Su nombre real es Jorge Alberto Martínez. Jorge Alberti sólo es un nombre artístico. “Hace muchos años que mis representantes me lo querían cambiar entonces pedí que, al menos, se mantuviera mi segundo nombre para sentirme más identificado. Es que mi nombre real suena muy de señor y éste es más juvenil. Además, ya existía otro actor llamado Jorge Martínez y una vez tuve una confusión de cheques”, explica.
Nació en la ciudad puertorriqueña de Mayagüez, en la que pasó su infancia y adolescencia junto a su madre y hermano menor. Su inquietud por expresarse artísticamente se desarrolló a temprana edad y cuando estaba en la escuela (Madre Cabrini) se incorporó al taller de teatro, además de tomar clases de guitarra.
Cuando pasó a high school (secundaria) se convirtió en el capitán del equipo de voleibol. “Siempre me han gustado mucho los deportes. Antes hacía bodysurfing y voleibol, gracias al que fui becado en la universidad. Pero ya después me puse a hacer pesas y me quedé muy trinco (tieso)”, cuenta entre risas.
Dice que ahora su mejor panorama es ir a la playa o al cine. “O simplemente estar con mi familia, tranquilo en la casa. Después de tanto trabajar, me gusta quedarme en mi casa, soy bien hogareño”.
Su mamá es su fan número uno. “Está demasiado feliz, le gusta mucho lo que hago, se lo disfruta. Me sigue en todo y se compra todas las revistas en las que aparezco y se las muestra a sus amigas para que le digan cosas”.
Romántico, el dúo “Sin banderas” es su favorito. También le gusta el rock, pero suave. Y si bien proviene de la cuna del reggaeton, no le gusta mucho, sólo para empezar una fiesta, a las que dice asistir con poca frecuencia.
Su novia puertorriqueña lo acompaña celosamente en esta visita. Morena, bajita, es bailarina profesional y ya había venido a Chile con anterioridad, nada menos que al Festival de Viña, acompañando a artistas compatriotas como parte del cuerpo de baile.
-¿Te gustaría formar familia?
“Sí, claro (mira de reojo a su novia y ambos ríen con ganas). Ya tengo 30 años, no es que me considere viejo, pero a uno le llega la hora. Llevamos un año y medio ya y vamos encaminados a eso. ¡Y que ella se atreva a decir lo contrario!” (risas).
-¿En Puerto Rico hay tanto periodismo de farándula como acá? ¿Se habla de tu vida privada?
“Allá sí me ha tocado harto. Hace poco me hicieron una entrevista de una hora y media sobre mi carrera y 10 minutos sobre temas picosos, como sexuales. Resulta que publicaron sólo lo picoso e incluso pusieron cosas que no dije. Pero bueno, la gente lo lee y después se le olvida. Igual es incómodo porque nunca he estado metido en algún tipo de bochinche, no me gusta. Han tratado de inventarme cosas pero no dejo que pase. Ya sé que cuando comienzan a hacerme preguntas muy íntimas, no voy a contestarlas”.
-¿Cómo te proyectas a futuro?
“Me veo exitoso en mi trabajo, con una familia bien hecha y con mucha salud”.
-¿Hay algo de lo que te arrepientas?
“No, de los errores se aprende y todo lo que me ha pasado ha sido para bien”.
-¿Cómo te defines?
“Creo que soy transparente aunque a veces demasiado. Como me ves es como soy, siempre que te vea te voy a saludar, me voy a acordar de ti”.
-¿A veces demasiado transparente?
“Hay gente que abusa cuando te ve buena gente y chévere, tratan de aplastarte, de pisarte, pero eso es parte de la vida. Uno se cae y vuelve a pararse. Cuando veo a alguien así no le hago caso. Soy muy seguro de mí y es uno de los factores que me han ayudado en esta carrera, mi secreto para todo. También soy terco, cuando me dicen que no puedo hacer algo lo hago igual, por más difícil que sea”.
-¿Eres religioso?
“Soy católico, al igual que toda mi familia, aunque me gusta mucho la religión budista, es muy interesante. Pero creo que todas van a un mismo centro que es Dios, sólo cambia la dinámica. Quizá me meto a un centro budista para ver cómo es. Debería meditar más”.
-¿Vicio privado?
“Uy, no sé, no tengo vicios… creo que disfrutar la vida al máximo. Hay que hacerlo y en todos los aspectos, tanto en tu casa, como afuera porque uno nunca sabe cuándo se te puede ir la vida… y es algo tan preciado”.