Los efectos de este invierno, el más frío de los últimos 40 años, aún no terminan de manifestarse. A las temperaturas bajo cero, nieve en lugares inusuales, cortes de caminos, pueblos aislados y pérdidas agrícolas, ahora se suma una temporada de alergias que comienza tarde y que, probablemente, será más intensa.
Por ejemplo, el polen del plátano oriental, uno de los principales alergenos de los santiaguinos en primavera, comenzó a circular recién esta semana, y no a fines de agosto como es habitual. "La próxima semana comenzará a aumentar, pero en qué cantidad es un enigma. Han ocurrido cosas extrañas este año", dice el doctor Pedro Mardones, especialista en alergias de la Clínica Miguel de Servet.
En regiones, los niveles de polen de pino se han elevado considerablemente. De hecho, la llamada "lluvia amarilla" que afectó a un sector de la V Región hace más de un mes era "100% polen de pino", según análisis realizados por el doctor Mardones.
Hace algunas semanas, en Talca, el peak de pólenes de álamo llegó a 160 granos por metro cúbico de aire, cuando lo normal es que no supere los 50. "El frío de este invierno ha hecho que los árboles polinicen de manera más importante", precisa el especialista.
Más casos
Por lo mismo, todo indica que esta primavera será especialmente compleja para los alérgicos, ya que se estima que los pólenes de pastos -cuya polinización comienza en octubre y se extiende hasta diciembre- aumentarán significativamente.
Según explica el doctor Mardones, la lluvia y las bajas temperaturas han hecho que los pastos y gramíneas en general estén bien dotados para una alta polinización este año que, sólo en Santiago, afectará a un millón 200 mil personas.
Así lo estiman las estadísticas que plantean que al menos el 20% de la población sufre de alguna alergia y, de ellos, más de la mitad la vive en grado moderado o severo, por lo que requieren de medicamentos para controlar los síntomas.
Todo indica que está cifra crecerá en el futuro. Estudios nacionales y extranjeros muestran que las alergias en adultos han aumentado en 30% en los últimos 15 años y, según la Iniciativa Global para el Asma (Gina), el número de alérgicos se incrementará en 33% para el año 2025, afectando a más de 400 millones de personas.
En Chile, un estudio realizado por la doctora Solange Caussade, junto a otros médicos de la Universidad Católica, concluyó que al igual que en países desarrollados, la prevalencia de rinitis alérgica en escolares de Santiago ha aumentado en forma considerable en un período de seis años.
Cuidados en el embarazo |
Durante el embarazo, las alergias respiratorias, como asma y rinitis, pueden sufrir alteraciones. "El 70% de las pacientes con alergia leve no presenta cambios, pero el 80% de las graves, empeora. Por esto, es peor no controlarlas y que puedan producir exacerbaciones o hipoxia, que exponer al feto a la acción de los fármacos, sobre todo porque ya se ha comprobado que hay varios seguros de usar", dice la doctora Ana María Agar, inmunóloga de la Clínica Alemana.
Lo ideal es no tomar remedios durante el primer trimestre, pero hoy existen muchos fármacos seguros e inocuos que deben ser administrados por un especialista. También puede realizarse un manejo de la alergia sin medicamentos, que incluye un monitoreo mensual, educar al paciente en el reconocimiento de los síntomas y evitar factores alergénicos.
|
Asimismo, otra investigación publicada en la "Revista Médica de Chile" por el equipo liderado por el doctor Javier Mallol, del Departamento de Medicina Respiratoria Infantil de la U. de Santiago, establece que la prevalencia de síntomas respiratorios asociados con asma se incrementaron en la población escolar chilena entre 1994 y 2002. "Otro interesante hallazgo es que en el grupo de escolares de 6-7 años existe un significativo subdiagnóstico de la enfermedad", dicen los autores.
Este aumento de casos a nivel global se ha explicado principalmente a través de dos factores: la mayor higiene de la población y el aumento de la contaminación ambiental.
Como vivimos en medios más limpios, el sistema inmune ya no necesita luchar contra los gérmenes de la misma manera como lo hacía en el pasado y, por tanto, está menos preparado para enfrentarlos cuando aparecen.
Al mismo tiempo, los hogares y oficinas se han convertido en ambientes casi herméticos, que funcionan con aire acondicionado o calefacción, donde se concentran elementos como el polvo y el pelo que causan alergias.
Por otra parte, partículas contaminantes, en especial compuestos volátiles orgánicos, alteran las vías respiratorias y favorecen el ingreso de los alergenos.
La mayoría de las terapias son paliativas
Para enfrentar las alergias, la mayoría de los tratamientos sólo abordan el síntoma. Los antihistamínicos y los corticoides inhalados son los más usados en casos de rinitis y asma, como explica María Angélica Marinovic, inmunóloga de la Clínica Santa María.
Los corticoides también pueden aplicarse en forma tópica en la piel o vía oral para casos más agudos.
"Otra alternativa reciente es el uso de anticuerpos monoclonales contra la inmunoglobulina E, lo que impide que se desencadene la reacción alérgica. Llegó a Chile este año y con buenos resultados en pacientes asmáticos que no responden al tratamiento habitual, aunque su costo ($700 mil) limita su uso".
Un tratamiento de más largo plazo es la inmunoterapia, que consiste en la administración gradual del alergeno, por tres a cinco años, para conseguir que el paciente se vuelva tolerante a él. "La OMS dice que éste es el único tratamiento que cambia el rumbo natural de la enfermedad. Todos los demás son paliativos".
Cifras |
Al menos el 20% de la población chilena es alérgica. De ellos, el 30% lo es al polen del plátano oriental y el 90% al de los pastos.
|
Otras alternativas
La medicina biológica u homotoxicología también ofrece un respiro a los alérgicos. Ésta plantea que la enfermedad es una manifestación de las reacciones de defensa que el organismo activa para protegerse de una agresión externa, en este caso, los alergenos. "La acumulación de sustancias tóxicas alergénicas altera las mucosas y su integridad, provocando inflamaciones y agrietamientos", dice Juan Carlos Herrera, médico colombiano que estuvo en Chile participando en el 4º Simposio Internacional de Medicina Biológica.
La medicina biológica apunta a desintoxicar el organismo a través de un plan que incluye medicación (a base de mínimas dosis de compuestos tóxicos de origen mineral, vegetal u orgánico) y la suspensión de alimentos alergénicos como lácteos, embutidos, mariscos y colorantes artificiales.
El doctor Pedro Mardones dice haber usado sin éxito esta medicina; no obstante, estudios de medicina biológica indican que su uso ayuda, por ejemplo, a prevenir y tratar la rinitis alérgica estacional.