Antiguamente los oncólogos escuchaban a sus pacientes decir que se habían contagiado de cáncer o que comer mucho evitaba las recaídas. Aunque estas creencias ya casi no existen, hay otras que persisten y que pueden llegar a ser contraproducentes o confundir a la población.
Todo cáncer mata
El cáncer no es una sentencia de muerte. Mejores tratamientos y diagnósticos más precoces han reducido la mortalidad por cáncer a nivel mundial. Un estudio publicado el martes por la revista The Lancet Oncology indica que en EE.UU. el 66,3% de los hombres y el 62,9% de las mujeres diagnosticados en ese país con 11 tipos de tumor están vivos al cabo de cinco años. En Europa las cifras son de 47,3% y 55,8%, respectivamente.
En Chile, según datos del sistema público de salud, entre 1990 y 2004 la mortalidad ha bajado en los cánceres de esófago, estómago y cuello uterino; se ha mantenido estable en cáncer de vesícula y mama y ha habido una leve alza de melanomas. Los mayores aumentos se ven en cánceres de pulmón, colon, próstata y páncreas. "Considerando sólo los cánceres más severos, el 50% de los pacientes se va a salvar", señala el doctor Miguel Fodor, oncólogo del Hospital Clínico de la U. de Chile.
Los cánceres siempre se tratan con quimio y radioterapia
"Aproximadamente la mitad de los cánceres se van a tratar con alguna forma de radioterapia y el 50% requerirá quimioterapia. Se pueden combinar ambas o indicar sólo una", dice el doctor Fodor. El doctor Jorge Gallardo, presidente de la Fundación Chilena para el Desarrollo de la Oncología, agrega que los cánceres de piel y algunos en etapa inicial, como los de mama, sólo requieren cirugía.
Todos los tumores son iguales y se tratan de la misma forma
Existen alrededor de 100 tipos distintos de cáncer. Incluso dentro de los que afectan a una misma parte del cuerpo hay variantes. "Eso hace que la terapia y el pronóstico sean muy variables. Por eso es importante que la persona sea tratada con la terapia específica para el tipo de cáncer que tiene y para la etapa en que se encuentra su enfermedad", dice Gallardo.
Los productos naturales contra el cáncer son inocuos
Las personas con cáncer suelen recurrir a productos naturales que prometen reducir el avance de la enfermedad o aliviar algunos efectos colaterales de la terapia. No todos sirven. Hace unas semanas, en la reunión anual de la Asociación Americana de Oncología Clínica, investigadores del Anderson Cancer Center de EE.UU. presentaron el estudio más exhaustivo que se haya hecho sobre el uso de cápsulas de cartílago de tiburón. Éste no mostró absolutamente ningún beneficio. "Tampoco sirve el noni", dice el doctor Gallardo. Y la apiterapia es un tratamiento "cruel e inútil", a juicio del doctor Fodor.
Productos como la hierba de San Juan y la soya pueden ser definitivamente contraproducentes. "La primera tiene una acción sobre el hígado, por lo que puede alterar el metabolismo de las drogas de quimioterapia, causando diarreas severas o mucositis", dice el doctor Gallardo.
En el caso de la soya, agrega, "algunas mujeres con cáncer de mama la consumen pensando que al aportar estrógenos naturales no hace mal, pero aunque es menos potente, igual tiene un efecto estimulante sobre las células malignas".
Por otra parte, el aloe vera favorece la evacuación intestinal, por lo que puede ayudar a quienes sufren estreñimiento por la quimioterapia, pero es contraproducente para quienes presentan diarreas.
Debido al riesgo que podrían presentar algunos productos naturales, la doctora Nubia Aliaga, cirujana oncóloga de la Clínica Las Condes destaca que es fundamental que los pacientes siempre le digan a su médico qué están tomando y si realmente puede hacerles bien.
Si no tengo familiares con cáncer, no tengo riesgo
Aunque hay un fuerte componente genético que predispone al cáncer, su ausencia a nivel familiar no exime de esta enfermedad, dice el doctor Fodor. La doctora Aliaga agrega que "alrededor del 10% de los cánceres son hereditarios. Por eso, es fundamental para la prevención hacer exámenes como mamografía y PAP, además de no fumar, aumentar el consumo de vegetales, reducir las grasas y protegerse de la radiación UV", entre otras medidas de prevención.
Una situación de gran estrés puede desencadenar cáncer
Actualmente se sabe que muchos tipos de estrés tienen un impacto sobre el sistema endocrino, lo que a su vez puede afectar el sistema inmune, que es la defensa contra infecciones y enfermedades. Sin embargo, los especialistas coinciden en que no hay estudios que demuestren que el estrés, rasgos de personalidad o eventos traumáticos en la vida son precursores de cáncer.