Claudio Arredondo nació el 29 de noviembre de 1962. Vive en un comunidad en Pirque con su actual pareja, la también actriz Ana Luz Figueroa, con la que ha compartido varios escenarios y pretende casarse “muy pronto ahora que me salió el divorcio”, dice. De hecho, ya luce sendo anillo de oro en su mano izquierda.
El actor tiene dos hijas de distintas ex parejas y una nieta. Confiesa que con la menor de ellas comparte siempre, pero que su relación con la mayor es bastante distinta. Con Carolina (21), fruto de su relación con Carolina Marzán, la popular Paolita de la clásica serie “Los Venegas” de TVN, ha tenido una serie de conflictos que han desembocado en demandas y acusaciones públicas. Un drama que traspasó las pantallas.
El año pasado, Marzán se aventuró a criticar a su ex en varios medios, denunciando públicamente a Arredondo por querer quitarle la casa que ella, su hija y su nieta habitan en Puente Alto y por no cumplir con sus funciones de padre con Carolina.
En medio de la “tormenta”, de demandas bilaterales y dimes y diretes, involucrando incluso al resto de su familia, Arredondo no quiso manifestarse al respecto, hasta ahora…
- ¿Cómo es la relación con tu hija mayor después de hacer público su conflicto?
“Simplemente no tengo relación con ella desde hace mucho tiempo. Ha sido un quiebre muy doloroso y no me gusta mucho hablar de esto porque realmente lo he pasado muy mal. O sea, ver la cantidad de mentiras que se dijeron de mí es algo espantoso. Ver a mi propia hija manipulada y en mi contra en televisión es realmente muy triste”.
- Ella también es actriz y actúa en “Los Venegas”, ¿qué sientes al verla actuando?
“Trato de no verla nunca porque, como te digo, me causa demasiado dolor. Aunque claro, las veces que la he visto considero que es una estupenda actriz y que además se ve preciosa”.
- ¿Cómo reaccionó tu familia?
“Todos me han apoyaron muchísimo. Hasta salieron en mi defensa. Pero para mis papás ha sido muy triste no ver a su nieta y a su bisnieta”.
- ¿Por qué decidiste no aparecerte en ese momento?
“Porque pensé que era lo mejor y así fue. Si yo les respondía sus dichos ellas iban a atacar de vuelta y no se iba a acabar nunca. Si al final lo que quieren los medios es eso no más… y como yo nunca respondí, hasta ahí llegó todo, no las tomaron más en cuenta”.
- ¿Nunca habías estado tan expuesto?
“Jamás, nunca me he querido meter en este cuento de la farándula que lo encuentro espantoso. Pero bueno, ya fue…” (sentencia abrumado).
El actor dice que se distrae leyendo, leyendo de todo. “Leo mucho, ahora estoy con un libro que se llama ‘Los detectives en París’. ‘Travesuras de una niña mala’ de Vargas Llosa, me gustó mucho y a Hernán Rivera Letelier lo encuentro muy cinematográfico”.
- ¿Te dan ganas de dirigir una película?
“Me dan más ganas de dirigir una teleserie que es en lo que más experiencia tengo”.
Cuenta divertido que ya no practica deportes pero que este verano, al regresar de Uruguay, donde participó en la película “Matar a todos”, “¡comí como cerdo y engordé 15 kilos!” (se ríe a carcajadas). Por eso, rápidamente decidió revertir esa situación de la mano del furor de los personal trainner. “El tipo fue total, logró que yo hiciera pesas y abdominales, algo que jamás en mi vida había hecho y con mucho sacrificio bajé los 15 kilos. Es que no me quedó otra cuando supe que tenía que hacer la serie nocturna, que siempre hay que empelotarse un poco y que al lado mío hubieran puros flacos, como el Pancho (Melo)”.
- ¿Algún vicio privado?
“¡Comer poh! Soy un sibarita, me junto siempre con un grupo de amigos en el “Ebano”, el restorán de una amiga que queda en la plaza Ñuñoa. Me encanta el sushi y el risotto”.
- ¿Nada más íntimo?
“Sííí, otro de mis vicios es hacer el amor… ¡obvio que con mi mujer no más!” (risas)
