yo no soy como el típico actor que si no le viene algo, se urge. A mí no me importa porque siempre me he sentido afortunado, siempre me sale algo. Ahora tal vez no me salga nada… pero yo sé que tiene que venir algo”.
- ¿Qué te gustaría que viniera después? ¿Qué te falta?
“Hacer más cine. Para los actores es muy importante”.
- ¿Con cuál director te gustaría trabajar?
“Con Diego Rougier, el director de “Casado con hijos”. Ya hemos tirado algunas ideas. No hay nada mejor que tener nexos con tu equipo de trabajo; el mismo humor y las conexiones de lo que pasa. Me encanta el entusiasmo que tiene Diego y trabajaría feliz de nuevo con él, sé que tiene muchos proyectos”.
- Pero también te gusta el cuento de la TV.
“La verdad es que le tengo mucho respeto. Me da mucho más susto que el cine”.
-¿Por qué?, ¿por la exposición y los riesgos?
“Porque cuando uno ingresa a un proyecto, no se puede saber si le va a ir bien o mal, si vas a tener presión de parte de un canal. Hay muchos factores que influyen”.
- Pero en cine también existe la presión de que le vaya mal a la película.
“Sí, pero si uno se mete en una película en la que hay un director interesante, un buen elenco, es mucho menos riesgoso. En cambio, la TV tiene muchos más factores que pueden alterar el producto. Además, el cine está abierto a no tener censura, en cambio un canal puede vetar ciertos temas o personajes. Entonces, restringe más”.
-¿En qué te fijas al momento de sumarte a un proyecto televisivo? ¿O te sumas a lo que venga?
(Se ríe) “Nooo… me fijo en el elenco, en el director. Pasa mucho que me llaman a participar en algo, me embalo y al mes se muere, como lo que pasó con “Charly Tango”, de Canal 13”.
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