La Planificación Familiar es, como su nombre lo indica, la posibilidad de determinar responsablemente el número de hijos que la pareja desea tener, así como el momento adecuado para la llegada de estos hijos. Por esto también se habla de Paternidad Responsable.
En Chile, la Planificación Familiar está inserta en los programas de salud impartidos principalmente a nivel de la Atención Primaria.
Es importante considerar los derechos de las personas en relación a su Salud Sexual y Reproductiva, que implica que las personas tienen derecho a disfrutar una vida sexual segura y satisfactoria, sin riesgos, con libertad para decidir procrear o no, además de cuándo y con qué frecuencia.
La Planificación Familiar implica no sólo aspectos biomédicos, sino también involucra aspectos éticos, filosóficos, religiosos, jurídicos, sociales, etc.
Desde el punto de vista biomédico, el equipo de salud encargado debe asesorar en forma clara y completa a la pareja, lo que no sólo involucra un adecuado conocimiento de los diferentes métodos de planificación, sino que además se debe entregar una adecuada consejería sobre la efectividad de estos métodos, sobre las posibles reacciones adversas y/o complicaciones que se puedan presentar, entre otros aspectos.
Por otra parte, es importante tener en cuenta que el equipo de salud, además de considerar los aspectos médicos, debe considerar las implicancias sociales, éticas, morales, legales así como los valores religiosos y culturales de la pareja que solicita esta prestación.
Las alternativas de Planificación Familiar son múltiples e incluyen métodos de anticoncepción reversibles, los métodos naturales, la lactancia, la esterilización masculina y femenina y en algunos países la interrupción de la gestación o aborto inducido despenalizado.
En relación a los métodos anticonceptivos que previenen el embarazo en forma temporal y reversible, tenemos los anticonceptivos hormonales combinados, que son en base a estrógenos y progestágenos (orales, inyectables, parches transdérmicos, anillo vaginal), los anticonceptivos hormonales, a base de progestágenos (orales, inyectables, implantes subcutáneos), los dispositivos intrauterinos, el preservativo masculino y femenino, el diafragma, los espermicidas, entre otros.
Los métodos naturales son aquellos destinados a reconocer los períodos fértiles de la mujer durante los cuales se debe tener abstinencia sexual para prevenir el embarazo.
La lactancia materna durante el período de amenorrea (falta de menstruación) sería bajo ciertas condiciones un procedimiento eficaz para prevenir el embarazo, sobre todo en los países en vías de desarrollo.
La esterilización es la prevención permanente y definitiva del embarazo, que se realiza generalmente a través de procedimientos quirúrgicos, como son la esterilización tubaria en la mujer y la vasectomía en el hombre.