La relación con los jefes durante las primeras experiencias laborales puede marcar una carrera profesional para bien o para mal.
"Más que el sueldo, la cultura que tenga la organización y cómo esté estructurada, lo más importante es el jefe, porque puede incluso hacer que te replantees tu vocación". Así de enfático es Álvaro Espejo, doctor en management y profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Y es que, según explica, los recién salidos de la universidad "aún no tienen claro en qué consiste la pega en la práctica". Y es ahí donde el jefe cobra una importancia vital.
En un plano ideal, éste debería orientar a su empleado sobre cómo hacer bien su trabajo, además de retroalimentarlo y apoyarlo. Pero en la realidad son pocos los que lo hacen.
No a la pasividad
¿Hay una solución? Los expertos aseguran que sí, incluso cuando se tiene la mala suerte de quedar bajo el cargo de un jefe "tirano" o maltratador. "En esos casos, lo mejor es enfocarse en cambiar la relación con él. Pero no se puede pretender cambiar su carácter o su forma de ser", explica Espejo.
Según María Claudia Peralta, sicóloga laboral de la Universidad de La Sabana (Bogotá, Colombia), los principales conflictos se producen porque "los jefes no tienen tiempo de dar indicaciones y no entregan retroalimentación suficiente para que la persona sepa si lo está haciendo bien o mal".
Para sortear la situación, aconseja observar al superior y perderle el miedo a ser proactivo. "Lo ideal es que, si tu jefe no te dice en forma clara cómo hacer tu trabajo, le preguntes directamente. Ahí puede ser útil llegar con propuestas concretas y fundamentadas y demostrar que uno ha estado atento a las necesidades del jefe y de la compañía en general".
Otro consejo es observar a los superiores e informarse acerca de su estilo de trabajo: "A veces uno detecta actitudes que reflejan aprobación o desaprobación. Además, hay que pedir la opinión al jefe acerca de cómo uno está haciendo el trabajo y no sentarse a esperar que te la den en forma espontánea".
Factor vital |
La confianza en el jefe fue el factor más relevante al explicar el esfuerzo dedicado a actividades de innovación por parte de los empleados, según una encuesta realizada a 257 profesionales en el Seminario Percade 2007.font> |
Así lo hizo Liliana Dabat, quien reconoce que en sus primeros meses en Microsoft le costó ganarse la confianza de su jefe, Vicente Lozano. "Al principio sólo hacía lo que me pedía, pero con el tiempo me fui soltando y le empecé a pedir feedback; le hice saber cuál era mi forma de trabajo y qué esperaba yo de él".
Cuento corto: entre ellos se forjó una relación de confianza que ha sido productiva para ambos.
Según Espejo, una manera de evitar conflictos desde el principio es aclarar las expectativas propias y conocer las del jefe desde la entrevista de trabajo. (Ver recuadro). "No se trata de cuánto quieres ganar ni cuándo ascender, sino de explicitar lo que esperas de este trabajo, qué quieres aprender y qué potencialidades pretendes desarrollar".
A su juicio, otro error en el que "se puede caer" en los primeros trabajos es decir que sí a todo.
"Muchos creen que por ser la primera experiencia, no tienen derecho a dar su opinión y no es así. Al contrario, un jefe valora y respeta a un colaborador que le aporta visiones distintas porque eso es lo que muchos esperan de los profesionales jóvenes".
Entrevista clave
Generalmente, los jóvenes enfrentan las entrevistas de trabajo en forma pasiva. "Uno cree que debe ir a escuchar qué es lo que la empresa espera de uno y pocos se atreven a decir cuáles son su propias expectativas", dice el doctor en management y profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez, Álvaro Espejo.
A su juicio, es válido que uno explicite qué espera del jefe. "Es posible que no te contraten, pero si obtienes el trabajo, tu jefe va a saber qué esperar de ti y la relación seguramente va a ser más productiva".
De hecho, aconseja averiguar quiénes serían los posibles jefes y qué estilo de trabajo tienen. "A veces es mejor elegir una pega en una empresa chica, pero con un jefe que te aporte y no fijarse tanto en el sueldo o en el tamaño de la organización".