Quienes sufren de lumbago agudo o crónico pueden tener un alivio. Después de analizar cerca de 70 estudios clínicos sobre esta molesta condición, la Sociedad Americana del Dolor y el Colegio Americano de Médicos elaboraron una guía con siete recomendaciones para su diagnóstico y tratamiento (ver infografía).
Según las recomendaciones, que se publican en el último número de la revista "Anales de Medicina Interna", una de las constataciones que cuenta con mayor evidencia clínica es que mantenerse activo es más efectivo que permanecer en cama, tanto en pacientes con lumbago agudo como moderado.
No al colchón duro
"Los pacientes se sorprenden cuando uno les dice que deben hacer reposo laboral, pero mantener sus actividades habituales en casa. Esto porque se ha visto que el reposo en cama no cura antes ni mejor el lumbago", explica el doctor Álvaro Silva, traumatólogo especialista en columna del Hospital de la Mutual de Seguridad. El médico agrega que sólo hay que evitar que la persona realice trabajo físico exigente. Por ejemplo, un trabajador que tiene que cargar peso o una dueña de casa que debe hacer camas deben suspender temporalmente esas actividades.
Las guías clínicas agregan que "si el paciente requiere períodos de descanso en cama para aliviar síntomas severos, hay que incentivarlo a que retome sus actividades normales tan pronto como sea posible". El doctor Cristian Santos, traumatólogo experto en columna de la Clínica Santa María, agrega que en estos casos, "más de dos días en cama no tiene sentido".
Las guías destacan que "se ha visto mayor mejoría al usar un colchón de densidad media en vez de uno duro".
Efectos de la nicotina
El lumbago es una condición tan común, que se estima que el 40% de los mayores de 40 años lo sufrirá en algún momento.
En el 85% de los pacientes que consulta por lumbago se habla de una causa no específica: no hay una enfermedad o problema anatómico que lo provoque.
En Chile |
EL LUMBAGO concentra el 10% de los motivos de consulta en atención primaria, y es la segunda causa de ausentismo laboral, después de la gripe.font> |
"El lumbago se asocia a un proceso de desgaste de la columna, que se produce por la pérdida de fortaleza de los músculos que la sostienen. Por eso una persona con una buena musculatura lumbar y abdominal tiene menos riesgo de sufrir esta condición y las personas con sobrepeso y sedentarias lo experimentan con más frecuencia", dice Silva. Los fumadores también tienen más riesgo, señala Santos, pues "la nicotina reduce la irrigación hacia los discos intervertebrales, por lo que éstos envejecen más rápido".
Sin embargo, en algunos pocos casos, el lumbago podría ser síntoma de una patología más seria. Así, los estudios muestran que en el 0,7% de los casos el dolor es síntoma de un cáncer, en el 4% se debe a una fractura por compresión y en el 4% hay una hernia discal que lo explica. Infecciones espinales, espondilitis e incluso pancreatitis podrían también estar detrás de un mínimo porcentaje de casos, lo que el médico puede detectar a través de un examen físico y una historia médica del paciente.
A la hora de definir un tratamiento para el lumbago, las opciones son múltiples. El informe destaca que éstas van desde aplicar calor local (guateros o calientacamas) para el alivio del dolor agudo, hasta intervenciones como el ejercicio supervisado, masaje, acupuntura y manipulación espinal (poner peso sobre la zona lumbar).
Asimismo, hay varios tipos de fármacos que el médico puede aconsejar, dependiendo del caso. El paracetamol es una opción segura y de bajo costo para los casos agudos, dice el documento, pero es menos potente que los antiinflamatorios no esteroidales, aunque éstos tienen cierto riesgo cardiovascular y gástrico, "por lo que se aconsejan dosis bajas y por períodos cortos". También ayudan los relajantes musculares, para manejar el dolor agudo, y los antidepresivos tricíclicos, para las lumbalgias crónicas.
Cuando las medidas anteriores no han dado resultados, existe evidencia moderada sobre el beneficio de agregar algunas terapias no farmacológicas.
Entre éstas, la guía menciona masajes, yoga estilo Viniyoga, terapia cognitivo conductual y una combinación de terapia física, sicológica y social (ver recuadro). "Si el dolor tiene un componente sicológico, como insatisfacción laboral, estrés o depresión, se hace una intervención multidisplinaria, que puede incluir traumatólogo y kinesiólogo, para ejercitar y fortalecer la musculatura, sicólogo e incluso recreación del ambiente laboral", dice el doctor Silva. "También se pueden sumar nutricionista, en casos de pacientes con sobrepeso y patologías asociadas, como diabetes o hipertensión", agrega Santos.
Los factores sicológicos
Entre los factores que mejor predicen la evolución de un lumbago están los llamados factores psicosociales, como la depresión, la insatisfacción laboral, el estrés, la pasividad para enfrentar los problemas y la tendencia a somatizar. "Como el dolor es una experiencia subjetiva, muchas veces la presencia de estos factores hace que la persona amplifique su sensación de dolor", explica el doctor Alejandro Silva. A menudo, esto contribuye a prolongar los síntomas del lumbago y obstaculiza la efectividad del tratamiento, por lo que es fundamental detectar su presencia al hacer la historia clínica del paciente.