No es una medicina alternativa, sino una ampliación de la tradicional. La practican médicos alópatas que se especializan varios años en esta rama muy utilizada en Europa. Aunque son pocos los que todavía la conocen, las consultas de los médicos antroposóficos están llenas de niños, cuyas madres buscan una medicina más preventiva. "Aquí se busca una respuesta integral a los problemas de los niños. Porque no todos son iguales; cada uno tiene sus características y cada uno tiene también sus remedios", dice una de ellas.
11 de Diciembre de 2007 | 10:01 |
"Mientras la medicina tradicional se preocupa principalmente del cuerpo, la medicina antroposófica incorpora también la esfera mental y emocional de la persona. Desde esa perspectiva, el enfoque del ser humano es más completo y más adecuado a las necesidades que nos están haciendo sentido como sociedad", explica José Antonio Soto, pediatra de la Universidad de Chile y médico antroposófico desde hace 10 años, quien atiende en el centro Equinoxxio.
Y añade: "En la práctica, se traduce en que el médico sabe que con cada persona que llega a su consulta tiene una responsabilidad. Porque si bien uno debe usar medicamentos y otras terapias para ayudar a que se mejore, también tiene que incorporar variables como qué significa la enfermedad para esa persona, y en qué contexto familiar, laboral y social se encuentra como para que esté surgiendo esa enfermedad".
Aparecida a comienzos del siglo XX, la medicina antroposófica nace como resultado del trabajo realizado por el científico, educador y filósofo austríaco Rudolf Steiner, y un grupo de médicos y farmacólogos que buscaban ampliar la visión mecanicista de la medicina tradicional, que ya predominaba en esa época. Expandida ampliamente en Europa, en países como Alemania, Holanda y Suecia, incluso existen hospitales públicos donde las personas pueden optar entre atenderse con medicina tradicional o con antroposófica. Aquí en Chile son pocos los que la conocen, pero las consultas de los pocos médicos que se dedican a ella (no más de 20) no dan abasto.
La pediatra Blanca Ortúzar, médico de la Universidad de Chile, quien atiende en el centro médico antroposófico de la calle Carmela Ramírez, en La Reina, amplía la explicación para entender de qué se trata: "En general, a los médicos nos enseñan a mirar al hombre y al mundo desde las partes al todo, y por eso existen las especialidades y las súper especialidades. Por el contrario, en la Antroposofía lo trascendente es que yo parta del todo, de lo que es el hombre, tanto físico como espiritual, y desde esa imagen vaya llegando a las partes. Por eso, para los médicos significa una transformación del pensamiento, lo que se logra especializándose con cuatro o cinco años de estudios".
Aún así, no se trata de una alternativa a la medicina tradicional, sino que, según los médicos, es una ampliación, porque va más allá de lo puramente físico. "No son sólo los virus, las bacterias, el que hayan bajado las defensas, sino cómo la enfermedad tiene que ver con un proceso integral frente al cual, una vez superado, la persona logra crecer. Por ejemplo, si tienes una neumonía, la medicina tradicional te da un antibiótico y listo. Pero en el paciente existe la tendencia a tener neumonía porque hay algo que tiene que resolver. Y en la medicina antroposófica esto se resuelve con medicamentos y con una terapia a través de la cual el paciente se pueda ir dando cuenta de qué es lo que tiene que transformar. Se podría decir que es una terapia sicológica, pero es más bien de autoconciencia, que se hace conversando con el médico antroposófico, y para eso se debe llegar a un conocimiento y a una intimidad".
Con los niños es lo mismo: Si hay un niño asmático, por ejemplo, los médicos antroposóficos piensan que hay algo que lo hace padecer esta enfermedad. "Entonces, yo tengo que dar sustancias y, al mismo tiempo, generar una fortaleza en ese niño, junto con sus padres. Cambiar el ambiente anímico que existe a su alrededor, mejorar la alimentación, los hábitos de higiene, de sueño. Con esto yo impido que el niño sea asmático de por vida. Se mejora", dice Blanca Ortúzar.
Por su parte, el doctor José Antonio Soto agrega: "En la medicina antroposófica se pueden considerar tres niveles importantes: primero, hacemos el cambio de medicamentos químicos a medicamentos naturales que no incorporen sustancias químicas ajenas al organismo, sino que armonicen sus procesos. El segundo nivel es la alimentación. Apoyamos todo lo que tiene que ver con verduras, frutas, cereales integrales, una alimentación más natural, aunque no necesariamente vegetariana. El tercer nivel son los aspectos emocionales: Es muy importante saber quién es la persona, cuál es su entorno familiar, lo que es particularmente importante en los niños. Saber quién es su mamá, su papá, cuál es su condición sociocultural".
Según Blanca Ortúzar, la medicina antroposófica también está muy relacionada con el crecimiento personal del médico, de cuánto pueda éste captar de la enfermedad, de cuánto puede acompañar al paciente y ayudarlo a mejorar. "Tengo la medicina tradicional incorporada, así que cuando me doy cuenta de que no cuento con la capacidad para resolver una problemática, recurro a ella. En este sentido, yo todavía no he llegado a tener una mayor sabiduría frente a las infecciones urinarias. Entonces pruebo, y si no me va bien, doy un tratamiento tradicional. No me cierro, porque tengo mis limitaciones.
Por el contrario, me manejo muy bien con las enfermedades respiratorias: alergias, asmas, neumonías, amigdalitis, rinitis, bronquitis obstructiva, virus sincicial respiratorio; todo esto lo trato con medicina antroposófica, son gotitas e inyecciones, lo que nos diferencia mucho de la medicina homeopática. Yo hospitalizo a muy pocos de mis pacientes, el sincicial lo trato en las casas. Incluso tengo médicos que me derivan casos de asma muy difíciles y yo los sano".
Además de ser una medicina integral, el plus de la medicina antroposófica es su lado preventivo: "Si parto con un niño desde recién nacido, viene una vez al mes como es lo usual, pero es un control largo en el que hablamos de su futuro: de las enfermedades, del cuidado del calor, de lo que es la fiebre, de qué significan las enfermedades, para que la madre tenga conocimientos y pueda optar. Por ejemplo, no estoy de acuerdo sobre todo con las vacunas que evitan las pestes porque, para nosotros, algunas de éstas son procesos que ayudan a crecer. Pero si una mamá va a estar asustada porque no ha vacunado a sus hijos, es preferible que los vacune. Para la medicina antroposófica es muy trascendente que si un niño tiene que enfermarse, que así sea, siempre manteniendo la enfermedad dentro de un cauce. ¿Por qué? Porque con las enfermedades, que son transformaciones, los niños van superando su herencia genética y con eso se previenen futuras enfermedades heredadas, que pueden venir a los 40 o 50 años. Por eso decimos que se trata de una medicina preventiva. Un niño que se atiende con medicina antroposófica será un adulto más sano".
José Antonio Soto concluye: "Todo esto se engloba en el concepto de vida saludable. Y eso significa tener una alimentación sana y consciente, usar medicamentos naturales, porque los químicos pueden producir adicción, dependencia, intoxicación. Significa promover todo lo que tiene que ver con la felicidad. Que mis hijos estén en el colegio más adecuado para ellos. Que yo también, como padre, sea coherente. Que mi vida personal, profesional, mi vida en la intimidad, mi vida con los otros, sea coherente. Eso te da salud. Una persona que tiene una forma de vida en el ámbito laboral, y otra muy distinta en la casa, se enferma".