María José Ramis aún no supera del todo los efectos del acoso laboral que sufrió desde abril de 2005. Su caso fue conocido porque en 2006 presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Valdivia para revertir las acciones tomadas en su contra por su superior, en ese entonces jefe del departamento de Aseo y Ornato de la Municipalidad de Valdivia. La corte falló a favor de esta paisajista; una decisión que en noviembre de ese año fue ratificada por la Corte Suprema.
"A ella este problema la afectó mucho. Sigue con tratamiento psicológico, no duerme, y su guagua, que estaba en gestación mientras duró el episodio de acoso laboral, también está enferma", comenta el abogado Carlos Herrera, quien representó a la profesional en el recurso de protección y ahora patrocina la demanda civil indemnizatoria que ella interpuso contra José Arellano, como responsable directo del acoso, y la municipalidad.
Su caso ilustra los efectos que puede tener en un trabajador ser objeto de acoso laboral. "Depresión, enfermedades sicosomáticas, insomnio, hipervigilancia, sensibilidad extrema y aislamiento de su grupo familiar son algunos de los problemas de salud que vemos en las personas que sufren de mobbing", comenta María Claudia Peralta, sicóloga colombiana que ha hecho investigaciones respecto de este problema.
Ella dará hoy una charla sobre el tema en la Universidad de los Andes, donde expondrá una investigación que acaba de terminar y que realizó junto al profesor Joan Boada Grau en Bogotá y Tarragona (España). "Encontramos que el 10,4% de los trabajadores, en ambas ciudades, había sufrido alguna manifestación de acoso laboral", agrega esta académica de la Universidad de La Sabana, de Bogotá.
Conocimiento
La sicóloga explica que es fundamental que los trabajadores sepan que existe el acoso laboral, para que puedan enfrentarlo. De hecho, comenta que la legislación colombiana sobre el tema obliga a las empresas a informar a sus trabajadores qué es el acoso laboral y a agregar en su reglamento interno párrafos de prácticas anti mobbing.
Porque no se trata de confundir las desavenencias o reglas que pueden existir en un ambiente de trabajo con prácticas de acoso. "La manifestación más frecuente de mobbing es el exceso de trabajo. Nosotros estamos viendo el caso de un ingeniero de 42 años, ejecutivo de una multinacional, al que el jefe lo llamaba sábados y domingos, lo citaba a reuniones que después cancelaba y al que le suspendieron las vacaciones repetidamente. En enero de este año, este ejecutivo se suicidó".
Otras formas de mobbing son no asignar labores o quitar los elementos para trabajar, como le pasó a María José Ramis.
"Las personas deben saber que esto es acoso laboral, porque quienes lo sufren suelen sentirse culpables de lo que les pasa. Al conocer este concepto cambian su perspectiva y pueden enfrentar el problema", explica la investigadora colombiana.
En su experiencia, ella ha visto que a las empresas les conviene estar atentas a este tipo de problemas, porque en ambientes donde existe acoso laboral baja la productividad. "El clima laboral se deteriora y eso afecta el trabajo, porque las personas que son testigos de esto se sienten frustradas y tienen miedo de ser la próxima víctima de acoso".
Por eso, agrega, algunas medidas que permiten evitar el acoso son capacitar a los jefes en habilidades de dirección y manejo de conflictos, como "mantener claras las reglas y que éstas se apliquen para todos".
