Si alguna mujer pensaba que por ser profesional, soltera o casada bajo régimen de separación de bienes iba a tener más autonomía y menos problemas de discriminación por género, tarde o temprano termina comprobando que no es así.
En Chile, todavía el marco legal y las exigencias de facto y políticas propias de algunas instituciones terminan por restarles independencia en el manejo de sus patrimonios e incluso en decisiones sobre los ahorros que ellas acumulan para sus hijos.
En el plano legal, se va a paso lento. Recién esta semana se aprobó en la Comisión de Constitución del Senado el proyecto, iniciado en 1995, que regula el régimen económico dentro del matrimonio e intenta cambiar el de sociedad conyugal. El 64% de las casadas lo está bajo este sistema, en que es el hombre quien administra los bienes de él, de ella y los comunes.
El Ejecutivo quiere sustituirlo por la comunidad de gananciales compartida. El proyecto está listo para seguir la discusión en sala.
Pero, además, existe otra iniciativa sobre la patria potestad (el derecho a administrar los bienes de los hijos menores de edad) que pretende que ésta sea ejercida en conjunto por el padre y la madre. Hoy la ley dice que la puede tener cualquiera de los dos, pero a falta de acuerdo establecido, es el padre quien la ejerce.
No obstante, lo más duro y difícil de erradicar parecen ser los patrones culturales y prejuicios, admiten en el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), como los que subyacen en prácticas que eluden dar igualdad en el trato a la mujer, ya sea a través de políticas comerciales y de reglamentos que no son leyes.
Les cobran más por planes similares en las isapres (la maternidad se le carga a ella), reciben 30% menor remuneración que el hombre en la misma función, y si ellas tienen postgrados, la brecha sube al 56%.
En el área financiera
Es fácil comprobar en terreno algunas de estas diferencias.
En una corredora bancaria, a una mujer profesional le exigen para invertir en acciones presentar un certificado de soltería (una declaración notarial con dos testigos que acrediten su condición). Ese trámite no figura para los hombres solteros.
Igualdad salarial |
Ya está listo para verse el proyecto, en la sala de la Cámara de Diputados, que incorpora al Código del Trabajo el principio de "igual remuneración entre hombres y mujeres por trabajo de igual valor".
La iniciativa, que tiene prioridad para el Gobierno y Sernam, obliga a las empresas de más de 50 trabajadores a llevar un registro de cargos y funciones y establecer un procedimiento interno para dar respuestas a reclamos escritos por infracción al principio de igualdad. Ya aprobó su articulado en general y en particular la Comisión de Familia.
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También, expresamente, a las mujeres casadas con separación de bienes se les exige un certificado que lo acredite, si van a adquirir acciones. A los hombres, en igual régimen, no.
En materia de créditos también flaquea la confianza. Porque más allá de las clasificaciones de riesgos, si ellas trabajan y aspiran a un crédito hipotecario o de consumo, a algunos bancos les importan los datos del cónyuge y se los piden e incluso la firma, aunque sean casadas con separación de bienes y puedan administrar su propio patrimonio. Así le pasó a una profesional cuando iba a renovar su crédito hipotecario de un departamento adquirido antes de su matrimonio.
En la Superintendencia de Bancos señalan que se trata de políticas comerciales que son prerrogativas de cada banco en particular. En parte, puede deberse, dicen, a la norma general que les sugiere conocer bien a los clientes y evitar riesgos de ilícitos como el lavado de dinero.
Sin embargo, un abogado ligado a la banca explica que los bancos buscan mayores garantías cuando se trata de un bien que pueda ser declarado familiar y también porque se considera a las mujeres menos solventes y más inestables laboralmente.
Pese a ello, las mujeres ya significan el 38% del mercado bancario, y son más responsables en los pagos: exhiben un menor nivel de morosidad (1,6% respecto del 2,3% de los hombres), según un estudio de la Superintendencia de Bancos.
Ahorros para el padre
En la banca privada, una mujer casada, con separación de bienes, no puede abrir por sí sola una libreta de ahorro a un hijo menor de edad sin que el padre lo autorice y adjunte sus datos.
Cifras |
Las mujeres que trabajan: 38%
La brecha salarial respecto del hombre es, en promedio, de: 30%. Y si tienen un posgrado, la diferencia sube a 56%
De las casadas, están bajo sociedad conyugal: 64%
Los hogares a cargo de mujeres solas constituyen el: 32%
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Si es separada o madre soltera, también corre riesgos con los recursos ahorrados a nombre de su hijo. Se llega a testimonios lamentables, como el que recibió la diputada PPD Ximena Vidal de Paulina: "Con mucho sacrificio ahorré sola un dinero para los estudios de mi hijo menor, y el padre, del cual estoy separada hace 5 años, giró sin consentimiento mío ni del niño todo ese dinero y se lo farreó".
El padre puede hacerlo. La diferencia la pone la ley sobre patria potestad, que pese a varias correcciones sigue favoreciendo al hombre y por eso está nuevamente siendo enmendada.
Casos como éste, se repiten en todos los estratos sociales, cuando ya el 32% de los hogares chilenos están a cargo de mujeres.
En la práctica, las mujeres no pueden administrar ni disponer de sus bienes. Y si bien conservan el dominio, no pueden enajenarlos, gravarlos, dar en arrendamiento o ceder la tenencia de los mismos por sí solas. Sí lo puede hacer el marido en su calidad de administrador de los bienes de la sociedad y con el consentimiento de ella.
El Estado de Chile fue denunciado en 2003 a causa de esta norma por discriminación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por una mujer (Sonia Arce) que no podía aceptar ni vender una herencia, ya que su marido, de quien estaba separada hace varios años, debía representarla.
Según datos de Sernam, un 44,8% de las mujeres chilenas están casadas y un 64% de ellas lo están bajo sociedad conyugal. Son unos 2 millones de mujeres que resultan "relativamente incapaces" para administrar por sí solas sus bienes.